[(A la extrema izquierda) Monica Maria Fimbrez, (a la izquierda, mitad) Gina Maria Balibrera, (a la derecha, mitad) Wishing Doll, (extrema derecha) Leticia Hernández-Linares. Foto: Onyx Hunter]

La recepción del Centro Yerba Buena para las Artes (YBCA, por sus siglas en inglés) se llenó de vida e intriga el 16 de julio. Aunque el evento fue un adelanto del libro Hijas del Volcán, de Gina Maria Balibrera, la audiencia se formó como una comunidad: un grupo de personas afines que buscaban un lugar al cual pertenecer, para enriquecerse con la energía y las artes de unas cuantas inspiradas pero apasionadas mujeres.

Mónica María Fimbrez interpretó canciones sobre nuestros pasados, el recuerdo de nuestros ancestros, nuestra cultura, nuestra singularidad y el compartirla donde quiera que vayamos. Su música lleva su corazón en la manga; el alcance y los mensajes presentes en su música aspiran a todas las virtudes de la tradición y también a algo nuevo, algo con qué recordar a los antepasados.


Monica Maria Fimbrez en el Centro Yerba Buena Center el 16 de julio. Foto: Onyx Hunter

La introducción de Balibrera a su obra cuenta la historia de mujeres que inexplicablemente sobreviven a la masacre de su hogar y viven en un mundo con sus conexiones con el pasado en peligro. Hijas del Volcán es una obra reflexiva que medita sobre el papel de la mujer tanto contemporánea como pasada en El Salvador, en su pueblo consumiéndose por el añil, trabajando detrás de los mostradores de las tiendas, tomando la temperatura, pero que, a pesar de todo, cuentan su historia. “Te decimos exactamente lo que pensamos, no siempre estamos de acuerdo…”

Leticia Hernández-Linares ofreció su propia actuación, una lectura de su propia novela para jóvenes y una lección sobre una mujer inspiradora Prudence Ayala, una mujer que en la década de 1930 se postuló para presidente en El Salvador a pesar de la falta de sufragio femenino. La novela de Hernández Linares utiliza la historia de La Siguanaba, una princesa convertida en un monstruo aterrador por ir en contra de las expectativas de la sociedad. El significado de La Siguanaba podría asustar a algunos, “pero no hay nada feo o aterrador en una mujer con espíritu”.

Leticia Hernández-Linares. Foto: Onyx Hunter