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El 18 de marzo, un pequeño grupo de manifestantes se reunió afuera de la antigua sede del Bank of America —el rascacielos ubicado en el 555 de la calle California, que ahora es 30 por ciento propiedad de Trump Organization— para oponerse a la candidatura presidencial de Donald Trump.

La manifestación tuvo lugar el ‘Super Martes’, un día en que los cinco estados de Ohio, Illinois, Missouri, Carolina del Norte y Florida, celebran sus votaciones primarias demócratas y republicanas.

Trump ganó cuatro de los cinco estados ese día, con John Kasich evitando que aquel arrasara al ganar su estado natal de Ohio.

“Venimos porque hoy es súper martes en muchos estados y estamos preocupados de que Donald Trump asegure la nominación republicana para presidente”, dijo Michael Petrelis, que estaba envuelto en una bandera arco iris y que lleva una piñata de Trump. “Y estamos aquí para decir ‘racista, sexista, KKK, Donald Trump, desaparece’”.

La manifestación contra el principal candidato republicano, tuvo también como finalidad, destacar la violencia que él ha incitado en todo el país con su retórica racista y sexista.

Todo comenzó en junio del año pasado en Nueva York cuando Trump se paró frente a una gran multitud para anunciar su candidatura. En su discurso, brotó su intención de “volver a hacer grande a los EEUU”, y también insultó a muchos con sus comentarios con respecto a los inmigrantes mexicanos.

“Cuando México envía su gente, que no está enviando a los mejores”, dijo Trump. “Está enviando a personas que tienen un montón de problemas, y que van a traer esos problemas consigo. Están trayendo drogas. Están trayendo crimen. Son violadores. Algunos, supongo, son buenas personas”.

Discursos como este y muchos otros emitidos desde entonces, han provocado la violencia entre sus seguidores durante los mítines.

El 11 de marzo, se canceló el mitin de Trump en Chicago resultando en varias peleas entre sus partidarios y manifestantes al interior del Chicago Pavilion de la Universidad de Illinois.

Un par de días antes, John McGraw, un hombre blanco de 78 años de edad, seguidor de Trump, fue detenido y acusado de asalto después de golpear a Rakeem Jones, un joven negro de 26 años de edad, manifestante en un mitin en Carolina del Norte.

“Por supuesto que me gustó [golpear a Jones]”, dijo McGraw durante una entrevista en video que fue publicada por el Washington Post. “Gritar con esa boca grande, no sabemos quién es, pero sabemos que no está actuando como un americano. Sí que se lo merecía, la próxima vez que lo veamos, podríamos matarlo”.

Ya en febrero, Trump se comprometió a pagar los gastos legales que sus seguidores podrían enfrentar al recurrir a la violencia física.

“Así que si ves a alguien listo para lanzar un tomate [durante algun mitin de Trump], golpéenlo, en serio”, dijo Trump en su mitin en Cedar Rapids, Iowa. “Te prometo que voy a pagar por los gastos legales”.

El Supermartes de la victoria de Trump obligó al senador Marco Rubio de Florida a abandonar la primaria republicana. Hasta el momento, Trump ha ganado 739 delegados y necesita 1,237 para asegurar la nominación.

“Si Trump gana la presidencia, es muy difícil determinar cómo afectará al país, simplemente porque él vacila”, dijo Melanie Nathan, directora ejecutivo de la Coalición de Derechos Humanos de África. “Él va hacia atrás y hacia delante. No parece tener ninguna visión clara, excepto para incitar a la tensión racial. La forma en que lo veo ahora mismo, creo que nuestro país estará en graves problemas”.