A medida que el año 2010 llega a su fin, reflexionamos sobre estos temas que estaban en la boca de todo el mundo.
El inicio del año estuvo marcado por un devastador desastre natural que causó estragos en el Caribe. El pasado 12 de enero, un terremoto de magnitud 7,0 sacudió la isla de Haití, afectando a más de un millón de personas y matando a más de 230.000. La gente en San Francisco y el Área de la Bahía respondió mediante la celebración de numerosos eventos de recaudación de fondos, y continúa manteniéndose al corriente de la situación. Gracias a estos esfuerzos locales y a muchos otros, llegaron a Haití miles de millones de dólares en donaciones de todas partes del mundo. El pueblo de Haití ahora lidia con un brote de cólera y es crucial continuar brindándoles nuestro apoyo.
En el mes de abril, comenzó a salir petróleo a borbotones de una instalación de perforación en aguas profundas derrameandose por todo el Golfo de México, y duró tres meses. Este fue el mayor vertido de petróleo de la historia, costando miles de millones de dólares en daños a las industrias petroleras del golfo y en costos de limpieza. El daño que en realidad ocasionó al medio ambiente todavía nos se ha dilucidado, pero lo que está claro es que las políticas de libre comercio que permiten a empresas perseguir la extracción de combustibles fósiles sin rendir cuentas a nadie se han llevado demasiado lejos y deben ser revisadas.
Personas de todo el mundo respondieron a la devastación del golfo y a las políticas llevadas a cabo por los países desarrollados del mundo en el ‘Congreso mundial de los pueblos sobre el cambio climático y los derechos de la madre tierra’ en Cochabamba, Bolivia, a finales del mes de abril. Personas del continente americano, Asia y África se reunieron para elaborar una declaración unificada y establecer estrategias de trabajo para hacer frente al calentamiento global y al impacto ambiental de las políticas del libre comercio, y también para defender los derechos de los pueblos indígenas. La declaración fue presentada ante las Naciones Unidas para que la revisara, y también se utilizó en la reciente reunión de activistas en Cancún para la ‘Cumbre de las Naciones Unidas sobre el cambio climático’. Un nuevo capítulo en el activismo medioambiental y en el de los derechos indígenas cobró impulso el año pasado.
Después de más de siete años, un decreto presidencial retiró las tropas de combate de Irak en agosto de este año, terminando oficialmente la guerra en Irak. Sin embargo, aún continúan miles de empresas privadas en este país, junto a decenas de miles de personal militar que están supuestamente ayudando a entrenar a las fuerzas de seguridad iraquíes. La guerra en Afganistán continúa, y en varios meses de este año se han dado las cifras más altas de víctimas de guerra desde que comenzara. Todavía tenemos un largo camino por recorrer hasta que todas nuestras tropas sean enviadas de regreso a casa y comencemos a establecer relaciones curativas con estas regiones devastadas por la guerra.
Más cerca de casa, otro tipo de guerra ha estado asolando México a medida que el gobierno mexicano aumenta sus esfuerzos para combatir a los traficantes de drogas. Más de 25.000 personas han muerto como resultado de la violencia perpretada por los carteles a lo largo de la frontera con México. Esto ha creado una situación desesperada para muchas de las comunidades vulnerables de México. Al mismo tiempo, el gobierno de EEUU ha intensificado la militarización de la frontera con México, distanciándose de las promesas que Obama hizo durante su campaña electoral sobre una reforma migratoria que prometía incluir a millones de inmigrantes latinoamericanos que ya están en el país.
Al contrario, se introdujo este año de la propuesta de ley SB 1070, una ley de Arizona que permitiría a la policía local interrogar a cualquier persona sospechosa de estar ilegalmente en el país, pedirles identificación antes de arrestarlos y entregarlos a las autoridades de inmigración para que los deporten. El proyecto de ley fue el centro de una disputa legal enorme, que originalmente vio ciertas partes revocada por un juez federal para que luego una comisión de 3 personas restableciera sus disposiciones fundamentales que los críticos dicen que de hecho va a tipificar como delito el hecho de ser latino. Las manifestaciones estallaron en todo el país en contra del proyecto de ley y aún continúan, los artistas creando arte político para enfrentarse a la situación y personas de todos los ámbitos mostrando su solidaridad con los inmigrantes que están siendo afectados por este tipo de medidas. En su lugar, los partidarios de la reforma migratoria están tratando de asegurar la aprobación del DREAM Act, que otrogaría a los jóvenes indocumentados que han estudiado en los EEUU la oportunidad de convertirse en ciudadanos.
Estudiar en los EEUU se ha convertido en un tema complicado. Los aumentos masivos en los precios de las matrículas y la privatización de las universidades públicas propuesta en el año 2009 han creado una oleada de activismo estudiantil no visto desde hace muchos años. En California, las huelgas y sentadas organizadas por los estudiantes inspiraron protestas en todo el mundo, y el año 2010 ha sido un año de actividad estudiantil masiva, desde París a Puerto Rico.
El estado general de la economía de EEUU ha afectado a todos los sectores de la sociedad. La reciente recesión que se inició con la crisis hipotecaria ha crecido impactando a casi todas las áreas de la economía. El desempleo está en su nivel más alto en 30 años. A nivel nacional, los esfuerzos del gobierno para prevenir la crisis han resultado en inmensos paquetes de ayuda para las grandes empresas y los bancos, con poco alivio a la vista para millones de personas de a pie. A nivel local, California ha experimentado drásticos recortes presupuestarios que podrían haber resultado en recortes extremos a muchas organizaciones de servicio social y humano, de no haber sido por la tenacidad de los activistas locales al organizarse para frenarlos. Ahora, organizaciones sin fines de lucro en California y todo el país están luchando para mantenerse a flote con escasos recursos. Pero el espíritu de resistencia sigue siendo fuerte, como lo demuestra el ‘Congreso de la comunidad’ convocado por la comunidad progresista de San Francisco al final del verano pasado para proponer reformas integrales que otrogarían a los residentes de la ciudad más voz en la política y las decisiones presupuestarias que se hagan en el futuro.
Ha sido, sin duda, un año difícil, pero frente a las penurias, es un triunfo el hecho de que tanto en San Francisco como en el mundo entero, la gente se ha estado organizando políticamente. Tenemos esperanza respecto al nuevo año 2011 porque el activismo que se ha visto este pasado año se ha hecho oír y ha sido más creativo. El resurgimiento del movimiento estudiantil y la lucha de los activistas por una reforma migratoria han atraído a personas de varios segmentos de la sociedad. Las organizaciones locales continúan luchando contra los recortes de presupuesto a servicios básicos y exponiendo programas destinados a lograr la unión de diversos grupos de la ciudad. Estos son los movimientos sociales que acarrerán nuestra esperanza al próximo año.