Uno de los muchos conceptos erróneos sobre la comunidad latina de los EEUU es que son un lastre para la economía nacional. Pero ¿sabía usted que, si los latinos fueran un país independiente, serían la quinta economía del mundo, más grande que la India, el Reino Unido y Francia? ¿O que su crecimiento económico sólo supera al de China?

Según un nuevo informe recién publicado, la producción económica total de los latinos en los EEUU en 2021, fue de 3.2 billones de dólares. Esa cifra, llamada PIB o Producto Interno Bruto, refleja el total de bienes producidos y servicios prestados por latinos de cualquier origen y condición migratoria en este país.

«Este no es el discurso normal acerca de los latinos», dijo David Hayes-Bautista, director del Centro para el Estudio de la Salud y la Cultura Latina en la Escuela de Medicina David Geffen de UCLA. «El discurso normal sobre los latinos es que vienen a vivir de la asistencia social, a robar trabajos y todo eso. Eso no es así. Los latinos son el punto de crecimiento. Aquí es donde quieres invertir si quieres ver más crecimiento del PIB en el futuro».

Es el sexto año consecutivo que se realiza un trabajo exhaustivo con todos los datos disponibles públicamente de las principales agencias estadounidenses para calcular el PIB latino del país. Pero es un trabajo de muchos años y obra del legendario Hayes-Bautista, que desarrolló el algoritmo original junto con Werner Schink, antiguo Economista en Jefe del EDD de California.

El más reciente informe, elaborado por el Centro para el Estudio de la Salud y la Cultura Latinas, dirigido por Bautista, junto con el Center for Economic Research & Forecasting (CERF) y los economistas Matthew Fienup y Dan Hamilton, echa por tierra todos los mitos sobre los resultados económicos de los latinos en los EEUU.

Dice, por ejemplo, que el PIB latino fue el tercero mayor del mundo y creció incluso más rápido que el de los EEUU de 2010 a 2021. Muestra que la mano de obra latina fue «una importante fuente de resistencia para la economía en general en 2021, a pesar de un segundo año de la COVID-19», dice el informe.

Durante una entrevista con Ethnic Media Services, Hayes-Bautista argumentó que los latinos son el punto de crecimiento de la economía estadounidense, tanto en términos de dólares como de mano de obra: «Si no fuera por los latinos, la economía estadounidense sería significativamente menor de lo que es hoy», afirmó.

El investigador y sus colegas están trabajando en un segundo informe que se centra específicamente en la producción económica de las latinas, que, según él, son una gran parte del crecimiento, pero también señaló que este crecimiento fue construido «por una mano de obra que es en gran parte inmigrante, en gran parte con unos nueve años de educación» y que las nuevas generaciones tienen muchas más posibilidades.

El experto afirma que el crecimiento económico de esa comunidad no ha hecho más que empezar: «Sus hijos acaban de incorporarse a la población activa, y hay tres jóvenes por cada latino de 60 años. El 90% de ellos terminan el bachillerato y dos tercios van a la universidad. Son bilingües y ciudadanos, por lo que se incorporan al mercado laboral con un capital humano mucho mayor que el de sus padres, en su mayoría inmigrantes. Así que imaginemos lo que son capaces de hacer si invertimos», añadió.

El crecimiento del PIB latino fue del 7.1%, dos puntos porcentuales más que el crecimiento del PIB no latino. Los latinos representan también un formidable mercado de consumo, mayor en tamaño que toda la economía de naciones como Italia, Canadá o Rusia, que ostentan el octavo, noveno y décimo PIB mundial, respectivamente, y mayor que toda la economía de estados como Texas o Nueva York. El consumo real de los latinos creció tres veces más rápido que el de los no latinos.

¿Por qué ocurre todo esto? «Bueno —Hayes Bautista— los latinos han tenido sistemáticamente una tasa de participación en el mercado laboral mucho más alta que los no latinos. Y cuando nos fijamos en los años de la COVID, 2020 y 2021, resulta que tienden a trabajar en empleos que es menos probable que puedan hacerse en confinamiento».

Gran parte de la atención, y con razón durante esos años y desde entonces, se ha centrado en el precio pagado por los trabajadores esenciales, muchos de ellos latinos, por tener que presentarse a trabajar en las industrias, las granjas, las empacadoras, las tiendas. Sin embargo, según Hayes-Bautista y las cifras de este informe, los latinos no sólo mantuvieron a todos los demás alimentados y en sus casas, sino que mantuvieron al país a flote económicamente.

«¿Recuerdan los dos primeros meses del cierre de la COVID en 2020, cuando la gente se peleaba en las tiendas por rollos de papel higiénico? Si no fuera porque los trabajadores agrícolas latinos van a trabajar todos los días, se habrían peleado por el último saco de patatas de la tienda. Eso habría sido muy grave». Los latinos pagaron el precio, añade, pero hicieron que este país siguiera adelante. «Eso es valentía, eso es resistencia, eso es coraje», afirma.

Sí, los latinos sufrieron tasas más altas de contagio por COVID-19, y siguieron aceptando los trabajos que nadie más aceptaría, por salarios que nadie más aceptaría, en condiciones que nadie más toleraría. «Lo hacemos y mantenemos la economía en movimiento». En 2021, los latinos tenían seis puntos porcentuales más de probabilidades de estar trabajando activamente o buscando trabajo que los no latinos.

También ha mejorado su rendimiento económico al mejorar sus logros educativos. El informe señala a la educación como uno de los motores, ya que el número de personas que obtienen una licenciatura creció tres veces más rápido entre los latinos. Hayes-Bautista afirma que los EEUU debe invertir más en educación. Comparó lo que su hijo, que se graduó en la universidad hace sólo diez años, tuvo que pagar y cargar con una gran deuda, con lo que él pagó en su momento.

«Los baby boomers como yo recibimos una educación gratuita. Entonces, ¿por qué cobramos hoy por una educación que obtuvimos gratis? Este es uno de los muchos problemas, probablemente el principal, que afectan a su capacidad para comprar casas. No obstante, la tasa de propietarios de vivienda se ha disparado entre los latinos, pero no lo estamos poniendo fácil. La generación baby boom obtuvo viviendas subvencionadas».

Pero esa generación del baby boom está muriendo. Hayes Bautista ve una cosa clara: «Nosotros, los latinos, somos el futuro de la economía estadounidense, y somos la última oportunidad para que este país mantenga la preeminencia económica a lo largo del siglo XXI. Imagínense si elimináramos las barreras, los obstáculos».