Edwin Lindo está postulándose para Supervisor del Distrito 9 en 2016. Foto courtesía: WhySF Harvey Photography

Entre los que compiten por el asiento de Supervisor del Distrito 9 de San Francisco que David Campos dejará vacante el próximo año, se encuentra el nacido en la Misión, Edwin Lindo, quien se ha comprometido a servir a la comunidad que lo vio crecer.

“Cuando alguien tiene ese punto de vista para la creación de políticas, toda política inherentemente será impulsada por la comunidad”, dijo Lindo, quien cumplirá 29 el 20 de diciembre. “Quiero trabajar con la comunidad para crear una Política del Poder Popular”.

Los asuntos que enfrenta el Distrito 9 (conformado por partes de la Misión, Bernal Heights y Portola) no sólo son importantes para él, pues afectan a la comunidad latina, sino también porque él y su familia se han visto afectados durante toda su vida. Él ha luchado y ganado cuatro batallas de desalojo, pero se ha visto obligado a mudarse durante ese proceso.

“El aburguesamiento tiene un efecto psicológico negativo a largo plazo, explica Lindo, cuyo barrio ha perdido ocho mil latinos en la última década. “Cuando uno es desplazado es difícil volver a la raíz nuevamente, perdiéndose el sentido de sí mismo”.

Lindo, quien es vicepresidente de asuntos exteriores del San Francisco Latino Democratic Club, tomó la decisión de postularse como supervisor con la esperanza de conseguir que más gente de color y latinos participen en puestos de toma de decisión. Rechaza el término ‘posición de poder’ para describir un lugar donde él quiere estar.

“Las personas tienen el poder, no yo”, dijo Lindo, insistiendo en que al reconocer la voz de todos como poderosa, la gente del Distrito 9 se sentirá más cómoda externando sus preocupaciones y con ello tendrá más confianza la comunidad para gobernarse a sí misma.

“Hay líderes y activistas que se reúnen para velar por la comunidad”, declaró “Quiero dar un paso más allá y reunir no sólo a los líderes. Tengamos un diálogo con la comunidad”.

Lindo dice que muchos latinos de clase trabajadora no confían en el gobierno, sienten que no los representa y que aquellos que confían no saben precisamente cuál es su lugar en la política. Él explica que la ley es difícil de entender y que la gente de clase trabajadora en general no tiene tiempo para analizarlo.

“Usted debe votar. Es su voz”, dijo Lindo.

Pero él entiende por qué uno no lo haría. Creció con la ayuda de la asistencia social, con cupones de alimentos y ropa de segunda mano.

“La gente tiene que sobrevivir”, comentó. “No se puede siquiera pensar en ser un activista porque tienes que ocuparte de poner comida en la mesa”.

El padre de Lindo, Edwin, huyó de Nicaragua a los 17 años, evitando la carnicería de la guerra civil.

“(Él) no cree que el gobierno trabaje para la gente, que es un sistema opresivo que mantiene a las personas privadas de sus derechos, por lo general la clase trabajadora de color”, dijo Lindo de su padre. “Mi padre pensó: ‘El gobierno es corrupto, así que me voy a quedar fuera de él’”.

Lindo espera generar el cambio que influya en la comunidad de manera que sirva a la gente, y expresó que quiere involucrar a la gente que de otra manera no lo estaría. Cree en el Distrito de la Misión, refiriendo que éste tiene valores progresistas y ha luchado históricamente por los derechos humanos, salarios dignos y a favor de la clase trabajadora de color.

“Esta comunidad me permitió ir a la universidad, graduarme, trabajar en una empresa de tecnología, cuidar de mi papá y comprar una casa para él”, dijo Lindo.

En medio de tanta luchas, el apoyo que recibió le ha dado el sentir de que su barrio es un lugar donde “se puede prosperar”.

Lindo cree que lo que la gente necesita es a alguien de la comunidad que los represente.

“Si me eligen, no rendiré cuentas a los electores, sino ante mi familia”, dijo Lindo, explicando su sentir de conexión familiar con la Misión.

Con la idea de que la voz de cada uno debe ser escuchada, Lindo promete iniciar el diálogo con tantas personas sea posible, incluso con aquellas que han perdido la esperanza conforme el barrio ha ido cambiando.

“Tengo que llegar directamente a ellos, tocar a su puerta y decir: ‘Necesitamos de tu voz’”, dijo Lindo.

—Traducción­ Katie Beas