Los bateristas de Loco Bloco ensayan. Foto Santiago Mejia

El Teatro Brava inesperadamente se llenó la noche del 26 de abril —algunos no pudieron entrar luego de haberse agotado los boletos— en la cual se llevó a cabo la coronación del Rey y la Reina del Carnaval de San Francisco de este año.

Un total de 20 concursantes compitieron por el codiciado título —desarrollando rutinas de baile de tres minutos y en pleno preparativo del Carnaval— ante un comité de jueces que evaluaron su capacidad de rendimiento, autenticidad del estilo cultural, coreografía, vestuario y, por supuesto, la reacción del público.

Al final, dos concursantes destacaron por su talento y actuación obteniendo una reacción abrumadora de la audiencia: la carnavalesca originaria Oakland, Valencia Newton, coronada Reina, y el cubano de nacimiento Delvis Savigne Frinon, cuya actuación fruto de la fusión de la danza moderna con pinceladas de baile popular del Caribe y salsa, le valieron el título de Rey del Carnaval.

Involucrada en la cultura carnavalesca desde la infancia, Newton fue adoptada por la comunidad de Trinidad y Tobago, siendo influenciada fuertemente por su formación con grupos del Caribe tales como: J’ouvert, Islands of Fire, y el Malick Folk Performing Company. Durante los últimos 13 años, ha trabajado como bailarina colíder y coreógrafa de Sistas-Wit-Folk Style Performance Dance Company, con sede en Oakland.

Los organizadores del carnaval confían en que la concurrencia del sábado en el Teatro Brava, es un presagio de la participación de la comunidad este año en el 36º Carnaval que tendrá lugar del 23 al 25 mayo en el Distrito de la Misión.

Los organizadores también se están aprovechando del éxito de las fiestas del año pasado, al entregar las riendas a los miembros jóvenes de la comunidad, para asegurarse que el festival cultural siga siendo una tradición en el Distrito de la Misión.

“En estos tiempos, con todo el aburguesamiento y los desalojos que están sucediendo en nuestra comunidad…, una de las cosas más importantes es defender nuestra cultura”, dijo Roberto Hernández, un organizador de la comunidad que ha forjado el camino del Carnaval desde sus inicios.

Hernández ha reunido un equipo de cinco jóvenes profesionales latinos —desde estudiantes de secundaria hasta egresados de universidad— a los que entrenará en los diferentes aspectos del carnaval: desde la organización del desfile al mercadeo, promociones, gestión, administración y recaudación de fondos, en los próximos tres años.

“Será un período de transición”, dijo Hernández. “Tengo la intención de pasarles la antorcha y ojalá continúen con el carnaval de las próximas tres décadas”.

Las carencias financieras y el aumento en las restricciones organizativas por parte del Ayuntamiento pusieron a este evento en peligro el año pasado, al igual que los rápidos cambios demográficos de San Francisco que han traído nuevos residentes, mientras desplazaban a muchos de los artistas y músicos que son la base del festival.

“Me quedé conmocionado por la cantidad de gente y nuevos residentes que se quejaban con tanta ira sobre el evento y cómo lo odiaban”, dijo Hernández, en referencia al ruido y las quejas por el estacionamiento que fueron dirigidas a los voluntarios del carnaval del año pasado por algunos residentes. “Es interesante cómo usted se muda a una ciudad urbana —al barrio porque le gusta la cultura— y sin embargo usted no la quiere frente a su casa”

Cerrar la brecha entre nuevos y antiguos residentes, manteniendo la cultura existente de la Misión es un obstáculo que los organizadores esperan superar mediante la participación de las generaciones más jóvenes de la ciudad en el proceso de planificación del festival.

“Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos es que con las nuevas personas que se desplazan en el barrio y las personas que están abusando de la Ley Ellis, estamos perdiendo el sabor latino”, dijo Lorena Reyes, quien a sus 18 años, es uno de los miembros más jóvenes del equipo de Hernández. “Siento que los latinos y otras personas que solían estar entusiasmados con el carnaval sienten que ya no es igual. Estamos tratando de traer de nuevo ese espíritu”.

Bajo la dirección de los ancianos de la comunidad, Hernández confía en que su equipo aportará experiencia y una nueva visión para el Carnaval con el fin de crear una base nueva y duradera.

“La manera en que el Carnaval será diferente a partir de ahora es que estamos tratando de crear una mayor conciencia de marca a través de los medios de comunicación social —que es donde aparecemos nosotros con nuestros puntos fuertes”, dijo Rodrigo Durán, que ha participado en el Carnaval como bailarín desde la infancia, y que se ha apuntado para aprender sobre la organización de Carnaval. Junto con su equipo, el joven de 24 años, ha ayudado recientemente a renovar la página web del Carnaval y está utilizando las redes sociales para promocionar el evento.

“La visión de Roberto es para que lleguemos a ser el enlace entre la nueva industria de la tecnología que está creciendo en la Misión y los residentes originales”, dijo Durán, quien trabaja para una empresa de mercadeo digital. “No podemos controlar Google, no podemos controlar Twitter, y no podemos controlar a la gente que trabaja allí —pero siempre podemos encontrar una forma de comunicarnos”.

Al apropiarse de un tema de la Copa del Mundo para el carnaval de este año, los organizadores confían que el fútbol pueda servir como otro factor de unión para los residentes y los miembros de la comunidad de todos los orígenes.

“Si usted es de o ha visitado América Latina, sabe que el fútbol y el carnaval van de la mano como mantequilla de maní y gelatina”, dijo Hernández, quien agregó que los partidos subsiguientes se llevarán a cabo durante el Carnaval en los campos cercanos, abiertos a cualquiera que quiera jugar. “El fútbol es el deporte número uno en el mundo —se juega por personas en todas partes, y estamos muy entusiasmados con la promoción de algo que es una gran parte de nuestra cultura”.

—Traducción Emilio Ramón