Si alguien merece reconocimiento por ser el ‘fundador de San Francisco’ el honor tendría que ser para Juana Briones de Miranda.
La extraordinaria trayectoria de Briones se mostrará el 26 de enero en una exposición bilingüe organizada por la Sociedad Histórica de California (CHS, por sus siglas en inglés) en colaboración con la Universidad de Stanford y la Biblioteca Bancroft.
“Juana Briones y su California: pionera, fundadora, curandera”, contará con numerosos documentos históricos, obras de arte, artefactos, fotografías y una parte memorable de la casa de Briones localizada en el condado de Santa Clara y que fue demolida en mayo de 2011.
En un mapa inicial de la ciudad, La Playa de Juana Briones identifica a la zona que actualmente se conoce como North Beach. También se cree que fue la primera residente de la zona Yerba Buena. Un recordatorio de su notable contribución a la historia de San Francisco se puede encontrar en la parte baja de la Calle Lyon en Presidio.
Juana Briones de Miranda fue una mujer de negocios, terrateniente y curandera. Pero lo más importante, era valiente. Atravesó por una separación eclesiástica de la iglesia católica en un momento en que esto era muy raro y arriesgado. Poco después, abandonó el apellido de su marido luego de que presuntamente éste abusara de ella. Entonces adoptó el nombre de Juana Briones.
Nacida en 1802, en la Villa Branciforte, actualmente Santa Cruz, la historia de Briones comenzó con su viaje al Distrito Presidio de San Francisco, en 1812. Fue allí donde conoció y se casó con Apolinario Miranda, un soldado con quien tuvo siete hijos. El matrimonio terminó en divorcio, cuando ella solicitó protección contra su esposo abusivo. En ese momento, Juana se trasladó por su cuenta a una residencia en El Pueblo de Yerba Buena, ubicado entre Presidio y Mission Dolores.
Como si la vida no fuera lo suficientemente difícil para una divorciada en una sociedad patriarcal y religiosa, Briones tuvo que enfrentar otro desafío: ser analfabeta. Afortunadamente, no dejó que esta desventaja la detuviera para convertirse en una mujer de negocios y una empresaria exitosa y astuta.
En 1841, estableció una pequeña granja para la venta de leche y productos a marineros, comerciantes y visitantes, en lo que hoy es North Beach —a sólo unos pasos de distancia del Washington Square, dicen algunos.
Además, aprovechando la vida en la frontera —presidios, misiones y pueblos componían el paisaje en el que ella vivía—, se hizo de renombre como curandera (curandero tradicional). “Los servicios médicos de Juana promueven las relaciones entre los californianos indígenas, los mexicoamericanos, los anglos y los marineros de todo el mundo —y la distinguen como un lugar apreciado— asegurándole a ella en lugar reconocido en su comunidad”, dice el Dr. Anthea Hartig, director ejecutivo de la CHS.
Además de sus éxitos empresariales, Briones también se distinguió como madre—por la adopción de una muchacha nativa americana que se sumaría a su numerosa familia.
Según el Dr. Anthea Hartig, director ejecutivo de la CHS, el poder de Briones, su perseverancia y compasión siguen siendo de gran influencia en la actualidad.
“Nos sentimos honrados de celebrar la historia increíble Juana Briones”, dijo Harting.
La exposición estará abierta al público desde el 26 de enero hasta el 8 de junio, en la sede de la Sociedad Histórica de California, ubicada en el número 678 de la Calle Misión, en San Francisco.
—Traducción Katie Beas