La denominada ‘Fiesta de la cuadra’ en la calle 22 con Bartlett de este pasado sábado 19 de Junio.

La denominada ‘Fiesta de la cuadra’ en la calle 22 con Bartlett de este pasado sábado 19 de junio, fue “un éxito tremendo”, como lo dijo uno de los coordinadores principales, Jeremy Shaw.

Desde las once de la mañana hasta las tres de la tarde, la actividad se amenizó con la música de Seth Augustus, Diana Gameros, Santos Perdidos y King City, gracias al sistema de sonido de ‘Rock the Bike’, mediante el cual varias personas del público se subieron a pedalear bicicletas para proporcionar energía a los instrumentos eléctricos. Todas las ganancias de esta actividad estaban destinadas a pagar los costos iniciales del mercado comunitario de la Misión, que se inauguarará el próximo jueves 15 de julio.

“Esto es el comienzo de algo nuevo”, comentó Shaw. “Es sólo el principio, y probablemente vamos a tener que recaudar más fondos, pero por lo menos nos puso en una buena situación”. Los voluntarios de la Misión, las bandas que tocaron gratis, los negocios locales que donaron premios para la rifa y las ganancias de sus ventas y los voluntarios de ‘Rock the Bike’ —todos hicieron que esta actividad comunitaria fuera posible. “Cuando tienes cuatro variedades de músicos fantásticos apoyándote”, comentó Paula Tejeda, otra organizadora, “se siente muy bien. El evento fue conmovedor”.

Uno de los asistentes que bailaba al ritmo de la música ecléctica de King City comentó cómo la fiesta le parecía “fabulosa, como una mezcla entre el ayer y el hoy”. Mientras que otro, sentándose después de un baile agitado, declaró: “Me encanta. Cada vez que lo hagan estaré aquí.”

“No puedes arreglar el mundo, pero puedes trabajar a este nivel, así enriqueces la cultura y los negocios”, dijo Tejada mientras la banda tocaba su última canción. “Se trata de que la gente haga cosas de una manera distinta.” Viendo a los vendedores en la cuadra, era evidente que casi todos estaban involucrados con grupos promotores de negocios como La Cocina, o alguna otra organización sin fines de lucro. El plan para el mercado de la Misión refleja la dirección del mejoramiento de la comunidad a la que se orientan estas organizaciones. El proyecto que aspira involucrar a gente de varios sectores de la comunidad es a la vez ambicioso y prometedor.

El plan del mercado comunitario de la Misión nació de Mission Streetscape, un proceso comunitario de planificación urbana iniciado por el City Design Group, parte del Departamento de Planificación Urbana de la Alcaldía de San Francisco. De las reuniones que se sostuvieron en años pasados, el plan preferido por la comunidad fue el de un mercado. Amnon Ben-Pazi, otro organizador de la actividad, explicó que la idea es poder “pensar en cómo podemos imaginarnos las calles con todo el mundo incluido, negociantes, artistas locales… En el mercado, vas a poder ver un pedazo de lo que ocurre en la Misión”. Ben-Pazi comentó sobre las reuniones que tuvieron, diciendo: “queremos un espacio en donde Valencia se encuentre con la Misión. Las culturas son paralelas y se tienen que encontrar. El mercado va a estar justo en donde se mezclan dos áreas con poblaciones muy distintas.”

El plan del mercado de la Misión tiene cuatro objetivos: fomentar comida sana, desarrollo económico, programas comunitarios y más espacios públicos. Estas propuestas quieren resolver algunos de los problemas que confrontan los miembros de la comunidad.

El mercado ofrecerá productos de calidad a precios asequibles, al tiempo que ayudará a reducir los altos niveles de diabetes y enfermedades del corazón mediante una alimentación saludable. Será un espacio comercial y social en donde se podrán comprar frutas, verduras y hortalizas. También habrá comidas preparadas, por lo que se podrá ir a cenar, a comprar y a jugar con los niños. “Puede ser que una semana haya fútbol, la próxima capoeira, y básicamente sea un espacio seguro para los niños,” dijo Jessika Fruchter, una voluntaria interesada en los programas para los jóvenes.

La idea de los organizadores es tener más programas extracurriculares para los jóvenes, como el mural que se pintó en la fiesta del sábado; una pared en donde cualquier persona podía ir a pintar. Una manera de “crear espacios para construir comunidad e introspección”, dijo Fruchter, añadiendo que “acá hay menos programas que en los colegios privados, y menos recursos, y el mercado es una oportunidad para que los jóvenes tengan más acceso a las artes, de manera que se puedan expresar. Y la cantidad de apoyo e interés que se ha demostrado es increíble”. La gente ya estaba preguntando cuándo iban a tener otra oportunidad de pintar un mural.

“El evento fue una buena forma para que la comunidad de la Misión viera el trabajo que las organizaciones sin fines de lucro están haciendo actualmente”, comentó Shaw, “Pero más allá de eso, fue un día muy agradable para la comunidad.”

Los voluntarios y la gente en la calle estaban de acuerdo en que actividades como ésta son importantes para el bienestar de la comunidad. La gente que asistió demuestra que hay apoyo del público, algo muy importante para el inicio y el crecimiento del mercado comunitario. Una persona comentó que el evento podría haber sido más tarde, diciendo “lo sé porque vivo acá, y sé que la gente se toma las mañanas para descansar”.