Iris Canada. Cortesía: Housing Rights Committee

Iris Canada, una mujer de cien años de edad, que muriera semanas después de ser desalojada, solo tenía un deseo: regresar a su querido hogar.

Pero fue desalojada por sus arrendadores, Peter Owens, Carolyn Radische y Stephen Owens, quienes planean convertir su edificio en condominios.

Los abogados Andrew Zacks y Mark Chernev, se encargaron del desalojo de esta centenaria mujer, algo que no debieron hacer.

A ella también la desalojó el juez de la corte superior, A. James Robertson II, quien, al parecer, no le creyó al abogado de la señora Canada cuando éste dijo que ella no podría sobrevivir al desalojo.

Fue también desalojada por la alguacil Vicki Hennessy, quien cambió las cerraduras de la casa sin el respectivo notificado, mientras la señora se encontraba en una actividad para personas de la tercera edad. Hennessy dijo que pensó sería mejor para la señora Canada hacer eso mientras se encontraba fuera de casa.

Iris Canada fue hospitalizada luego de ser desalojada y pasó el resto de sus semanas de vida hospitalizada, para finalmente sucumbir a un infarto provocado por el estrés de haber sido arrojada a la calle y la pérdida de su hogar, el cual habitó por más de cincuenta años.

Todas sus pertenencias fueron guardadas en un almacén, luego de que los propietarios y sus abogados la echaron fuera de su domicilio. En sus últimos momentos, preguntó por sus pertenencias.

Solo quería regresar a casa. Pero le quitaron su hogar.

Descanse en poder, Iris Canada. Continuaremos la lucha en su honor.

Flores y velas fueron colocadas al exterior de la que fuera la casa de Iris Canada, durante la velada en honor a su vida el miércoles 29 de marzo de 2017. Foto: David Sarah Bogachik