Tras huir de Chile como refugiado político, un jardín se convirtió en símbolo de curación y recuerdo
Aldo Cabello, en el patio trasero de su casa, reflexiona sobre todo el trabajo que le costó llegar a Oakland como refugiado político chileno junto con su mujer, Cristina, y su entonces hija pequeña, Lorena. En 1973, el general Augusto Pinochet derrocó al presidente socialista chileno Salvador Allende mediante un golpe de Estado apoyado por los EEUU.
Un escuadrón de asalto militar de derecha, llamado Caravana de la Muerte, detuvo, torturó y ejecutó a su hermano, Winston Cabello, un joven economista de Copiapó, una pequeña ciudad rural del norte de Chile.
«Mataron el espíritu de los chilenos —los militares—, torturaron a la gente con miedo», dijo Cabello. «Ese miedo persiste hoy».
La ejecución de su hermano le permitió encontrar formas de seguir adelante, a pesar de vivir con las cicatrices y los recuerdos causados por la dictadura. Cabello se inclinó por la jardinería y proyectos relacionados. Posee una gran casa situada junto a una calle residencial de frondosos árboles, al norte de Oakland. Ha sido el hogar de la familia Cabello durante los últimos 38 años. Bajo su cuidado y su amor por la jardinería, el patio trasero se convirtió en un símbolo de curación y recuerdo al transcurso de los años. También inspiró un vínculo padre-hija con la mayor de sus tres hijas, Lorena, que era sólo un bebé cuando se produjo el golpe.
«Lo considero un elemento curativo», dice Lorena. «Estar en el jardín, cuidar la tierra y las plantas es muy terapéutico».
A lo largo de los años, Cabello ha traído semillas de sus viajes a Chile y las ha plantado en el patio trasero, las cuales siguen floreciendo. Detrás de él señala un árbol que transportó desde su país a Oakland, un homenaje a las raíces chilenas de la familia. Su amor por la jardinería está ligado a los recuerdos que tiene de su padre cuidando su propio jardín. Ahora, él y su hija comparten ese mismo amor. Describieron el jardín como una «jungla» cuando la familia se mudó por primera vez a la casa, pero lo han transformado y mantenido meticulosamente, permitiendo al mismo tiempo que la vegetación crezca robusta.
En ese patio trasero cultivan higos, tomates, maíz y otras frutas y verduras; además de flores, plantas y árboles, tienen una pequeña granja de pollos, al pliegue del cementerio Mountain View, de 226 acres, fundado en 1863.
Según la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, unos 40 mil chilenos fueron torturados y más de 3,500 ejecutados. Cabello cree que la mayoría de los chilenos han luchado por expresarse debido a la opresión y las injusticias del pasado. En muchos sentidos, el jardín simboliza el trabajo mental y físico que supuso reconciliarse con el pasado y avanzar sin olvidar.