La artista Colette Crutcher trabaja en una marioneta de papel maché en su estudio el 18 de abril. La marioneta será utilizada el primero de mayo durante la marcha por el Día Sin Inmigrantes. Foto: Shane Menez

El lunes 1 de mayo, los miembros de un grupo de San Francisco llamado Coalición 1 de Mayo esperan que miles de personas participen en la manifestación Un Día Sin Inmigrantes.

El May Day —que conmemora un sangriento incidente ocurrido en 1886 en Chicago, en el que 40 mil empleados se declararon en huelga y se enfrentaron con la policía — es un día festivo oficial en casi 70 países y extraoficialmente se celebra en muchos más. Pero apenas se reconoce en los EUU, donde comenzó.

En la primera parte del siglo XX, el gobierno de los EEUU trató de frenar la celebración y borrarla de la memoria pública estableciendo el Día de la Ley y el Orden. Luego, una celebración ‘oficial’ de los trabajadores fue designada como Día del Trabajo en septiembre. Esa fecha generalmente se celebra con ventas especiales en Macy’s y algunas otras mega cadenas comerciales. En lugar de honrar a los trabajadores, la celebración se centra más en cómo separar a la gente de sus dólares duramente ganados, con ‘descuentos increíbles’. ¡Seguro que parece más una celebración del capital que del trabajo!

La Coalición 1 de Mayo está enfocada en dar a esa celebración el papel importante que merece en los corazones y la mente de la gente de esta nación. En estos días tan peligrosos e inciertos, cuando aparentemente un hombre-niño petulante está al mando del       gobierno, jugando irresponsable-mente con sus recién descubiertosjuguetes (incluyendo lo que los medios de comunicación del ‘establishment’ celebran como ‘la madre de todas las bombas’), necesitamos reuniones y celebraciones como Un día sin inmigrantes.

¡Tenemos que recordar que todos somos inmigrantes en este país! ¡Este día no se llama un día sin inmigrantes latinos! ¡Es un día sin inmigrantes! ¡Punto!, Como decía nuestro querido poeta nuyorican Piri Thomas, al finalizar sus poemas.

Anthony Holdsworth y Rafael Velázquez participan en una fiesta de elaboración de carteles, en el Distrito de la Misión, para ser utilizados en el próximo primero de mayo, el Día Sin Inmigrantes. Foto: Angelica Williams

Los organizadores son una real mezcla de chicanos y latinos, pero es más que una reunión de morenos. Los blancos, negros, amarillos y rojos también están presentes, trabajando por objetivos comunes: la celebración y despenalización de los inmigrantes y la iluminación de las increíbles posibilidades que una unidad multicultural de ciudadanos y no ciudadanos puede ofrecer a este país.

En una nota relacionada, justo anoche, mientras disfrutaba de mi ‘trabajo’ como juez de la elección de la Reina y Rey del Carnaval de San Francisco 2017, pude ver un hecho impresionante: muchas de esas personas que trabajan duro para organizar ‘Un día sin inmigrantes’, también estaban en el escenario, celebrando su trabajo en el Carnaval, ¿Acaso no durmieron?

Entre los muchos trabajadores en ambos eventos nuestro ‘alcalde de la Misión’, Roberto Hernández, citaba una frase hecha famosa por Concha Saucedo y la gente del Instituto Familiar de la Raza: “La Cultura Cura”. Por cierto, el Instituto participa también en esta marcha, prestando sus espacios para los ensayos y contando con la presencia, como siempre, de Berta Hernández, quien dirigirá un contingente de mariposas monarca, que simbolizan la migración como un derecho natural.

También estuvo Stella Adelman, la organizadora principal del concurso de la Reina y el Rey del Carnaval, quien representaba a la icónica Dance Mission. Stella también está colaborando en la organización de la marcha del 1 de mayo. Ella se encargará de la coreografía y Dance Mission Theatre prestará sus salones para los ensayos. “¡Se necesita un Barrio para salvar un Barrio!” ¡Muy cierto!

Dado que hice referencia al concurso de la reina y el rey, debo decir algo acerca de esa hermosa noche: el sábado 15 de abril, el teatro Brava se llenó de plumas, samba, sonrisas y belleza, de los maravillosos participantes y los gritos de la audiencia entusiasta.

Los ganadores —el Rey 2017, Antoine Hunter, y la Reina, Tiombe Valone— serán sin duda monarcas maravillosos.

Le mencioné a una de mis compañeras jueces, Michelle Martin, una conocida coreógrafa y maestra de SOTA (Escuela de las Artes): “¡Prefiero tener a estos dos como nuestra primera pareja, en lugar de Donald y Melania!”

Mientras nosotros organizamos Un día sin inmigrantes (digo “nosotros”, porque también estoy participando en esa coalición, con mis estudiantes de la Universidad Estatal de San Francisco), podemos trazar algunos paralelos entre 1886 y la actualidad.

No esperamos la violencia de aquel entonces. Nuestro evento será una marcha alegre, fuerte, inclusiva, orientada a la familia, llena de canciones, esperanza y energía curativa.

En otra comparativa, en 1886 los trabajadores tenían la capacidad de movilizar a decenas de miles de personas en las calles de una ciudad importante para proclamar: “Así es la democracia”. En 2017 creemos que también vamos a movilizar a miles de personas por las calles, para proclamar en voz alta nuestras demandas actuales.

No podemos esperar a cantar, por ejemplo: “¿Por qué estamos aquí? ¡Para luchar contra el miedo! “ O bien: “¡No al veto! ¡No al muro! ¡Santuario para todos!”

Un día sin inmigrantes comenzará con un mitin a las 11 de la mañana en la Plaza Justin Herman, seguido de una marcha hacia el Centro Cívico, donde a las 1 de la tarde varios ponentes y artistas se dirigirán a la multitud reunida.