El asesinato de George Floyd desató revueltas en todo el mundo que obligaron a varios países a revaluar los monumentos y estatuas que glorifican su pasado racista y colonizador. Las estatuas de los esclavistas y colonizadores fueron vandalizadas y derribadas por los manifestantes antirracistas de toda Europa. Aquellos que glorifican la confederación corrieron la misma suerte aquí en los EEUU.

Pero el debate sobre el ‘Desmontaje’ en todo el país está lejos de haber terminado. En algunas ciudades, los funcionarios piden la eliminación de los monumentos controversiales. Los ciudadanos también han tomado la decisión de derribar estas estatuas. La pregunta de cuáles se quedan, cuáles se van y por qué, depende de a quién se le pregunte. 

Morning Star Gali porta un cubrebocas con la imagen de una mano roja, que se ha convertido en un símbolo de conciencia sobre la violencia contra las mujeres indígenas en América del Norte. Gali ha abogado durante años la eliminación de los monumentos racistas en el área y por planes de estudio de historia más honestos en las escuelas. Foto: Mabel Jiménez

Los nativos americanos sostienen que monumentos que honran a colonizadores como Cristóbal Colón, John Sutter y Junípero Serra, promueven una falsa narrativa y la eliminación de la historia de los nativos americanos —una historia que ya rara vez se enseña en la escuela.

Morning Star Gali, miembro de la banda Ajumawi de la Tribu Pit River, sirve como Oficial de Preservación Histórica de la Tribu donde trabaja en proyectos centrados en la historia de los pueblos indígenas de California: “Dentro de un contexto histórico, tenemos aldeas en todo el norte de California, aldeas tribales que están documentadas con una antigüedad de entre 12 mil y 14 mil años”, dijo Gali, Directora del Proyecto de Restauración de la Justicia para los Pueblos Indígenas (RJIP, por sus siglas en inglés), que ha liderado el movimiento de eliminar las estatuas racistas en Sacramento. “Y sólo en los últimos 160-250 años hemos enfrentado el genocidio masivo y con ello, la eliminación de los pueblos nativos de California de la historia”.

Una estatua que conmemora al colonizador John Sutter —un latifundista de los años 1800 que construyó su riqueza con la explotación de los nativos americanos esclavizados y estableció el Fuerte Sutter en 1841 en lo que hoy se conoce como Sacramento— fue retirada del centro de Sacramento el 15 de junio. Tras muchas protestas del fin de semana del 4 de julio, los manifestantes derribaron una estatua del misionero católico y ahora santo, Junípero Serra —cuyo papel en el establecimiento del sistema de misiones de California desempeñó un papel trágico en la diezma de la población indígena de California— la cual estaba ubicada al lado este de los jardines del Capitolio. Y a partir del 7 de julio, la estatua de Cristóbal Colón y la Reina Isabel ya no están en la rotonda de ese mismo recinto.

Para Gali, estas estatuas y monumentos honran a personas que desempeñaron un papel en el genocidio de los nativos americanos representando “un borrado de esa historia… y la glorificación que ocurrió con Serra y no reconocer el sistema de misión fue creado para la esclavitud y el encarcelamiento de los indígenas”.

Gali también es miembro de la junta de la Fundación del Centro de Patrimonio Indígena de California, cuya sede está en el Parque Histórico del Fuerte Sutter en Sacramento. El 15 de julio, el fuerte publicó una declaración en Facebook confesando su doloroso pasado. “El Parque Histórico del Fuerte Estatal Sutter no ha compartido la completa, compleja y a menudo oscura historia de la California del siglo XIX y sus, a menudo, terribles consecuencias para los nativos americanos, así como los papeles desempeñados por Sutter y otros en esa historia”, se lee en la declaración. “Abrazamos los llamados a un cambio fundamental y esperamos contar toda la historia del fuerte y otros sitios en consulta y asociación con los nativos americanos de California”.

Morning Star Gali en la parte superior de un escenario en la Plaza César Chávez, en Sacramento, California, el miércoles 22 de julio de 2020. Gali considera que el lugar es un buen ejemplo de cómo la sociedad debería honrar a nuestros héroes; ese sitio se ha convertido recientemente en lugar de reunión para activistas que buscan la justicia social y racial. Foto: Mabel Jiménez

Aunque Gali aprecia la declaración, cree que ya era hora: “Hablan de la perspectiva desequilibrada y de la información que proporcionan a los visitantes. Siento que eso es algo que viene desde hace mucho tiempo porque demasiada gente se va queda con la impresión de que Sutter era esta figura positiva”, dijo Gali. “Así que aprecio que estén en los primeros pasos de reconocerlo, pero todavía hay mucho por hacer”.

Como era de esperar, estos puntos de vista no están alineados con los de la actual administración. La Casa Blanca emitió la orden ejecutiva ‘Construir y reconstruir monumentos de los héroes americanos’ el 3 de julio.

“Destruir un monumento es profanar nuestra herencia común”, dicta la orden y continúa diciendo que la administración “no tolerará un asalto a nuestra memoria nacional colectiva”.  

Arianna Antone-Ramirez, miembro de la Nación Tohono O’odham e investigadora asociada del Consorcio de California para el Alcance Comunitario Urbano de Salud Indígena, en la Torre Coit, donde el lunes 10 de agosto de 2020 fue retirada una estatua de Cristóbal Colón. Antone-Ramírez dijo que no se notificó previamente a la comunidad nativa americana sobre la decisión de remover dicha estatua a pesar de años de pedir su remoción por parte de activistas y organizaciones nativas americanas. Foto: Mabel Jiménez

En San Francisco, la alcaldesa London Breed ordenó el retiro de la estatua de Cristóbal Colón de la Torre Coit en la madrugada del 18 de junio. Arianna Antone-Ramírez-miembro de la Nación Tohono O’odham e investigadora asociada del California Consortium for Urban Indian Health Community Outreach, dijo que no se había hecho ningún acercamiento a la comunidad nativa americana sobre la decisión de retirar la estatua, a pesar de que durante años los activistas y organizaciones nativas americanas lo habían solicitado.

“Es muy frustrante para nuestra comunidad”, dijo Antone-Ramirez. “Estamos contentos de que se haya ido, obviamente, pero nos gustaría haber sido notificados”. Antone-Ramirez hizo referencia a la estatua de los ‘Primeros días’ que anteriormente formaba parte del Monumento al Pionero en el Centro Cívico de San Francisco. Dedicada el Día de Acción de Gracias de 1894, la estatua representaba a un indio americano caído a los pies de un misionero católico apuntando al cielo mientras un vaquero levantaba la mano en señal de victoria. Cuando esa estatua fue retirada en septiembre de 2018, los nativos americanos fueron parte del proceso de retirada.

“Se nos notificó y nuestra comunidad pudo ir y rezar juntos y ver cómo se quitaba, para nosotros eso es parte de nuestra curación”, dijo Antone-Ramirez. “Seguimos cargando con ese trauma intergeneracional, seguimos lidiando con cosas que le pasaron a nuestros antepasados. Así que es importante tener ese tiempo juntos como comunidad. Trae sentimientos encontrados, sentimos que nos robaron la oportunidad de sanar”.

Arianna Antone-Ramirez, miembro de la Nación Tohono O’odham e investigadora asociada del Consorcio de California para el Alcance Comunitario Urbano de Salud Indígena, en la Torre Coit, donde el lunes 10 de agosto de 2020 fue retirada una estatua de Cristóbal Colón. Antone-Ramírez dijo que no se notificó previamente a la comunidad nativa americana sobre la decisión de remover dicha estatua a pesar de años de pedir su remoción por parte de activistas y organizaciones nativas americanas. Foto: Mabel Jiménez

En respuesta al retiro de la estatua de Colón en la Torre Coit, Breed y los supervisores Aaron Peskin y Catherine Stefani emitieron una declaración conjunta: “En un momento de gran inquietud y profunda reflexión en nuestro país, reconocemos el dolor y la opresión que Cristóbal Colón representa para muchos”, se lee en la declaración. “Creemos que a través del arte público podemos y debemos honrar la herencia de toda nuestra gente, incluyendo nuestra comunidad italo-americana, pero al hacerlo debemos elegir símbolos que nos unan”. La declaración también decía que las Comisiones de Arte y Recreación, y de Parques decidirán qué poner en el lugar donde estuvo dicha estatua.

Cuando se le preguntó sobre el alcance comunitario de la decisión de retirar la estatua, Rachelle Axel, Directora de Asociaciones Públicas y Privadas de la Comisión de Artes de San Francisco, respondió por correo electrónico diciendo que “fue retirada porque no se ajusta a los valores de San Francisco o a nuestro compromiso con la justicia racial”. Axel también señaló que la estatua había sido objeto de vandalismo tres veces a la semana antes de ser retirada, y que un volante de protesta circulaba en las redes sociales convocando a los residentes a retirar la estatua antes del 19 de julio. “Hacerlo rápidamente era también una cuestión de seguridad pública. Una estatua de 2 toneladas cayendo de su pedestal presentaba un grave riesgo para la ciudadanía”, dijo Axel. “Esperamos participar con las muchas comunidades a las que servimos en estas importantes conversaciones, y proporcionar información adicional al público en las próximas semanas”.

En cuanto a Gali y Antone-Ramirez, ven una alineación entre los movimientos Black lives Matter y el de los nativos americanos: “Cada día es una lucha por la visibilidad y para cambiar las mentes sobre los mitos que contribuyen a borrar la Historia Nativa”, dijo Gali. “Tenemos que hablar sobre qué narrativa se basa y cuál historia se está protegiendo”, añadió Antone-Ramirez.