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Una semana después de que la Fiscalía rechazara levantar cargos en contra de los dos oficiales del SFPD que dispararon y quitaron la vida a Amilcar Pérez-López en 2015, los activistas de la comunidad están rechazando la decisión y debatiendo la evidencia presentada para justificarla.
Desde que el fiscal, George Gascón, pidió una investigación independiente, momentos después de la muerte de Pérez-López, la familia de la víctima, así como las coaliciones que representan a otras víctimas del SFPD, han esperado pacientemente por justicia.
Gascón publicó sus hallazgos en un informe el 12 de abril, luego de más de dos años de la muerte de Pérez-López.
“Con base en los hechos, las circunstancias y la ley aplicable en este asunto, no hay pruebas suficientes para presentar cargos penales en contra del oficial [Eric] Reboli o del oficial [Craig] Tiffe”, se lee en el resumen de 25 páginas que conforman la investigación.
“Mi trabajo me obliga a mirar las pruebas y la ley, y tomar una decisión basada en eso”, dijo Gascón durante la conferencia de prensa en la que presentó el informe.
La noche del anuncio, miembros de la comunidad se reunieron para manifestarse afuera de la comisaría de la Misión para expresar su frustración e incredulidad sobre la decisión del fiscal.
La ira pública en reacción al número de tiroteos por parte del SFPD en contra de hombres negros y latinos ha aumentado en los últimos tres años. La situación llegó a un punto de ruptura en la primavera de 2016, después de una serie de manifestaciones masivas que exigían la renuncia del entonces jefe del SFPD, Greg Suhr.
“Después de leer atentamente el informe, no aceptamos su veredicto”, dijo el padre Richard Smith de la Iglesia de San Juan Evangelista, quien es un defensor de la coalición de Amilcar Pérez-López. “La Fiscalía tiene pruebas más que suficientes para llevar este caso a juicio. Esto plantea más preguntas que respuestas”.
La noche en que Pérez-López murió
El 26 de febrero de 2015, los oficiales Eric Reboli y Craig Tiffe respondieron a una llamada al 911 sobre un hombre portando un cuchillo. Según el informe de la fiscalía, Pérez-López, quien no había sido identificado al momento, perseguía a Abraham P. por la calle Folsom, entre las calles 24 y 25.
Reboli y Tiffe, vestidos de civil, afirman haberse identificado como policías, pero dado que Pérez-López solo hablaba español, no está claro que les hubiera entendido.
El ex jefe del SFPD, Greg Suhr, declaró que Pérez-López se lanzó contra los oficiales con el cuchillo “elevado”, lo que llevó a Reboli y Tiffe a abrir fuego.
Pero, como El Tecolote ha informado anteriormente, hubo inconsistencias entre la versión oficial de los eventos y los testimonios de varios testigos oculares. Lo más notable es que la afirmación de Suhr, respecto a que Pérez-López se lanzó contra los oficiales portando cuchillo en mano, contradice los resultados de una autopsia independiente, la cual encontró cuatro heridas en la espalda de Pérez-López (más una en la parte posterior de la cabeza y otra que rozó la parte baja de la espalda y penetró en su brazo).
Arnoldo Casillas, el abogado representante de la familia Pérez-López, argumentó que los disparos a la espalda indican que no sólo Pérez-López huía de los oficiales, sino que tenía el brazo al lado cuando ocurrió el tiroteo.
“Le dispararon por la espalda cuatro veces. Si te estoy atacando, no puedes dispararme en la espalda”, argumentó Casillas en abril de 2015, poco después de que el informe de la autopsia independiente se hiciera pública. “Es físicamente imposible recibir estas trayectorias en su cuerpo a menos que estuviera huyendo”.
La explicación del fiscal de distrito
Gascón explicó su decisión con una detallada presentación en PowerPoint, en la que mostró la ubicación de los oficiales Reboli y Tiffe, proporcionando fotografías y una secuencia de animación digital que muestra la ubicación de ambos, así como la de Pérez-López y Abraham P., la noche del incidente.
Sin embargo, ni las fotos ni la animación muestran exactamente dónde las balas impactaron en el cuerpo de Pérez-López.
Según el informe, la confrontación comenzó cuando Abraham P., se negó a vender una bicicleta a Pérez-López, por lo que este último lo persiguió por la calle Folsom mientras sostenía un cuchillo, creyendo que Abraham P. había tomado su celular, el cual luego fue localizado por la policía, en el bolsillo de su dueño, Pérez-López.
Testigos dijeron a la policía que vieron a dos hombres corriendo por la calle Folsom, uno de los cuales tenía un cuchillo consigo. La llamada al 911 se hizo a las 9:45 de la noche.
Reboli y Tiffe, que conducían un vehículo policial no marcado, fueron los primeros en responder. Ambos oficiales afirman que Pérez-López hacía movimientos bruscos en contra de ellos, y Reboli pensó que Tiffe había sido apuñalado.
Según Gasón, Tiffe agarró a Pérez-López, y éste se resistió. Entonces ambos oficiales abrieron fuego.
El resumen de la investigación afirmó que: “[Abraham P.] dijo que sabía que los hombres eran oficiales de policía por el automóvil que conducían y porque, durante el altercado entre los oficiales y Pérez-López, podía ver que llevaban insignias. Abraham P dijo, por primera vez, que uno de los oficiales intentó agarrar a Pérez-López, lo que le molestó y entonces empujó al oficial. Abraham P. luego [se contradice] dijo que ambos oficiales intentaron agarrar a Pérez-López y que empujó a ambos”.
“Para que los oficiales sean acusados tendríamos que probar que los oficiales no actuaron en defensa propia o en defensa de otros”, dijo Gascón.
Una foto tomada por un testigo mostró a Pérez-López tumbado, sobre su estómago y en la calle, después de haber recibido un disparo.
Tanto el informe de la fiscalía como la autopsia independiente confirmaron que seis balas penetraron en el cuerpo de Pérez-López: cuatro en la espalda, uno en la parte posterior de la cabeza y uno que le rozó la espalda y entró en su brazo.
Gascón dijo que Abraham P. y Pérez-López habían estado bebiendo.
“[La autopsia oficial] muestra que su nivel de alcohol [Pérez-López] era del 0.19 por ciento, más del doble del límite legal para conducir un vehículo”, explicó Gascón. “Nunca sabremos exactamente lo que pasó en esos segundos, en qué dirección se encontraba Pérez-López o para quién representaba una amenaza”.
Reacción de la comunidad
Dos días después de la decisión de Gascón, las coaliciones Justice 4 Alex Nieto y Justice 4 Luis Góngora, junto con otras coaliciones, celebraron otra manifestación, esta vez afuera del Salón de Justicia de San Francisco.
“Hay una falta de credibilidad entre los oficiales”, dijo el padre Smith. “El SFPD mintió desde el principio, han cambiado sus historias tres veces. No puedes culparnos por desconfiar”.
Ben Rosenfeld, un abogado de derechos civiles no involucrado en el caso, analizó el informe del fiscal a petición de la comunidad: “Él [Pérez-López] no sabía que estaba tratando con oficiales cuando fue agarrado por uno de ellos”, explica Rosenfeld. “Un oficial razonable nunca buscaría, a menos que circunstancias extremas lo exigieran, involucrar físicamente a una persona cuando se tenían todas las razones para creer que este podría estar agarrando un cuchillo en ese momento. Esa es una receta pura y absoluta para el desastre, y resultó en un desastre en este caso”.
Las coaliciones están organizando una reunión en el Distrito de la Misión y exigen que Gascón esté presente. Hasta el momento, al cierre de esta edición, se desconoce si Gascón asistirá.