Una ceremonia con tambores nativo americanos dio comienzo a la reunión comunitaria. Foto Katia Fuentes

El pulso rítmico de los tambores en una ceremonia indígena hizo eco en los pasillos de la Escuela Secundaria Everett mientras al menos 75 padres de familia, estudiantes, trabajadores y miembros de la comunidad llenaron la cafetería.

Se reunieron para lamentar la pérdida del programa Mission Beacon gestionado por la organización Mission Neighborhood Centers (MNC), que muchos creen es otra víctima más de la ola de desplazamientos en la Misión.

“Me encuentro hoy aquí con mi corazón en un puño, sintiendo que están separando a nuestra familia”, dijo Márquez Gray, empleado de Beacon, con lágrimas.

Durante los últimos ocho años, el Beacon Center de la Misión ha funcionado bajo la tutela de MNC, una organización de 50 años de antigüedad sin fines de lucro y con sede en la Misión que brinda diversos servicios sociales a la comunidad.

El pasado abril, el Departamento de Niños, Jóvenes y sus Familias de San Francisco (DCYF por sus iniciales en inglés) anunció que MNC ya no sería el proveedor de servicios en el lugar de Mission Beacon.

Aproximadamente 170 estudiantes están inscritos en el MNC Misión Beacon —un programa extraescolar donde los estudiantes acceden a apoyo social, comida, actividades y ayuda con las tareas. También facilitan programas vespertinos y fines de semanas para los familiares.

¿Están desplazando a MNC?
Basado en el modelo de la ‘Zona de los Niños de Harlem’ —el cual promueve la construcción de comunidad como un método para mejorar el rendimiento de los estudiantes y el barrio que los rodea— los centros Beacon de San Francisco son gestionados por organizaciones sin fines de lucro locales.

Cada dos años, el Distrito Escolar Unificado de San Francisco (SFUSD por sus iniciales en inglés) y DCYF emiten una ‘Solicitud de propuesta’ para la iniciativa Beacon cuando el contrato con el proveedor de servicios expira. Este año, la solicitud de la ubicación en la Misión se emitió el 7 de enero.

Santiago ‘Sam’ Ruiz, Director Ejecutivo de MNC, se sorprendió cuando recibió una llamada telefónica de Maria Sue, directora ejecutiva de DCYF, diciéndole que “(MNC) dejaría de ser el proveedor de servicios”.

Conforme a Sue, la respuesta a la solicitud de financiación “no fue bien recibida”.

Sin embargo, dos organizaciones respondieron a la solicitud de respuesta —MNC y la Coalición de Escuelas Esenciales Pequeñas de San Francisco (SF-CESS por sus iniciales en inglés).

MNC recibió una puntuación total de 84, y se recomendó que se la financiara, mientras que SF-CESS, con una puntuación de 43, no fue recomendada para su financiación, de acuerdo con las hojas de puntuación DCYF.

A pesar de que estos resultados revelan que el comité de revisión de DCYF originalmente seleccionó a MNC, este no fue el veredicto final.

Lena Van Haren, directora de la Escuela Secundaria Everett supuestamente declaró que la propuesta de MNC “no es acorde con los valores, la misión y la cultura de la escuela”.

El 21 de abril, DCYF y SFUSD emitieron un ‘Aviso de fondos disponibles’ (NOFA) para la Mission Beacon que reabrió el proceso de solicitud. Se les dio 12 días a las organizaciones aprobadas por la alcaldía para responder a una solicitud de 36 páginas modificadas.

En una comunicación por correo electrónico al personal y los padres, Van Haren declaró que DCYF decidirá conforme a la recomendación de la escuela. Ella no estaba disponible para hacer comentarios sobre el tema.

El nuevo proveedor del servicio se anunciará públicamente el 14 de mayo.

Valerie Tulier, directora del Beacon, lee un cartel donde los estudiantes escribieron sus reacciones al posible cierre. Fhoto Katia Fuentes

La lucha para salvar MNC Misión Beacon
Muchos del personal de MNC, estudiantes y padres encontraron el rechazo a su propuesta Beacon injusta.

“Las tres lecturas de nuestra propuesta destacaron un ambiente seguro según lo expresado tanto por los jóvenes Beacon como por sus padres. Recibimos una puntuación más alta que el otro solicitante”, dijo Ruiz en una reunión celebrada el 28 de abril en el auditorio de la escuela secundaria Everett.

La larga reunión de tres horas estuvo marcada por los testimonios emocionales de los estudiantes de MNC Beacon, padres y personal.

“He asistido a Beacon durante tres años. Se trata de tener la educación, de divertirse. ¿Cómo podemos tener una directora, que ni siquiera ha estado aquí por un año, que venga y nos diga que nos tenemos que ir?”, dijo uno de los estudiantes.

Algunos miembros del personal ven el incidente como parte de algo más grande, una ola de aburguesamiento que está golpeando la Misión.

“Soy una mujer de color, conozco mi historia, conozco la historia de la gente de color, y para mí, este es un ejemplo de superioridad racial internalizada”, dijo Tulier con vigor, mientras la multitud se puso de pie y aplaudió solidaria.

Aunque controvertida, parecía articular un sentimiento que muchos de los asistentes habían estado esperando expresar.

La justicia social ha sido siempre un componente del programa. El MNC Beacon es donde nació la propuesta ‘Mission Peace Collaborative’, un plan de paz de cinco años que trabaja en aras de aliviar el barrio de la violencia desde una perspectiva de salud pública; y también la plataforma ‘Our Mission No Evictions’, una coalición formada para luchar contra los desalojos injustos que están sucediendo en el barrio.

El personal habló en contra de la decisión y en defensa del bienestar de los niños del programa. Gray tuvo la última palabra, y planteó unas reflexiones notables.

“Dense cuenta de cómo ningún miembro del personal aquí esta noche mencionó nada a usted, el DCYF y la señora Van Haren sobre sus puestos de trabajo. En un mes, la mayoría de nosotros estaremos en riesgo de perder nuestros empleos, pero lo único que nos importa es los niños. Eso es amor”, dijo.

Ruiz confirmó que MNC no volvería a solicitar la financiación a través del NOFA.

En su lugar, se centrará en abogar por un proceso más transparente a la hora de revisar las propuestas Beacon en futuros procesos de selección en toda la ciudad.

El alma de MNC Mission Beacon
Los ocho centros Beacon albergados en escuelas públicas por toda la ciudad son muy diferentes, según Maria Sue.

Adornado con un colorido mural estilo Misión, la fachada del centro Beacon conduce a un espacio pintado de color turquesa y púrpura, lleno de arte hecho por los estudiantes y atrapasueños colgando del techo.

“Cada día antes de que lleguen a nuestro programa extraescolar los estudiantes, nos reunimos y agrupamos para quemar salvia, no por una razón religiosa, sólo para honrar a los que estaban aquí antes que nosotros”, recordó Valerie Tulier, directora actual de Mission Beacon, también conocida como ‘Mamá Osa’ por los estudiantes.

Se dice que Beacon tiene un impacto duradero en los estudiantes que han pasado por el centro. Este es el caso de Killari Meredith, quien era estudiante de la escuela Everett.

“Después de que mis padres se separaran, estaba teniendo problemas para concentrarme en la escuela. Cuando entré por primera vez en el programa Beacon estaba en séptimo grado. Sentí amor y respeto”, dijo Meredith.

Recuerda con cariño la forma en que lo formó el programa.

“Estaba más interesado en venir al programa que en asistir a mis clases regulares. Empecé a motivarme, me dieron confianza”, dijo. Meredith, que ahora tiene 20 años de edad, dice que consiguió su trabajo de ensueño como persona que provee seguridad y apoyo en el centro.

Los estudiantes tienen la opción de participar en diferentes programas como un club que guía en la carrera hacia la universidad, un grupo de andar en patineta, un laboratorio de computación, un taller de medios de comunicación y deportes, entre otros.

Mientras se desconoce el futuro de la familia MNC Beacon, sus raíces son profundas en la comunidad, y es probable que encuentre un nuevo hogar en otro lugar.

“Lo que más voy a extrañar es el sentimiento de alegría que esta familia me da todos los días”, dijo Tulier, junto a una pieza de arte que dice ‘juntos podemos cruzar la lava caliente’, colgado en la pared.

—Traducción Alfonso Agirre