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Mafe y Angie, dos niñas huérfanas colombianas que vinieron en julio a los EEUU con la esperanza de ser adoptadas y a la búsqueda de una mejor vida, nunca antes habían abordado un avión. Por lo tanto, el reto era intimidante.

“Me dolía el estómago de los nervios de tomar el avión”, dijo Mafe. “Volamos a Texas, luego a Los Ángeles y luego San Francisco… Había seis [otras] niñas, pero seis se hospedaron en Los Ángeles y luego nosotras dos, Angie y yo, fuimos a San Francisco”.

A través de Kidsave, un programa que ayuda a huérfanos extranjeros a encontrar familias adoptivas, dándoles la oportunidad de visitar los EEUU, la pareja de San Francisco, John Rodgers y Diana Lara- Rodgers recibieron a la huérfana de 14 años de edad, Mafe, mientras que en San José, Aurora Rozo y su familia alojaron a Angie, de 11 años de edad. Las chicas llegaron al norte de California el 3 de julio y volaron de regreso a su tierra natal el 3 de agosto.

“Mafe ha estado viviendo en un orfanato de Colombia desde hace varios años”, dijo Rodgers. “Estamos muy contentos de mostrarle el estilo de vida familiar de California. Damos por hecho muchas cosas cuando se crece rodeado de la familia”.

Fundada en 1999 por Terry Baugh y Randi Thompson , Kidsave atiende principalmente a los niños mayores que tienen menos probabilidades de ser adoptados.

“Estos son niños realmente maravillosos que normalmente son pasados por alto”, explicó Elizabeth Spier, coordinadora de voluntarios al norte de California que ha estado involucrada con el programa durante 10 años. “Al traerlos [a los EEUU] a pasar el verano con familias huéspedes, los niños tienen la oportunidad de conocer a personas que deseen adoptarlos”.

De acuerdo con el sitio web de Kidsave, el programa “ha trabajado en los EEUU con los jóvenes difíciles de se adoptados de Rusia, Colombia y Sierra Leona. También tiene mucho éxito cuando se ayuda a un gran número de huérfanos extranjeros a encontrar familia en una nueva cultura acostumbrada a la adopción, como los EEUU, Canadá y Europa”.

Lara-Rodgers, hondureña, y su esposo, se enteraron del programa vía internet y decidieron aplicar en enero ―fueron aprobados en marzo. El proceso implicó llenar un formulario con preguntas acerca de su estilo de vida, sus relaciones familiares, y las razones por las que querían participar en el programa, así como un estudio en el hogar y las visitas de un trabajador social para certificar que podrían proporcionar un lugar para el niño durante un mes. La pareja iba a ver los perfiles de los niños que podrían venir a quedarse con ellos y calificarían su preferencia, pero no quisieron saber quién iba a venir hasta más después.

“Elegimos dos campamentos de verano [para Mafe]. Se encuentra en el Centro Cultural de la Misión y sabiendo que tienen como 100 niños, y tuvimos bastante suerte porque uno de los profesores… habla español”, dijo Lara-Rodgers. “[Mafe] ha estado practicando hip-hop en la mañana y en la tarde, ha estado tomando fotografía y está muy feliz”.

Mafe disfruto conocer a San Francisco y sus alrededores. Una de sus actividades favoritas fue ir a Casa del aire y ver el mar por primera vez.

“Agradezco que [Kidsave] me eligieron para el programa porque no a todos los niños se les da esta oportunidad”, dijo Mafe.

Angie se quedó con la familia Rozo en San José, que han sido anfitriones Kidsave durante los últimos tres años.

La familia Rozo ha inscrito a Angie en un campamento de verano y también ha participado de actividades familiares normales tales como fiestas de cumpleaños, pasar tiempo en la piscina, patinaje sobre hielo, paseos en bicicleta, excursiones a la playa y canotaje.

“Hemos estado tratando de darle la mayor cantidad de experiencia familiar posible. Ellos [ Kidsave ] nos piden demos la mayor cantidad de experiencia lo más normal posible”, dijo Aurora Rozo . “Esto significa que tenemos que hacer tareas tales como tender nuestras camas y limpiar la habitación”.

“Fui a hacerme un manicure y un pedicure. Tengo mis uñas pintadas de rosa, rojo, blanco, negro y amarillo”, dijo Angie. “Fue mi primera vez y me gustó”.

Durante su último fin de semana en los EEUU, las chicas fueron a una carne asada organizada por la familia Rozo con amigos, así como la familia de la Rodgers y sus amigos.

Rozo no duda al responder cuando se le pregunta sobre su experiencia favorita en el trabajo con Kidsave: “Convivir con ellos y sentir que se sienten cómodos con uno”, dijo.