Estudiantes marcharon frente la oficina de senadora Dianne Feinstein, en el centro de San Francisco para mostrar su apoyo al DREAM Act. Photo Rodriguez Gutierrez.

Más de 60 estudiantes que protestaban ocuparon la plaza afuera de la oficina de la senadora Dianne Feinstein en el centro de San Francisco, para mostrar su apoyo a la ley de Desarrollo, Alivio y Educación para Extranjeros Menores, que está en peligro de permanecer dormida durante otro año, como parte de una exhaustiva reforma de inmigración que toma el asiento trasero en la política de las elecciones de mitad de mandato.

Los estudiantes han estado marchando (…) para decir a nuestros legisladores que queremos la ley DREAM, dice Michelle Romero, una estudiante de U.C. Santa Cruz que luce una playera amarilla neón pintada con spray con las palabras “DREAM Act Now” a lo largo del pecho. “Nos dicen que tenemos que esperar, pero ¿a qué estamos esperando? Cada día son deportados estudiantes, estudiantes que no han hecho nada malo. Necesitamos que ella [Feinstein] defienda la ley DREAM como un proyecto de ley único, como primer paso para reformar nuestro roto sistema de inmigración.”

La protesta fue provocada, en parte, como respuesta al arresto de cuatro estudiantes, tres de los cuales eran inmigrantes indocumentados, en las oficinas del senador John McCain, republicano por Arizona, luego de que escenificaran una sentada en apoyo de la DREAM el 17 de mayo. Los tres fueron detenidos bajo la custodia de inmigración, provocando protestas y muestras de solidaridad en todo el país, incluyendo una huelga masiva en Michigan.

Romero entregó el megáfono a otro estudiante. Un estudiante tras otro tomaron el megáfono para contar sus historias sobre cómo fueron traídos a los Estados Unidos de niños, en algunos casos como bebés, y entonces cómo lucharon para permitirse una mejor educación, luego de graduarse de secundaria en una escuela pública. Un estudiante habló de cómo su guía consejero escolar de secundaria, le dijo que ni debería molestase en aplicar para la universidad.

Tres oficiales de policía merodearon hacia los costados intercambiando lindezas con expresiones de aburrimiento en sus caras. Poco sospechaban que una hora después serían obligados de recabar refuerzos, cuando siete de esos estudiantes entraron en el lobby del primer piso del edificio, para escenificar una sentada, uniendo sus brazos y negándose a abandonar el edificio, hasta que Feinstein respondiera a la multitud congregada afuera de su oficina y se dirigiera a la manifestación. Esos siete estudiantes fueron arrestados y sacados del edificio, cantando al unísono con una multitud de sus colegas: “¡Los estudiantes unidos jamás serán divididos! La senadora Feinstein no se dirigió a la multitud.

La ley DREAM fue reintroducida en ambas la Asamblea y el Senado en 26 de marzo de 2009, con Feinstein como una de sus principales corresponsables, y continúa ganando apoyo de los dos partidos, incluyendo el apoyo del Presidente Obama, que cree que la ley DREAM es el importante e inmediato paso que los Estados Unidos pueden adoptar para reformar nuestra política migratoria.

Los críticos de la legislación pendiente han argumentado que la ley DREAM “premiaría” la inmigración ilegal. Pero es importante señalar que esta ley sólo se aplicaría a los estudiantes que han estado en los Estados Unidos desde la infancia, se han graduado de una secundaria de los Estados Unidos, y lo más importante, no han tenido problemas con la ley.

Bajo la ley DREAM, un estudiante que cumpla los requisitos, podría aplicar para un estatus de inmigración condicional por seis años. O sea, le haría elegible para recibir ayuda financiera federal. Adicionalmente, la legislación prevendría a los estados en su negativa a los estudiantes indocumentados matriculados.

En esos seis años, los estudiantes deben haber completado dos años de educación superior o servicio militar, además de no tener problemas con la ley.

Los reportes de Cristina Jiménez, una consultora en el Drum Major Institute for Public Policy, argumenta que permitiendo a los aproximadamente 65,000 estudiantes emigrantes sin permiso graduarse de secundaria en los Estados Unidos cada año para matricularse en la universidad o servir en la fuerzas armadas de los Estados Unidos, la ley DREAM sacará a los inmigrantes indocumentados de la economía sumergida, reducirá su dependencia de los servicios públicos, y ayudará a facilitar la integración económica de las familias inmigrantes.

Todo ello, sostiene Jiménez, permitiría a los estudiantes inmigrantes ilegales contribuir más a la economía de los Estados Unidos, como muestran las estadísticas que los inmigrantes con títulos universitarios pagan más en impuestos que aquellos sin ninguna educación superior.

La profesora asociada en Derecho de la academia militar de West Point, Margaret Stock, está de acuerdo con el análisis y ha urgido al Departamento de Defensa para que apoye la ley DREAM al permitir al ejército “explotar un ignorado grupo de talento casero.”

Luego del arresto de siete estudiantes, Carolina Hernández, una estudiante de sociología de U.C. Santa Cruz, habló sobre cuántos estudiantes indocumentados que están siendo aceptados en la universidad pasan hambre y sacrifican las necesidades básicas, en un esfuerzo para colocar todos sus recursos en la matriculación.

Muchas veces incluso eso no es suficiente, según Hernández, y son obligados a dejar completamente la universidad. Ella dijo que incluso esos estudiantes indocumentados que logran permitirse una educación superior son encajonados en ciertas carreras porque no pueden demandar licenciaturas en medicina o derecho sin un número de seguridad social, sin tener en cuenta la incapacidad de los graduados de cualquier tipo para conseguir trabajos sin documentación.

“Considero necesario vivir mi vida lo más legalmente posible. No tuve alternativa al venir aquí. Pero estoy acá ahora,” dijo un estudiante que protestaba que se autodenominaba Xochiltquetzal.

Cuando terminó la concentración Xochiltquetzal caminó hacia un desocupado oficial de policía y le dio la mano. “Gracias por sus servicios,” dijo al oficial. El oficial se disculpó por tener que arrestar a siete estudiantes, diciendo que el personal de seguridad del edificio se estaba poniendo nervioso y que solamente quería que nadie resultara herido.

El oficial le dijo a Xoquiltquetzal que apreciaba que los estudiantes hubieran estado pacíficos y respetuosos. A pesar del miedo de que los estudiantes participantes en la sentada pudieran ser responsables de las consecuencias legales, incluyendo deportación, Feinstein prefirió no presentar cargos y los estudiantes fueron liberados 45 minutos después. En las palabras mismas de los estudiantes que protestaban: “¡Muéstrame cómo es la democracia! ¡Así es la democracia!”

La ley DREAM fue introducida por primera vez en 2007 por el senador Richard Durbin (R-III). El senador debatió un proyecto de ley de esa medida en octubre de 2007. El proyecto de ley requirió 60 votos para garantizar que el debate se acabaría, no fue aprobado por 52-44, 8 votos por debajo de evitar ser boicoteado por sus oponentes. (Un proyecto de ley similar fue presentado en 2001; sin embargo, no se conoció como la ley DREAM.