Por Elizabeth Lopez

Mientras los ojos de la industria del entretenimiento se dan cuenta, el bailarín de hip-hop Mateo Escobedo, de 14 años, comienza su primer año de secundaria después de haber actuado en el Área de la Bahía y en algunos de los escenarios más grandes del mundo.

En 2021, apareció frente a Simon Cowell y Heidi Klum en el programa televisivo America’s Got Talent y llegó a las semifinales como parte del equipo Chapkidz. También pasó una temporada bailando en el equipo juvenil de breakdance de los Golden State Warriors, llamado Junior Jam Squad, y como resultado ganó un anillo de campeonato. Más recientemente obtuvo medalla de plata en Hip Hop International, que se considera la Olimpiada de baile hip-hop.

“Cuando era un niño era algo que hacía en mi tiempo libre, pero ahora es casi toda mi vida”, explicó Escobedo. Con competencias, actuaciones, escuela y entrenamientos consecutivos, él le da crédito a sus padres por una ética de trabajo que sus maestros y mentores dicen que es notable.

Sus padres, Víctor Escobedo y Jodi Hernández, abrieron Papalote, un restaurante mexicano ubicado en la calle 24 y Valencia, hace 24 años. En ese momento, cada uno de ellos trabajaba diario, sin días libres durante años, para que esto fuera posible. Ambos están orgullosos de que sus hijos aprecien su cultura, sean bilingües y representen con orgullo a la comunidad de baile hip-hop latino y mexicoestadounidense.

José Escobedo, el primer maestro de baile y hermano mayor de Mateo, comenzó a tomar clases de baile hip-hop a los 5 años. A Mateo, de un año, también le atrajo no era alguien que se sentara al margen, se levantaba e imitaba los movimientos de baile y el estilo de moda hip-hop de su hermano mayor. Incluso a una edad temprana, su madre recuerda lo rápido que aprendió el baile y la coreografía.

“Simplemente tiene algo especial en él que se destaca. Puedes ver la alegría en su rostro y la chispa en sus ojos”, dice Jodi. «Tiene este lindo hoyuelo, cabello rizado que rebota hacia arriba y hacia abajo… simplemente lo tiene todo».

Mateo se apresura a mostrar aprecio por sus maestros y mentores que han jugado un papel fundamental en su viaje: Greg Chapkis, Kelli Forman, Coach Precise y Kathleen Dizon. “Cada uno de ellos es completamente único y me ha ayudado de diferentes maneras a crecer como bailarín. Todos ellos son más amigos que simples maestros en este momento”.

La familia de Chapkis eran bailarines prolíficos en Ucrania, donde su padre solía ser juez en Dancing with the Stars Ukraine. Greg actualmente dirige Chapkis Dance en Vallejo, donde los mejores bailarines de todo el país van a entrenar. Es un bailarín, juez, director y coreógrafo de fama mundial, que acaba de terminar de coreografiar la gira mundial de Daddy Yankee.

“Es difícil ser coreógrafo y bailarín. . . solo el 5 por ciento realmente lo logra; todos los demás tienen que tener un segundo trabajo. Los que lo logran son los que perseveran a través de todos los obstáculos. Mateo tiene el impulso. Definitivamente tiene futuro en esta industria”, reconoce Chapkis.

Este año hubo 33 países participando en el Hip Hop International. Cada país trae a sus tres mejores equipos, todos los cuales son campeones de hip-hop. El equipo de los EEUU nunca se ha colocado entre los tres primeros de la división MegaCrew [nivel más alto], en la historia de la competencia, hasta este año: “Fue como si todo nuestro verano se hubiera comprimido en esos cuatro minutos, por lo que obtener el segundo lugar fue muy emotivo para todos nosotros”, dice Mateo. “Como si todo el trabajo duro realmente valiera la pena”.

“Me encanta verlos triunfar”, dice Chapkis. “Me encanta verlos crecer y convertirse en los bailarines que son. Esa es la mejor parte de mi trabajo, ya sabes, ver a bailarines como Mateo pasar de saltar y aplaudir con los niños pequeños a pararse en un podio del Hip Hop International representando al país. Es la mejor parte de mi trabajo”.

Creando comunidad y relación a través del baile

Chicago Footwork es otra de las especializaciones de baile de Mateo. Su instructora, Kelli Forman, enseña este estilo originario de Chicago hace unos 40 años como una batalla de baile. Originalmente bailarina de ballet, Forman ahora es parte del equipo, Creation Global, y el protegido del líder del equipo, King Charles, quien bailó con Madonna.

“Cuando entrenas estás bailando a 160 bpm (pulsaciones por minuto). Estás haciendo movimientos de pies muy difíciles de forma repetitiva. Creo que el baile le dio a [Mateo] mucha confianza en los movimientos rápidos. Eso es lo que te da el baile, porque es más un espacio de resiliencia de la comunidad afroamericana de Chicago”, dice Forman. Ella le da crédito a su coreografía por ser mejor que la de muchos coreógrafos adultos.

“Acabo de llamar a mi agente y le dije: ‘Tienes que conocer a este tipo’. . . y luego firmó con la agencia, así que sí, estoy muy emocionada por el rumbo de su carrera”.

El instructor de breakdance de Mateo es Coach Precise, de Breaking with Precise, capitán de los Golden State Breakers, el equipo de breakdance de los Golden State Warriors de la NBA. Mateo estuvo en el Junior Jam Squad durante una temporada cuando los Warriors estaban en Oakland y baila breakdance desde que tenía 8 años.

“Su ética de trabajo es insuperable y se nota cada vez que lo veo actuar”, dice Precise. “Puedo ver que siempre ha habido una evolución constante en su proceso de pensamiento y su ética de trabajo; el producto final muestra que este niño es notable y las cosas que hace son simplemente asombrosas para mí”.

Kathleen Dizon, la mentora de Mateo, recuerda haberlo entrenado cuando tenía la mitad de su tamaño: “Ahora es más alto que yo y volteo hacia arriba para verlo. Desde que era un niño, fue una persona muy acogedora y sonriente; simplemente muy positivo. Me siento honrada de ser parte de los mentores que tiene en su vida porque he estado trabajando con él cuando era más desvalido, y ahora está brillando y erizándoles la piel a todos cuando lo ven”.

Un futuro parece prometedor para Mateo y para el Hip Hop

Cuando actúa en el escenario, Mateo dice que puede sentir la vibración de la música atravesando su cuerpo. “Mi adrenalina… me empuja a bailar aún más fuerte en el escenario. Pero cuando estoy en el escenario, todo está en cámara lenta, lo cual es una locura, y si me equivoco, puedo arreglarlo de inmediato porque todo está en cámara lenta”, dice.

Armado con una ética de trabajo feroz y talento puro, Mateo está empujando sus límites una vez más al inscribirse en ballet, jazz y teatro musical este año. Le gustaría estar en comerciales, hacer giras con artistas musicales y usar sus nuevas habilidades de actuación para protagonizar películas.

“Estoy muy enfocado en lo que hago y aprecio la base y los orígenes de cada estilo de baile y quiero aprender las cosas de la manera correcta”, dice Mateo. Incluso a una edad tan temprana, ya sabe que al final de su carrera le gustaría enseñar a la próxima generación de bailarines y continuar transmitiendo la historia, el conocimiento y el linaje del baile hip-hop.

El breakdance se convertirá en un deporte olímpico oficial en los Juegos Olímpicos de París 2024. Mateo cree que la danza es un lenguaje, en sí mismo, que puede trascender las barreras culturales para crear vínculos entre personas de todo el mundo. En este momento, solo está concentrado en la escuela secundaria, en ampliar sus habilidades de baile y emocionado por su futuro, sin dar por ello un solo momento por sentado.