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El 21 de mayo, cerca de 160 pacientes fueron trasladados a las nuevas instalaciones de cuidado intensivo y trauma del Hospital General de San Francisco, dejando atrás al edificio oscuro y reducido que fuera construido en los años setenta.

Personal del hospital se encargó de transportar cuidadosamente en camillas a los pacientes a través de un puente que conecta el hospital antiguo con el Centro de Trauma Zuckerberg.

En 2008, los votantes de San Francisco aprobaron una iniciativa de bono por $887.4 millones para cubrir los gastos que impulsarían la construcción del nuevo hospital de alta tecnología. El fundador y director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg y su esposa Pricilla Chan, donaron $75 millones para este propósito.

A pesar de un día agotador y estresante, tanto los pacientes como el personal médico estaban fascinados con el traslado hacia las nuevas instalaciones.

“Nos hemos estado esforzando con esta reconstrucción por más de una década, y por los últimos tres años para planear el traslado”, dijo Iman Nazeeri-Simmons, directora ejecutiva. “Así que ha sido mucho trabajo y estamos contentos que por fin ha llegado el día”.

Los doctores y enfermeros, junto con trece grupos de transporte y muchos otros involucrados en ese día sábado de traslado habían planeado cuidadosamente incluso ensayado de antemano.

“No es un desafío imposible”, dijo Nazeeri-Simmons. “Es complicado, solo se trata de coordinación. Realizamos simulacros y por eso hoy nos está yendo bien”.

Los pacientes que eran transportados a través del puente hacia el hospital nuevo fueron acompañados por un equipo de personal médico encargado de garantizar la comodidad de los pacientes.

El traslado comenzó a las siete de la mañana, siendo los pacientes más graves los primeros en ser llevados al nuevo hospital, luego le siguieron los pacientes en estado menos crítico.

A pesar de su condición médica, muchos pacientes estaban emocionados de estar en la nueva y moderna sede. Johnny Judeng, de 22 años de edad, le hizo señas a las cámaras de puro gusto y emoción, mientras que los fotógrafos le sacaban fotos durante su transporte al edificio moderno.

“Apenas crucé el puente sentí que no podía creer lo que me estaba pasando”, dijo Judeng, quien está recibiendo un tratamiento para neumotórax espontáneo y colapso del pulmón derecho. “Solo al caminar por aquí fue como inhalar más aire, comparado con el cuarto pequeño que tenía antes. Lo primero en que me fijé es que la atmósfera facilita la respiración y todo levanta el espíritu”.

Para muchos del personal médico y doctores, el traslado del sábado representa un momento histórico y significativo para la comunidad y para la ciudad de San Francisco.

“Llevo 39 años trabajando aquí y esta es la única vez que llevaré a pacientes de un hospital a otro,” dijo el doctor James Mark, jefe de personal. “Es un día muy especial. Es un gran paso para nuestros pacientes. Nuestros pacientes fueron trasladados de un edificio oscuro donde en la mayoría de los cuartos había dos pacientes, a otro edificio donde la mayoría de los cuartos son para un solo ocupante además de ser más grandes”.

El nuevo hospital provee de 58 camas de emergencia (31 más que en el hospital principal), seis cuartos para trauma, dos de los cuales contienen CT scanners o Tomografía Computarizada, 13 cuartos de cirugía, 284 camas para cuidado intensivo y cuatro cuartos para examen pediátrico de emergencia, además de una sala de espera solo para pediatría.

“Es increíblemente emocionante”, dijo la doctora Susan Ehrilch, quien es también directora ejecutiva.
Este día culminan todos los años de planeación. Resulta difícil describir lo emocionante que es este día”.

—Traducción Hilda Ayala