Aunque van a pasar dos años antes de que se completen las renovaciones en la sede Misión de la Biblioteca Pública de San Francisco, la comunidad ha expresado entusiasmo por la instalación de una obra de arte recién encargada, un mural de vidrio fundido, el cual resaltará el talento de Juana Alicia Araiza.

El mural, titulado ‘Nopal de la Misión’, destaca la imagen de un nopal, símbolo de entereza y resistencia que esta artista asocia con la rica herencia cultural de México, así como con las experiencias de las comunidades marginadas en el mundo.

“Es un símbolo de resistencia en condiciones difíciles, un cactus que florece en el desierto, fuente de sustento delicioso, nutritivo que se regenera fácilmente”, afirmó en su propuesta.

Si bien muchos han descrito el mural como un vitral, en realidad se construirá utilizando un proceso de vidrio fundido y colapsado para lo cual la artista está colaborando con Lenehan Architectural Glass en Oakland, ya que el trabajo en vidrio es nuevo para ella.

Como resultado, su mural tendrá una calidad tridimensional más escultórica de lo que ella anticipó originalmente. “Me mostraron las opciones de cómo esparcir vidrio molido sobre la superficie de mi pintura para crear textura: diferentes grados de vidrio, desde fino hasta grueso”, explicó.

La propuesta de mural ‘Nopal de la Misión’ de la artista Juana Alicia Araiza. Cortesía: Juana Alicia Araiza

Juana Alicia transmitió entusiasmo por la translucidez y refracción del vidrio, que estará formado por cinco paneles iluminados desde atrás con luces LED. Desde su propuesta describió el mural como una «ventana brillante al centro del mundo de palabras que existe en la biblioteca».

Kate Patterson, portavoz de la biblioteca, enfatizó que aunque el mural se parecerá a una ventana, no será visible desde el exterior del edificio.

Aún así, con dimensiones de dos por tres metros ocupará un lugar destacado en la sala de lectura principal de ese recinto. Se colocará en línea de visión directa en la parte superior de una escalera monumental que se está restaurando como parte de las renovaciones.

“Escuchamos a la comunidad que quería que se rescatara la ubicación original de la escalera”, dijo Patterson. «Y esta obra de arte será un hermoso punto focal ubicado en la parte superior de la misma».

La Comisión de Artes de San Francisco aprobó la propuesta de Juana Alicia en septiembre, aunque el trabajo en el mural no se iniciará hasta que comiencen las renovaciones. Rachelle Axel, portavoz de la Comisión de Artes, dijo que la artista colaborará con los arquitectos e ingenieros del Departamento de Obras Públicas para garantizar que las especificaciones y los elementos de instalación concuerden.

También reconoció que la producción probablemente no comenzará hasta dentro de un año: “No puedo comenzar con las piezas de vidrio hasta que primero se construyan los marcos que las sostengan, lo cual será parte del proceso de construcción. Necesitamos las medidas exactas. No puedes simplemente estirar el lienzo un poco más”, agregó la artista riendo.

Interior de la biblioteca pública de la Misión, donde Juana Alicia Araiza creará su mural ‘Nopal de la Misión’. Foto: Kari Vídes

El presupuesto proyectado para la renovación de la biblioteca es de $24.7 millones. Los fondos para el mural provienen de la Ordenanza de Enriquecimiento para las Artes de la ciudad. La cual estipula que el 2% del costo estimado de una construcción cívica debe reservarse para obras de arte públicas.

La Comisión de Artes administra estos fondos y ha asignado $71,500 para los gastos de remuneración a la artista, el diseño, la fabricación y el transporte de la comisión del mural, como se informó en Mission Local.

Los portavoces de la Comisión de Artes y la biblioteca confirmaron que los fondos para el mural siguen siendo los mismos, aunque los costos de renovación han aumentado en $5 millones desde el presupuesto original.

Además de la obra de Juana Alicia, tres otras creaciones de arte públicas existentes de Emmanuel Montoya serán exhibidas en la nueva sala comunitaria ubicada en la planta baja de la biblioteca. La artista presenció cómo se creaban estas piezas en la década de 1990 y está encantada de que su trabajo se exhiba junto con el de Montoya.

«Voy a estar en buena compañía en la biblioteca», dijo.

Para hacer su trabajo más accesible, particularmente para personas ciegas o con poca visión, ella planea incorporar un componente de audio. Cuando los visitantes hagan clic en las hojas de los cactus, escucharán las lecturas de autores subrepresentados, con un enfoque específico en escritores latinos e indígenas de las Américas.

El espacio simbólico de la biblioteca es de particular importancia para ella, quien espera que su arte ayude a exponer las historias de los olvidados: “Fue la visión de la biblioteca y la comunidad presentar nuestras historias que han sido enterradas detrás del sinnúmero que hay de Europa Occidental […] Hacer que esas historias sean visibles es tan especial”.