El arte, el teatro y una educación impulsada políticamente en el Distrito Misión fueron los marcadores fundamentales que alimentaron la pasión de Alma Herrera-Pazmiño por contar historias: «Toda mi carrera educativa después de la escuela fue realmente fundamental para ver el mundo a través del arte», dijo Pazmiño a El Tecolote.

De niña, participó con frecuencia en producciones locales y programas comunitarios como Loco Bloco, que incorpora tradiciones afrolatinas para involucrar a los jóvenes de San Francisco a través de la música, la danza y el teatro. Fue allí donde comenzó a participar en el Teatro del Oprimido: «Recuerdo que había una obra llamada ‘Burning American Dreams’ y trataba sobre mis vecinos del otro lado de la calle, que estaban siendo desalojados. Aprendí lo que eran los desalojos con la Ley Ellis cuando estaba en quinto grado. Fue la primera vez que me vi reflejada en una obra de teatro y al año siguiente me eligieron para participar».

Su participación en estos espacios influyentes allanó el camino para su carrera como cineasta. Pazmiño actualmente aparece en la programación del Festival de Cine Latino Cine+Más con su cortometraje de 12 minutos que escribió, produjo y dirigió, titulado ‘#LaGaybie’.

Cine+Más SF es una organización sin fines de lucro en su decimoquinto año de historia que muestra el trabajo de creadores emergentes y establecidos de los EEUU, Latinoamérica, España y Portugal. Cine+Más SF tiene programación durante todo el año y eventos especiales que buscan promover las comunidades latinas a través de las artes visuales, escénicas y literarias.

#LaGaybie es una historia sobre la mayoría de edad que describe el viaje de Simona, unx joven LGBTQ+ que navega por las expectativas familiares y sociales sobre la identidad. La película comienza con lx protagonistx, Simona, rellenando un cuestionario de un libro que le entregó su prima Raquel, también queer, titulado ¿Qué clase de Queer eres?

Un fotograma del cortometraje #LaGaybie, donde la protagonista, Simona, interpretada por Angie Marie Espinoza, se maquilla. Cortesía de Alma Herrera-Pazmiño

«Escribí este cortometraje y se basa en algunas cosas: la experiencia de salir del armario y lo que aprendí a través de las experiencias de mis amigos, crecer en hogares realmente católicos y ser queer. La otra pieza giraba en torno a estas cajas heteronormativas que mi comunidad queer también coloca dentro de nosotrxs mismxs: [una] especie de actuación de género que tienes que desempeñar en función de quién eres [o] con quién estás saliendo».

‘Femme’, ‘Lipstick Lesbian’, ‘Flirt’ y ‘Gold Star’ fueron palabras que se muestran en negrita en rojo en la siguiente escena, todos términos que pueden considerarse controvertidos, ya que pueden usarse para encasillar a las personas queer.

«[La] idea de que dos sementales o dos marimachos no pueden estar juntos porque uno tiene que ser el más femenino y el otro tiene que ser el más masculino», dijo Pazmiño a El Tecolote. «Esas eran conversaciones que mi pareja y yo teníamos en ese momento porque la gente nos decía «deberían ser más así», por lo que hubo muchas dinámicas interpersonales con muchos matices».

Los matices a los que Pazmiño hace referencia a menudo son —no sólo— presionados por la sociedad sino también impuestos por la comunidad queer. Pazmiño incluye escenas de la prima de Simona maquillándole y vistiéndole de una manera que se ajusta a una «identidad» específica, lo que resalta la presión sobre queerness para adherirse a identidades socialmente digeribles. «Estaba tratando de jugar con la idea… un día en la vida de lo que se siente al no querer aceptar que eres [o tienes que ser] algo», dijo Pazmiño.

La película también aborda la relación entre Simona y su madre aparentemente católica, a quien se presenta rezando con un rosario y sosteniendo un trozo roto del libro ¿Qué clase de queer eres?. A lo largo de la película, hay escenas que enfatizan la lucha interna entre Simona y su madre, ya que ella quiere reparar la relación pero no disculparse por quién es.

«También quería pensar realmente en el espacio y en cómo a veces hay lugares donde nos sentimos realmente aislados y pequeños, y hay otros lugares donde nos sentimos más grandes», dijo Pazmiño. «Hay dos lugares en la película que representan esa pequeñez y luego esa apertura». Menciona dos lugares donde filman a la protagonista, su casa rodeada de recuerdos católicos y la playa con Simona sentada en la arena, transmitiendo una sensación de paz.

#LaGaybie, también incorpora sutiles rastros de la cultura salvadoreña porque, desde niña, Pazmiño creía que era salvadoreña ya que la mayor parte de lo que la rodeaba eran las tradiciones y la cultura de la comunidad salvadoreña. «No fue hasta los 6 años que mi mamá me corrigió, con amabilidad, y me dijo: ‘No, eres ecuatoriana’. Gran parte de la comunidad con la que crecí era salvadoreña, crecí con esas tradiciones. Así que definitivamente tengo un profundo respeto y amor por la comunidad [salvadoreña]».

Pazmiño habló con El Tecolote sobre su elección de resaltar la cultura salvadoreña de la protagonista a lo largo de la película. «Se ven ecos de esa parte de su identidad en toda su habitación, quería asegurarme de que eso quedara claro; esperaba que esto también pudiera compartir pedazos de amor con la comunidad [salvadoreña]. Al igual que los pequeños momentos del lenguaje, los mensajes de texto, esperaba que fuera un agradecimiento».

En la última parte de la película, Simona va a la panadería local, La Reyna Bakery, a comprar pan para su madre. «Quería que hubiera un descanso de su depresión y ofrecerle una perspectiva a su vida, hay una vida fuera de la familia», explica Pazmiño. «La conexión para mí fue el pan. Uno de mis mejores recuerdos es después de la iglesia o los fines de semana yendo a comer pan dulce con mi familia, eso me traería alegría».

El simbolismo detrás de Simona recogiendo pan dulce se incluyó para implicar este concepto de «partir el pan» y la unificación de dos personas, siendo estas dos personas Simona y su madre. «Si mi mamá y yo no habláramos, no compartiéramos pan, ese pan sería en realidad un pegamento, un pegamento silencioso. Creo que el pan, especialmente el pan dulce, es el símbolo de la comunión, ya sea con una familia, un ser querido o con el prójimo».

#LaGaybie finaliza con un gesto amable de un desconocido: mientras Simona compra pan dulce, este extraño paga el pan de Simona y la deja con una sonrisa y un número de teléfono. Concluye con una sensación de aceptación, incluso por parte de un extraño.

#LaGaybie examina estas etiquetas heteronormativas que a menudo pueden ser excluyentes y permiten a las personas elegir quiénes son o quieren ser. Identidades que no se basan en el miedo al rechazo. «Está bien aceptarte a ti mismx, incluso si los demás no lo hacen, de todos modos eres amadx. Realmente espero que [‘#LaGaybie’] ofrezca esperanza a alguien».

#LaGaybie se presentó en el Roxie Theatre de San Francisco el 30 de septiembre como parte del Festival de Cine Cine+Más Latino. Para obtener mayor información sobre Alma Herrera-Pazmiño y su trabajo, visite su sitio web: aherrerapazmino.myportfolio.com.

Les invitamos a apoyar Cine+Más —que se extenderá hasta el 15 de octubre— y a los otros creadores talentosos que se exhibirán este año, visite: cinemassf.org.