Cada año, en el Día de la Madre, los vendedores de flores adornan las calles del Distrito Misión de San Francisco con rosas, tulipanes, crisantemos y una mezcla de vibrantes arreglos florales.
Ese día tiene un significado especial en la Misión, pues las madres latinas son festejadas no solo una, sino dos veces: el 10 de mayo, para las madres con vínculos con México, El Salvador y Guatemala, así como el segundo domingo de mayo, el día que se celebra en los EEUU.
Para las vendedoras y los vendedores, esta festividad representa uno de los días con mayor venta de flores del año. A pesar de ello, un vendedor ubicado en la calle Harrison dijo que las ventas fueron notablemente más bajas este año: “Otros años la gente venía a comprar constantemente. Ahora, llega un cliente aproximadamente cada media hora”. Dijo haber tenido mejores ventas durante el pasado Día de San Valentín, a pesar del clima lluvioso: “No esperaba que fuera tan lento. Antes incluso los coches paraban a comprar. Ahora ya no lo hacen”.
Además de la poca venta, otro proveedor declaró que los clientes estaban gastando menos en comparación con años anteriores. Por ejemplo, en lugar de comprar ramos, la gente optaba por una o dos rosas: «Creo que es la economía… vienen y preguntan, y les resulta caro».
Para la señora Marisol, sin embargo, fue una experiencia diferente. Como vendedora de flores cuya presencia ya es reconocible en la esquina de las calles Bryant y 24, dijo que si bien notó una disminución en las ventas, sus clientes habituales continuaron apoyándola y que logró vender gran parte de su inventario desde el viernes, esperando otro buen día de ventas el domingo. «Todavía tengo confianza en que puedo venderlo todo».
En una venta temporal organizada por la Asociación de Vendedores Ambulantes de la Misión, llevada a cabo en las calles Misión y Capp, José de Juanita’s Flowers dijo que también tuvo un buen día de ventas. Él estaba entre otros vendedores que normalmente venden en La Placita, que están luchando por volver a vender en la bulliciosa pero conflictiva calle Misión. Para él, dicha venta temporal trajo una gran afluencia de clientes en comparación con el lento tráfico peatonal en La Placita: “Aquí estoy visible, ojalá fuera así todo el año”.
Nota: Los vendedores ambulantes sin permiso para vender pidieron no ser identificados en esta historia.