[por Mara Cavallaro; en foto: Verónica Cruz, fundadora de Las Libres, una organización mexicana a favor de los derechos reproductivos, en una presentación en Guanajuato, México, en 2014. Foto por Niktehabrc/wikimedia commons]

En junio, cuando la Suprema Corte de los EEUU anuló la Roe vs. Wade, ya había una red feminista establecida preparada para ayudar a personas en necesidad de realizarse abortos seguros en el hogar. Las Libres, la organización de justicia reproductiva con sede en el centro de México, dirigida por Verónica Cruz, había estado haciendo este tipo de trabajo durante décadas. En 2000, luego de que el estado mexicano de Guanajuato aprobó un proyecto de ley que penalizaba el aborto incluso en casos de violación, el grupo encabezó protestas tan influyentes que la nueva ley fue anulada.

Aun así, Cruz dijo a El Tecolote, el aborto seguía siendo inaccesible: “La mayoría de víctimas de violación no accedian abortos legales, gratuitos ni seguros en los hospitales públicos, ni en ningún lado… [Cuando buscaron atención reproductiva], les obstaculizaban este derecho. Les decían: no, te puedes morir. Les decían mentiras, las mandaban a casas de adopción, les decían que era pecado, que Dios las iba a castigar, una sarta de tonterías que en el fondo conseguían obligar a las mujeres [a seguir con el embarazo]”.

En respuesta, Las Libres amplió su actividad política a la ayuda directa. Comenzaron a distribuir misoprostol, una píldora de venta libre que causa contracciones uterinas, a personas que buscan interrumpir sus embarazos, independientemente de sus circunstancias. “El aborto es un derecho humano”, enfatizó Cruz y agregó, «Más allá de las creencias, más allá de las restricciones». 

En 2021, luego de años de movilización feminista en todo el país, el aborto fue despenalizado en México.

Pero a menos de un año, como es bien sabido, los EEUU se movió en la dirección opuesta. Cuando Dobbs activó la prohibición inmediata del aborto en estados como Alabama y Oklahoma, Las Libres ya había comenzado a distribuir píldoras en este país, donde el misoprostol no está disponible sin prescripción médica. Ahora, Cruz recibe diariamente entre 10 y 200 solicitudes de ayuda de los EEUU a través del sitio web del grupo, vía telefónica o por el Plan C, una base de datos de recursos de salud reproductiva.

Para satisfacer esa necesidad, las voluntarias transportan por aire y tierra lotes de cientos de píldoras a través de la frontera y luego las envían por correo a las asociadas de la red, quienes las llevan a las personas que necesitan apoyo. A menudo, las acompañantes comparten historias sobre sus propias experiencias con ‘la píldora’ y explican a las personas embarazadas qué esperar. Es un modelo diseñado para brindar atención personal cuando las estructuras sociales fallan. Y ha tenido éxito.

En los últimos cinco meses, Cruz estima que Las Libres ha podido ayudar a unas 10 mil mujeres en los EEUU a abortar, principalmente en Texas, Georgia, Missisippi y Oklahoma.  Sus paquetes de cuidado incluyen misoprostol y mifepristona —de acuerdo al protocolo de dos pasos establecido por la Organización Mundial de la Salud— así como toallas sanitarias, Tylenol, chocolate y una tarjeta, que son costeados con fondos producto de donaciones; $30 es el costo de un paquete o kit gratuito. 

Previo a un evento de recaudación de fondos en el distrito Misión en San Francisco este mes, El Tecolote habló con Verónica Cruz sobre su trabajo, la solidaridad internacional, y cómo se puede apoyar a Las Libres. Esta entrevista al español fue editada por razones de extensión para su publicación en este medio.

MC: Desde su creación, usted y Las Libres no han escondido la naturaleza del trabajo que hacen. Usted incluso sigue haciendo entrevistas y siendo una figura pública en este movimiento. ¿Nos puede contar un poco sobre esta decisión a pesar de los riesgos? ¿Cómo les sirve esa decisión a las mujeres que apoyan?

VC: Creo que las tres cosas más importantes de porque decidimos ser públicas: la primera es que nos asiste la razón. El aborto es un derecho humano, es parte de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres —de las personas que necesitan abortar. Y el derecho a la salud es un derecho universal, más allá de las creencias, más allá de las restricciones. 

La segunda [razón] tiene que ver con interpelar a nuestra propia población sobre las creencias que tiene sobre el aborto. Porque la población tiene muy mala información, mucha ignorancia respecto al aborto, y ahí pesa mucho su forma de juzgar a las mujeres que abortan, a las personas que abortan, en juzgarlas sin saber las razones que llevaron a cada mujer [a esta decisión].

Tercero, creemos profundamente en la autonomía reproductiva, en la decisión sobre nuestros propios cuerpos, que es una decisión personalísima, y que el estado, los gobiernos de los estados, no tienen que intervenir, no tienen que regular cuando sí y cuando no las mujeres, en todos los espacios de nuestras vidas, decidimos sobre nuestros cuerpos… Deberíamos tener todas la libertad para decidir cuándo sí, cuándo no, queremos tener hijos.

MC: Sobre la nota del gobierno y lo que considera ser legal: algo que admiro de Las Libres y movimientos como la Marea Verde en Argentina es que hacen el trabajo de organización crucial fuera de la política electoral o legislativa: lo inmediato, sobre el terreno: apoyo para sacar a la gente de la cárcel o guiarlos a través de abortos. ¿Puede hablar un poco sobre la necesidad de trabajar en estas áreas? El desafiar las leyes contra el aborto, ¿como ayudó a cambiar estas mismas leyes en México?

VC: Los gobiernos no han querido cumplir su rol, que es garantizar los derechos, entonces nos organizamos, las mujeres. La solidaridad entre las mujeres —hoy, la solidaridad internacional— es lo que está salvando vidas. Es lo que está garantizando derechos y lo que está proporcionando abortos seguros. 

En sociedades plurales y democráticas se respetan las ideas y las creencias de todas las personas, pero nadie le puede imponer a otras personas cómo deben vivir sus vidas, [o] lo que es bueno o malo para ellos. Desafiar —lo que ha hecho tanto en el ejemplo que ponías de México y de Argentina— ha despenalizado socialmente el aborto mucho más rápido que los gobiernos.

Cuando los gobiernos, o los tomadores de decisiones, piensen que el aborto quita votos, nadie quiere hablar del aborto, nadie quiere legalizarlo. Pero cuando la sociedad, las mujeres, las personas más jovenes —sobre todo las que votan— están a favor del aborto, los gobiernos cambian mágicamente de opinión. Ahora el aborto en ciertos territorios, justo por esta despenalizion social, ha obligado a que se legalice [el aborto]… porque no se quiere el repudio social. El desafiar a los gobiernos, el hacerlo público, el lograr más rápido la despenalización social del aborto va haciendo que más rápido los gobiernos quieran y decidan garantizar el aborto como un derecho de las mujeres.

MC: Esto es, realmente, una historia de solidaridad. En diciembre, usted vendrá como representante de Las Libres a un evento en San Francisco, en un centro cultural latino de la ciudad. ¿Buscan colaborar de forma más estrecha con latinas en los EEUU?

VC: Sí, totalmente. Obviamente yo como mexicana, nosotras como mexicanas por supuesto que tenemos un objetivo particular con nuestras hermanas, con las mujeres de nuestro país, con las mujeres latinas, porque sabemos que en territorio de los EEUU son las que podrían tener menos acceso [al aborto], son a las que podrían afectarlas mayoritariamente las restricciones solo por su situación migratoria, o porque no van a tener capacidad o movilidad para ir a otros estados protectores, o porque no tienen información. Para nosotras es súper, súper importante llegar a las comunidades latinas.

Las fronteras hoy no importan —no deberían importar. Somos una comunidad latina en la que nos debemos y queremos apoyarnos. Nosotras queremos apoyar a la comunidad latina para llegar a más personas que lo necesiten, con los recursos, con la información, con la organización en redes.

[También es importante] que se vayan formando redes orgánicas que puedan tener la información. En realidad el aborto con medicamiento solo necesita los medicamentos y la información. Todo el otro proceso son las decisiones personales y organizadas de la solidaridad para garantizar los abortos seguros en casa. Justo en esa organización al mismo tiempo está esa garantía de la no criminalización porque son completamente confidenciales. 

Queremos hacer eso con la mayor cantidad de comunidad latina, que nos conozca, que sepa de nosotras, que sepa que somos una opción, ojalá para trabajar y organizarnos de una manera conjunta para hacer llegar toda la información, los recursos, [y] los medicamentos— y todo este modelo que se puede ir multiplicando en todos los territorios.

MC: Estoy segura de que hay personas en estados como California que buscan formas de apoyar a las personas que necesitan abortar. ¿Qué apoyo estás buscando? ¿Cómo puede ayudar la gente?

VC: Son tres opciones. [Primero], las personas pueden enviar los medicamentos a las personas que lo necesitan y allí hacemos un tipo de organización ya concreta con las personas que deciden hacerlo. Sobre todo esto para salvaguardar la información tanto de quien va acompañar o va enviar los medicamentos como de quien lo va a recibir. 

Lo otro es que hay personas que [están ansiosas por enviar pastillas abortivas por correo], entonces les pedimos si pueden organizar las compras de insumos, los medicamentos para los efectos secundarios, dulces, (porque hay personas que se pueden vomitar con el medicamento entonces que tengan dulcitos para que no sepa tan feo la pastilla), o tés para que la gente tenga unos tecitos en el momento del procedimiento, las toallas sanitarias que se necesitan. Hay personas que organizan una colecta para estos insumos [y otras que los compran] y mandan a la gente que sí quiere enviarlos. 

[También] hacemos talleres de acompañamiento para que la gente tenga toda la información de cómo se acompaña a las personas que están decidiendo interrumpir esos embarazos no deseados. Pues para que no estén solas, para que con alguien puedan hablar, para que alguien les pueda dar la información en el momento adecuado ante cualquier duda.

MC: Usted y su trabajo son una inspiración para muchos. ¿Qué le inspira?

VC: La verdad es que me inspiran los problemas. Me encanta resolver los problemas. Entre más difícil me digan que es, más me inspira. Porque pienso eso: que no hay cosas imposibles, que de forma organizada y colectiva las cosas se tienen que resolver y no podemos ceder los terrenos, los derechos, los territorios a la gente que quiere negar derechos, a la gente que no está a favor de la vida de las personas, y a la gente que no tiene razón. No podemos dejar que la gente sin razón, gane. Eso es lo que me inspira.

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Para conocer más acerca de Las Libres, acompañe a Verónica Cruz el sábado 10 de diciembre de 2022, a las 3 p.m., en la sede de Acción Latina (en el 2958 de la calle 24, en San Francisco). 

Para hacer una donación para la causa de Las Libres, visite el sitio en internet: laslibres.org.mx/2022/donaciones/

Para solicitar píldoras abortivas a Las Libres, envíe un correo electrónico a laslibresgto@proton.me. O un SMS, Signal o WhatsApp, al número +524731727025.