Desde cumbia, folklórico, salsa, tango, zumba y más, el bailarín salvadoreño J’aime Martinez-Castro ha estado compartiendo y enseñando durante 33 años sus habilidades dancísticas en San Francisco. Él es el propietario y director artístico de Latin American Workout, donde no solo imparte clases de baile y fitness, sino también de arte, música y cultura de varios países latinoamericanos.

Una de sus ex alumnas, Luz Mungary, nicaragüense, dijo que aprendió mucho más que solo a bailar, sino también la historia y la cultura de cada estilo de baile: «Aprendimos de todo, a tener conocimiento de otros países y la cultura. Si él bailaba un baile de Costa Rica, siempre hablaba de ese país».

Cuando se unió Mungary a esas clases, fue con la intención de mantenerse en forma y ganó una amistad en el proceso: «Mucha gente lo conoce especialmente en la Misión y los trajes que él hace son lindos», explicó. «Se le ve el humor, que le gusta lo que está haciendo».

El icónico bailarín y coreógrafo salvadoreño, J’aime Martínez-Castro, en el Callejón Balmy, en el distrito Misión. Foto: Alexis Terrazas

Martínez-Castro está orgulloso de sus raíces salvadoreñas y antes de venir a los EEUU a mediados de los años ochenta, ya era muy popular en El Salvador, tanto que los periódicos y canales de noticias de televisión, como La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy, lo entrevistaron. Esto le dio la oportunidad de viajar a este país para bailar. Primero vino a Nueva York, luego a Texas y, finalmente, se instaló en San Francisco, donde se abrió camino hasta establecer su negocio de danza.

«Estar aquí en los EEUU me enseñó mucho sobre la humildad y trabajé duro para llegar a donde estoy ahora y enfrenté mucha discriminación, que por supuesto continúa hasta el día de hoy», dijo. Además de su cultura salvadoreña, también está muy orgulloso de haber participado en el Pride.

Durante los últimos cuatro años ha celebrado el orgullo presentándose en Puerto Alegre y este año lo hará nuevamente el 23 de junio de 7 a 8:30 p.m.

Martínez-Castro ha viajado por todo el mundo realizando sus espectáculos de danza. Ha bailado en cruceros y se ha presentado en los mismos espectáculos que Celia Cruz, Selena, Ricky Martin y Oscar D’León, por nombrar algunos. «He tocado a muchas personas a través del baile y el fitness y eso es gratificante para mí, ya sea enseñarle salsa a alguien y verlo actuar más tarde o ayudar a alguien a perder peso a través del baile fitness, es bueno ver que puedo ayudar a la gente», dijo.

El icónico bailarín y coreógrafo salvadoreño, J’aime Martínez-Castro, frente al mural “La cultura contiene semillas de resistencia”, obra de O’Brien Thiele, Miranda Bergman, ubicado en el Callejón Balmy, en el distrito Misión. Foto: Alexis Terrazas

Alienta a las personas a bailar no solo porque es divertido, sino también porque tiene beneficios para la salud como ayudar a las personas con Alzheimer y demencia.

Para todos los aspirantes a bailarines, los alienta a tener confianza y autodisciplina: «San Francisco es el epicentro de la cultura y la diversidad y ayuda a las personas que viajan desde Latinoamérica, lo que les da un poco más de valor con respecto a la cultura y la música latina que nunca obtendrás en otra área. En el futuro, quiero escribir un libro sobre mí y las cosas que aprendí como bailarín, los errores que cometí en esta industria y cómo he podido promover la cultura de mi país».

El icónico bailarín y coreógrafo salvadoreño, J’aime Martínez-Castro, en el Callejón Balmy, en el distrito Misión. Foto: Alexis Terrazas