‘Divas Latinas’ actúan en La Peña de Berkeley. Foto Clarivel Fong

En una cálida tarde de domingo, al interior del Centro Cultural La Peña en Berkeley, la música de la Isla de Pascua se unió a los ritmos de baile de Argentina, Chile y España en el evento denominado ‘Divas Latinas: un tributo cultural a la mujer, tradición y sonido’.

Las Divas Latinas son Mahani Teave, de la Isla de Pascua, Viviana Guzmán, de Chile y Kristelle Monterrosa, de España —una mezcla de música e influencias tradicionales.

“Divas Latinas ha sido un sueño”, dijo Guzmán, su organizadora, al referirse al hecho de poder tener un grupo de mujeres dinámicas compartiendo el escenario. “Un sueño que tomó tiempo para realizarse”, agrega.

Toki, una organización no lucrativa dirigida por Teave y Enrique Icka, se unió a Divas Latinas para traer la música de la Isla de Pascua al Área de la Bahía. Con solo 5,800 habitantes, la isla Polinesia al sureste del Océano Pacífico es uno de los lugares habitados más remotos del mundo.

“Muy pocas personas dejan la Isla de Pascua”, agregó Guzmán. “Esta es una oportunidad única”, refiriéndose al apoyo brindado por Teave e Icka.

Rapa Nui es el nombre de la isla en su lengua nativa, así como el nombre del idioma, el cual está desapareciendo poco a poco.

“Yo canto la mayoría de mi música en nuestro lenguaje porque también es un mensaje para la gente joven de la isla”, dijo Icka, quien también toca la guitarra.

La forma tradicional de Icka de tocar la guitarra hizo que la música del compositor de tango, Astor Piazolla, quien además toca el bandoneón, tomara vida al acompañarla con la vibrante flauta de Guzmán y los melancólicos tonos de piano de Teave.

Su interpretación del “Libertango” de Piazolla trasladó a la audiencia a las calles de Argentina y de ahí a España, para experimentar un poderoso flamenco.

“Niño déjame que baile, no pises mi blancor almidonado”, fueron las palabras recitadas por la bailarina de flamenco, Monterrosa, mientras que su rápido zapateado y sus rítmicos movimientos dieron vida al poema del poeta español Federico García Lorca, “Romance de la Luna, Luna”.

La Peña se sintió vibrante y completamente envuelta en cada tono y movimiento. Después de la presentación, Teave tomó un poco de tiempo para reflexionar sobre el impacto que la globalización ha tenido en la isla durante los últimos 20 a 30 años y el futuro de los jóvenes de Rapa Nui.

Teave, junto con Icka, quiere realizar sus sueños de construir una escuela de música para los niños, quienes dicen caen en malos hábitos porque no se les ofrece otras oportunidades.

“Es una forma de alejar a los niños de los problemas típicos, los cuales existen en todas las culturas nativas —lejos del alcohol y las drogas”, dijo Teave.

La escuela —la cual fue inaugurada el año pasado y ya tiene 73 niños participando— proveerá clases gratuitas de piano, violín, chelo, ukulele y teoría.

“Están haciendo un cambio dentro de sus comunidades y creando una base para los jóvenes para tener acceso al arte y cultura tradicional”, dijo la percusionista y artista invitada Jayson Fann.

Mantener las tradiciones vivas y dar una mano amiga sin pedir nada a cambio fue la regla de la noche.

“Este es el tipo de trabajo que de verdad le abre los ojos a la gente sobre las cosas que son mucho más profundas que lo material”, dijo Paula Tejeda, asistente al evento y propietaria del restaurante Chile Lindo.

Si desea ayudar y obtener más información sobre la Escuela de Música de Rapa Nui, favor de contactar a Toki a través del correo electrónico pianorapanui@gmail.com.

—Traducción Carmen Ruiz