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Tomó cerca de diecisiete meses para que el Departamento de Policía de San Francisco absolviera a los oficiales que dispararon y dieron muerte a Alejandro Nieto luego de confundir su taser con un arma.

La decisión de la policía de San Francisco de cerrar la investigación sobre el tiroteo se produjo después de que el  Fiscal de Distrito de la ciudad y ex jefe policía George Gascón, enviara el 12 de febrero una carta al actual jefe de policía de San Francisco, Greg Suhr.

La carta detalla la investigación del fiscal concluyendo que los cuatro oficiales involucrados en la muerte de Nieto actuaron “legalmente en defensa propia y en defensa de los demás”.

La carta destacó el historial de Nieto respecto a su enfermedad mental, así como los hallazgos de las pruebas de toxicología que indican que no estaba tomando sus medicamentos prescritos al momento del suceso. También citó que Nieto tuvo dos previos contactos con las fuerzas del orden, ambos en el 2011 y resultando también de ambos el que fuera puesto en confinamiento durante 72 horas por salud mental.

Pero los partidarios del caso Nieto, más concretamente, la coalición Justicia para Alex Nieto y el bufete de abogados que representa a su familia, no aceptan el veredicto.

“La investigación de la policía no toma responsabilidad civil por lo que ocurrido”, dijo Adante Pointer, un abogado asociado en la oficina del abogado de derechos civiles John Burris, quien representa a la familia Nieto. “Las conclusiones a las que llegaron no sorprenden ya que la tendencia de la policía es proteger a los suyos. La policía tiene un antecedente que le caracteriza por no estar dispuesta a aceptar la responsabilidad de sus actos, especialmente en estas muertes”.

Según la carta de la Fiscalía, Nieto mostró y disparó su taser hacia los oficiales y estos, creyendo que era una pistola, dispararon 59 tiros, acertándolo en al menos diez ocasiones.

Sin embargo, tanto Pointer como Benjamin Bac Sierra, portavoz de la Familia Nieto, confirmaron la versión de un tercer testigo que contradice la versión de la policía respecto a los disparos.

“No confío en que la policía haya realmente seguido o considerado la declaración de ese testigo en su análisis final”, dijo Pointer. “Los oficiales tienen gran interés en proteger sus traseros, mientras que una tercera parte que no tiene vela en el entierro está diciendo ‘Hey, no sucedió de la manera en que la policía dice que pasó’”.

Ese testigo, según Bac Sierra, estaba en el área esa noche paseando un perro y asegura que Nieto nunca hizo nada amenazante.
“Los oficiales, según el testigo, no tuvieron ningún tipo de comunicación con Alex. Ellos sacaron sus armas y comenzaron a disparar. ¿Por qué esto nunca se dijo en el informe de ningún fiscal de distrito?”, dijo Bac Sierra.

Según la carta del fiscal, los testigos vieron a un hombre alrededor de las siete de la noche el  21 de marzo de 2014 caminando por el parque Bernal Hill, con una chaqueta rojo brillante y algunos pensaban que llevaba una pistola enfundada.

Otro testigo, que tuvo un altercado con Nieto después de que su perro sin correa siguiera a Nieto, dijo haberlo visto desenfundar su taser y reconocer que no era un arma de fuego.

Los oficiales de policía, sin embargo, no fueron capaces de hacer esa distinción.

Según la carta, el oficial Richard Schiff y el sargento Jason Sawyer, ambos uniformados, respondieron a las llamadas al 911 con el reporte de un hombre latino con una pistola enfundada en el parque Bernal Hill. Sawyer, que estaba en el asiento del pasajero de la patrulla, dijo haber visto un bulto al lado derecho de Nieto e instruyó a Schiff para detenerse a unas 25 ó 30 yardas frente a Nieto.

Ambos oficiales gritaron varias veces “¡Muestra tus manos!”, antes de que según Nieto, sacara el taser.

“Lo que esperan de nosotros es que aceptemos… que de tener las manos alzadas le permitieron llevarlas a su funda, tomar el taser y sacarlo, y luego apuntarle a los oficiales antes de que estos comenzaron a disparar”, dijo Bac Sierra. “Es un pequeño detalle, pero que se suma a la falta de credibilidad… de lo que lo policías entrenados permitirían hacer eso a alguien una situación tal”.

Según la carta, ambos oficiales dispararon a Nieto, quien cayó al suelo con la cabeza y brazos extendidos, y con el taser aun dirigido hacia los oficiales. Los oficiales Nathan Chew y Roger Morse llegaron poco antes de los primeros  disparos y se unieron al tiroteo.

Los cuatro oficiales continuaron disparando hasta que la cabeza de Nieto y el taser cayeron.

“Cuanto más revisamos el caso y los hechos… cuanto más vemos que lo que la ciudad y el departamento de policía están diciendo simplemente no cuadra”, dijo Pointer. “Y estamos deseando que llegue el día en que en realidad podamos mostrar nuestros propios hechos y teorías, lo que sucederá durante el juicio o poco antes de que este se lleve a cabo”.

El caso se encuentra actualmente en hallazgo de pruebas y permanecerá así durante unos 60 días. Una vez finalizado ese período, según Pointer, su equipo legal tendrá más libertad para discutir los resultados de su investigación.