[su_carousel source=»media: 36809,36810,36807,36808″ limit=»65″ link=»lightbox» target=»blank» width=»800″ height=»540″ responsive=»no» items=»1″][su_carousel limit=»65″ link=»lightbox» target=»blank» width=»800″ height=»540″ responsive=»no» items=»1″] [/su_carousel]

Pocos estudiantes tienen los recursos suficientes para pagar una carrera en derecho, especialmente si la colegiatura semestral cuesta $25 mil. Gabriela García de 29 años, una beneficiaria de Acción Diferida para los Llegados durante la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), es una de las estudiantes que ha sido forzada a casi abandonar la escuela de derecho.

En 2016, la Facultad de Derecho de la Universidad de San Francisco le dio a García una semana límite para pagar $5 mil, de lo contrario, tendría que darse de baja de sus clases.

“Hay un serio problema para los DREAMers en escuelas profesionales”, dijo Bill Hing, director de la Clínica Defensiva de Deportación de la USF. “Y los federales no hacen mucho por los DREAMers”.

García confió a su compañera, Monica Valencia, de 35 años, que necesitaba  desesperadamente ayuda. Valencia aceptó hablar con sus mentores Hing y Jacqueline Brown Scott acerca de la situación, con la esperanza de encontrar una solución. Juntos los tres, luego de intercambiar ideas, tomaron una decisión —empezar a recaudar fondos para Gabriela.

Después de resultar un éxito, Valencia se dio cuenta que García no era la única estudiante indocumentada que necesitaba ayuda financiera. En diciembre de 2016, ambas tuvieron la idea de comenzar el Dreamer Fund, un programa que ayudaría a otros estudiantes con similares dificultades financieras, a pagar por su educación.

Desde su fundación, el Dreamer Fund ha otorgado tres becas (dos de $1 mil y una de $500) y su mesa ejecutiva ha crecido a 13 miembros en total. También ha creado un programa mentor-estudiante, para ofrecer asistencia a otros estudiantes.

“Estoy muy agradecida y honrada de tener este equipo en esta lucha”, dijo Valencia.

“Nada de los que hacemos funciona sin el equipo entero”.

Antes para recaudar fondos, el Dreamer Fund ha pedido a artistas donar su arte para venderlo en una subasta. Ahora, en su campaña más grande para recaudar fondos, juntos formaron al #Undocufest. Anunciado como la “recaudación de fondos inaugural” del Dreamer Fund, el #Undocufest, se llevará a cabo el 10 de febrero de 2018 en El Río, bar ubicado en la Misión. El evento tiene como objetivo, juntar música y arte en una “celebración de la comunidad”, explicó Garcia.

Además de la subasta silenciosa, también habrá presentaciones de DJs, grupos musicales, hip-hop y poetas de spoken-word,  así como la presentación especial de los miembros de la Clínica Defensiva de Deportación, entre ellos, Hing, Brown, y Alex Mensing, coordinador de proyectos de Pueblo Sin Fronteras.

“Queríamos participación y abogacía”, dijo Valencia. “Queríamos incluir a estudiantes y a la comunidad”. Ellos esperan una asistencia de trescientas personas.

Desde muy jóvenes, García y Valencia sabían que querían ir a la universidad para estudiar derecho. García, originaria de Michoacán, planea a graduarse de la USF este mayo. Valencia, quien fue criada en Los Angeles y es hija de dos inmigrantes, se recibió recientemente de la facultad de derecho de la misma universidad.

“Comenzó como una emergencia y ahora estamos en el proceso de convertirlo oficialmente en una organización sin fines de lucro”, dijo Garica.