Rita Bernadette Cunningham Serravalli Howard. Foto courtesía: M.P.R. Howard

Rita Bernadette Cunningham Serravalli Howard que, pese a su pequeña estatura, era una guerrera incansable, murió el 17 de febrero en San Francisco, después de un largo periodo de enfermedad. Tenía 71 años.

Descrita por su compañero, M.P.R. Howard, como la “enana” de su familia, Rita nació en el áspero barrio de Hell’s Kitchen en Manhattan y criada en Queens.

“Tenías que aprender a manejar las cosas. Sólo sobrevivías siendo un poco mezquino y un poco más malicioso que el otro”, dijo Howard sobre Rita. “La broma en la familia es que la dinamita siempre viene en pequeñas porciones”.

Rita conoció a su compañero Howard en 1976 en Southbridge, Massachusetts, y se convirtieron en compañeros de habitación en un proyecto de vivienda. Se casaron en 1981 en Colorado, y se trasladaron a la Misión en 1982.

Estuvieron casados ​​legalmente por 35 años, pero permanecieron juntos por 40 años, viviendo juntos los primeros cinco años de su relación, “para ver si podían soportarse bajo el mismo techo”.

Después de mudarse a la Misión, Rita y Howard vivieron y trabajaron en el Hotel Royan durante 10 años. Rita trabajaba como mucama, mientras que Howard se desempeñaba como recepcionista en el turno nocturno.

La pareja dejó el hotel en 1991, y Rita trabajó como conserje en la Universidad de California, en San Francisco, y Howard como fotógrafo para El Tecolote. Rita trabajó en la UCSF por 20 años, y fue diagnosticada hace dos años con la enfermedad que cobró su vida.

Nacida con discapacidad auditiva, Rita estaba completamente sorda de un oído y tenía 95% de sordera en el otro. Con un sistema escolar como el de la Ciudad de Nueva York, que rechazaba enseñar el lenguaje de señas americano a los estudiantes con discapacidades auditivas, Rita se hizo hábil para la lectura de labios.

Con solo 95 libras de peso, Rita era una cascarrabias. “No se dejaba de nadie”, dijo Howard.

Eso significó montar en cólera más de un par de veces. Una vez, mientras trabajó brevemente en el YMCA de la Golden Gate Avenue, ella puso de rodillas a un hombre tras golpearlo en la ingle, luego de que él no dejara de molestarla por dinero, según narró Howard. En otra ocasión hizo lo mismo con un padrote que la había tratado de reclutar.

Rita también tenía un don para discutir, algo que Howard extrañará.

“Nosotros discutíamos de todo, hasta de lo que habríamos de cenar”, dijo Howard. “Como dije, ella era dura de roer”.

A Rita le sobrevive su pareja M.P.R. Howard, dos hijos, Frank Thomas Serravalli Jr. y Arthur Daniel Gerardo Howard, y tres sobrinas.

Pueden hacerse donaciones para el memorial de Rita B. Howard en Bank of the West, ubicado en el 2812 de la Calle Misión. Para obtener información sobre los servicios funerarios pendientes, comuníquese con M.P.R. Howard al 415-206-9958.