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Alrededor de cuarenta personas se reunieron en el 1 de la calle Post, sede de la oficina de Dianne Feinstein en respuesta a la legislación propuesta por esta senadora la cual, dicen los activistas, violará las políticas de ‘Ciudad Santuario’ y ‘Debido proceso para todos’ de San Francisco, que también podría destruir la confianza entre la comunidad inmigrante y la policía local.

“Lo sentí como algo surrealista”, dijo Bismark Torrez, quien fue detenido junto con otros siete manifestantes después de que se encadenaron por parejas en el piso del vestíbulo de ese edificio. “Me encabrona, ver cómo Feinstein y [Barbara] Boxer están intentando hacernos ver como criminales por las acciones de una persona”.

Beatrice Sanchez y Raul Barrera son arrestados por delitos menores de allanamiento luego de rehusarse a abandonar las oficinas de Dianne Feinstein. Foto Alexis Terrazas

La legislación, que Feinstein llamó un “trabajo en progreso” durante una audiencia del Comité del Senado llevada a cabo el 21 de julio, fue elaborada en respuesta a la muerte de Kathryn Steinle, la mujer de 32 años asesinada el 1 de julio en San Francisco a manos del indocumentado y criminal mexicano Juan Francisco López-Sánchez. Feinstein conoció al padre de Steinle, Jim, quien estuvo presente en la audiencia del Senado.

Después de la muerte de Steinle, Feinstein también instó que San Francisco se una al Programa de Cumplimiento de Prioridad (PEP, por sus siglas en inglés) del Departamento de Seguridad Nacional, que permitiría a éste trabajar con las autoridades estatales y locales para detener “criminales convictos y otras personas que representan un peligro para la seguridad pública”.

Feinstein ha sido criticada por activistas y la comunidad inmigrante, que afirman que ella junto con los políticos conservadores están aprovechando este momento de tragedia para utilizar a los inmigrantes como chivos expiatorios.

“Los demócratas han demostrado definitivamente que no tienen la voluntad”, dijo Luis Ojeda, coordinador estatal de la Alianza de Justicia Juvenil Inmigrante de California (CIYJA, por sus siglas en inglés). “Han estado dispuestos a simplemente arrodillarse ante los republicanos e individuos anti-inmigrantes como Donald Trump”.

Kitzia Esteva-Martínez, una de los organizadoras sobre derechos de los inmigrantes de Causa Justa, quien también asistió a la manifestación, argumentó que los políticos y los medios de comunicación conservadores están utilizando la muerte de Stienle para criminalizar a la comunidad inmigrante, lo que les permite ignorar el tema de la reforma migratoria integral.

CIYJA fue una de las varias organizaciones presentes el vestíbulo de la sede de Feinstein.

“Había tratado de reunirme con un miembro de su personal la semana pasada y solamente rechazaron mis preguntas y no me escucharon”, dijo Sandy Valenciano, una organizadora de CIYJA y una de los ocho detenidos por allanamiento. “Ni siquiera me permiten subir a su oficina, vinieron a reunirse conmigo al vestíbulo”.

Wei Lee, un inmigrante indocumentado de 26 años de edad, de Brasil pero de origen chino, ha estado viviendo en San Francisco durante 10 años e hizo eco de los preocupaciones de Esteva-Martínez y de Bismark.

“La gente pone todo este sentimiento anti-inmigrante en un incidente. Pero hay hechos que prueban que los inmigrantes cometen menos crímenes en comparación con las personas nacidas aquí”, declaró Lee. “Así que esto es otra cosa para presionar la agenda anti-inmigrante”.