En honor al Mes del Orgullo, celebramos a los negocios que son propiedad de miembros de la comunidad Latinx LGBTQ+ en San Francisco. Si apetece un delicioso alfajor arcoíris, una hermosa pieza de moda o hacer arte junto a otras personas negras, indígenas o de color (BIPOC), lo invitamos a acudir a los negocios que aqui presentamos.

Alfajores Narciso es una panadería peruana fundada en 2012 por Patricia Narciso, quien nació y creció en Perú. Su pasión por crear dulces comenzó a una edad temprana, influenciada por la repostería que veía en la televisión y por su madre, quien vendía manzanas acarameladas y otros postres.

Después de terminar la escuela a los 17 años, Narciso tomó una clase de repostería. Para vender sus dulces creaciones, abrió brevemente una pequeña tienda de dulces. Cuando la confitería no funcionó, dejó Perú y llegó a los EEUU en 2001 con la intención de perseguir su sueño de abrir un negocio. De acuerdo a Narciso, parte de su decisión de irse de Perú fue por sus problemas económicos y por ser lesbiana. Al llegar a San Francisco, fue recibida por familiares dueños de negocios que vivían en la ciudad.

Ella trabajaba para mantenerse y después de 11 años, comenzó a olvidar su amor y talento por la repostería hasta que su prima le pidió que preparara un postre. Fue entonces que horneó un alfajor, una galleta peruana tradicional rellena de dulce de leche que al probarlo su prima, la elogió y animó a vender sus productos; incluso le sugirió el nombre para su negocio: Alfajores Narciso.

Cuando comenzó a vender sus postres, Narciso continuó trabajando en otros empleos. No fue hasta que tomó una clase de negocios pequeños hace cinco años que se dedicó por completo a su oficio. Desde entonces, Alfajores Narciso pasó de vender solo alfajores a vender empanadas y otros productos horneados. Hoy en día, el negocio está floreciendo. Actualmente, este negocio se maneja a través de un sitio web, pero Narciso sueña con abrir un local físico para vender sus postres.

Alfajores Narciso es especial por la incorporación de sabores únicos: incluye alfajores saborizados con Nutella y café molido, otros con mermelada de ube o con mango y coco. Uno de los alfajores más famosos de Narciso es el que presenta la bandera LGBTQ+.

“Este alfajor se inspiró en conversaciones con amigos que también formaban parte de la comunidad LGBTQ+”, le dijo Narciso a El Tecolote respecto a crear ese alfajor como una forma de mostrar su orgullo por su identidad y su creación la reconoció aún más como parte de la comunidad LGBTQ+. 

Ser dueña de un negocio, latina y queer no es fácil. Ella a menudo se enfrenta al maltrato de los demás: “Es un obstáculo para el progreso de mi negocio. Si dejo que todo me moleste, nunca podré crecer. El trabajo no es fácil, pero si insistes y persistes, puedes hacer muchas cosas”.

Esta emprendedora latina y queer explicó que aun cuando el producto no siempre tenga éxito, esa no debería ser una razón por la que se renuncie a sus sueños: “Si hay un obstáculo, uno debe seguir adelante porque la gente crece a partir de obstáculos y errores”.

Vista frontal de la tienda Sui Generis Designer Consignment ubicada en el 2000 de la calle Market en San Francisco. Cortesía: Sui Generis

Al igual que Alfajores Narciso, Suigeneris, una tienda de consigna de diseñadores ubicada en el Distrito Castro en San Francisco, ha trabajado arduamente para crear el negocio que es actualmente y propiedad de los esposos Miguel López y Gabriel Yáñez, la tienda se estableció en 2006.

Cuando era niño, viviendo Michoacán, el interés de López por la moda fue inculcado por su abuela, quien había emigrado a Los Ángeles para vender ropa afuera de las fábricas y poder mantener a su familia. A través de sus viajes de regreso a México, el amor de López por la moda creció. Fue a la universidad para obtener un título de ingeniería y se tomó un año sabático para abrir su primera tienda dedicada a la moda, con la ayuda de su padre y ubicada en Morelia, Michoacán. 

Por su parte, Yáñez también provenía de una familia donde la moda era importante. Su familia había logrado presencia en los mercados de Guadalajara, donde vendían ropa.

Cuando Yáñez y López se conocieron, su amor mutuo por la moda los impulsó a comenzar a vender en el mismo mercado que la familia de Yáñez. Un año después, abrieron su primera tienda en Guadalajara, y otra un año y medio después.

Su negocio comenzó a florecer, ganando mucha popularidad, tanto que incluso vendían ropa a celebridades como Alejandra Guzmán y Maná. En 1997, López y Yáñez se tomaron unas vacaciones de verano para celebrar el Orgullo Gay en San Francisco por primera vez. Al año siguiente regresaron y finalmente, en 1999, decidieron mudarse a la ciudad.

En México, ser parte de la comunidad LGBTQ+ a menudo es menospreciado, mientras que en San Francisco se celebran las identidades. Decidieron que sus negocios en México habían alcanzado su máximo potencial, por lo que se mudaron a San Francisco: “Pensamos que sería fácil porque teníamos un nombre en México, pero aquí nadie nos conocía”, compartió López con El Tecolote

Al haber vendido todo para mudarse a San Francisco, y sin hablar inglés, tuvieron que empezar de cero. Cuando llegaron por primera vez, trabajaron en la industria de servicios durante un año y medio, aprendiendo inglés y estableciendo contactos. Posteriormente, López aplicó para trabajar en Max Mara, una marca de ropa de diseñador, donde subió de rango y finalmente fue invitado a trabajar en Ralph Lauren, otra marca de diseñador. Trabajó allí durante 9 años y antes de renunciar, López y Yáñez abrieron SuiGeneris. SuiGeneris es un término en latín que significa único: “Aunque todos somos diferentes, la moda conecta a todos”, dijo López.

En 2006, la tienda abrió en la calle Church, vendiendo principalmente camisas vintage y cuadros de los años 70 y 80. En 2008, se mudaron a la calle Market, donde comenzaron el modelo de consignación: “Abrimos la tienda con otras 8 personas que donaron entre 50 y 100 piezas y, a partir de ahí, pudimos convertirnos en una tienda de consignación”, dijo López.

Actualmente, la tienda todavía está ubicada en la Market y López atribuye su éxito a la comunidad LGBTQ+: “Es un ciclo, la gente compra nuevas piezas de diseñador y necesita vender sus artículos viejos para comprar otros nuevos. También es amigable con el medio ambiente”.

La tienda se ha convertido en una institución en el distrito Castro, incluso ha aparecido en el New York Times, Forbes y otras publicaciones, como una de las mejores tiendas de consignación en el país.

“Tener una meta y una idea de lo que quieres es muy útil. Aunque puede ser un proceso largo, lograr metas pequeñas puede ayudarte a acercarte a tu meta principal”, es el consejo que López ofrece a los jóvenes emprendedores. También recomienda buscar ayuda de diferentes organizaciones establecidas, y señaló que aunque SuiGeneris existe desde hace años en el Castro, muchos no saben que la tienda es propiedad de dos latinos queer, por lo que hizo hincapié en su orgullo por sus raíces latinas: “Es lindo ser una representación de los latinos y latinxs queer en la ciudad, mostrándole a la gente cómo podemos lograr nuestros objetivos”.

Naomi Fierro Peña, fundadora de That Art Party, dirige una sesión sobre cómo el arte y el juego pueden ayudar a sanar el niño interno de cada individuo, esto durante una conferencia nacional en Nueva Orleans, para el Surge Institute, un programa que ofrece educación a personas de color. Photo: Jay Gash/@gashproductions

A diferencia de Alfajores Narciso y Suigeneris, Naomi Fierro Peña, creadora de That Art Party, nació y creció en San Francisco en el distrito Misión /Excelsior.

Fierro Peña describe That Art Party como una experiencia de arte y juego para adultos BIPOC, como un camino y un medio hacia nuestra liberación colectiva. Ella cree que a través de la alegría, podemos sanar.

En 2022, mientras trabajaba en una escuela se puso en contacto con un entrenador ejecutivo, Jax Black, a través de un programa de becas para personas de color en educación llamado Surge Institute. Al hablar por primera vez con su entrenador, le preguntaron a Fierro Peña, ¿en quién te hubieras convertido si la lucha nunca hubiera entrado en tu corazón?

En respuesta, su mente saltó a la danza y cómo la hizo sentir. A partir de esa primera reunión, se formó la idea de lo que eventualmente sería su negocio: «¿Qué pasaría si nosotros, como adultos BIPOC, nos permitiéramos simplemente jugar y probar nuevos medios artísticos sin necesidad de sentirnos perfectos?»

A lo largo de su formación, sus padres la inscribieron en escuelas católicas privadas, lo cual ella describió como una experiencia de constante sentirse otra y exotización por parte de la clase media blanca: “Era hiper visible pero al mismo tiempo muy aislada, porque mis experiencias no eran experiencias de clase media blanca. Y eso formó mucho de lo que soy”, dijo a El Tecolote.

Con el paso del tiempo, gravitó hacia el trabajo con jóvenes, creando espacios de afinidad y seguros basados ​​en la raza, la cultura, el origen étnico y la orientación sexual. Fierro Peña compartió que su último trabajo en una escuela privada cambió su forma de pensar: “Pude presenciar a los jóvenes jugar y hacer arte. Es un lujo. En todas las escuelas públicas en las que enseñé, las artes fueron lo primero que se eliminó”. Ella cree que todos, independientemente de su identidad y edad, deben tener el privilegio de jugar y hacer arte.

Actualmente, se asocia con artistas locales que a menudo donan su tiempo para ayudar a crear espacios para que los adultos BIPOC creen arte. Fue fuertemente influenciada por su comunidad en la Misión y la gente que la rodeaba: “He estado rodeada de artistas de color toda mi vida. Y lo que siempre me ha molestado es que tenemos artistas en nuestra comunidad que crean obras de arte hermosas, significativas y conmovedoras, y muchas veces no son reconocidos o muchas veces son ignorados [por] artistas blancos que tomarán y construirán a partir de nuestras prácticas».

Al reflexionar sobre los consejos que les daría a los empresarios queer latinxs, Fierro Peña describió cómo recurría a historias ancestrales para el poder. Expresó cómo el dedicarse al comercio, la creatividad y la innovación están en nuestro linaje, extraídos de aquellos que emigraron a este país para, a menudo, brindar una vida mejor a sus futuros descendientes. That Art Party continúa creciendo y, con el tiempo, Fierro Peña mira hacia un futuro de involucrar a más artistas BIPOC y, finalmente, encontrar un lugar permanente en donde poder establecerse.

¡Por favor visite y apoye estos negocios locales!

Alfajores Narciso 

https://www.alfajoresnarciso.com/

SuiGeneris

2231 Market St, San Francisco, CA 94114

https://suigenerisconsignment.com/

That Art Party https://www.thatartparty.com/