El grupo de danza Fogo Na Roupa continua ensayando para el Carnaval en el Centro Cultural de la Misión el 9 de marzo de 2013. Los estudiantes tocan diversos ritmos musicales como la samba reggae, samba, frevo, afro-bloco y Afro-brasileiro. Foto Shane Menez

La estimulación provocada por los ritmos de samba y tambores palpitantes llenó el estudio de baile en el tercer piso del Centro Cultural de la Misión donde, durante casi dos horas, los participantes de la clase ‘Carnaval brasileño. Danza y percusión’ crearon una escena de música, danza e inagotable energía similar a como se ve en Río de Janeiro.

La clase, impartida por Metzi Henríquez y José Rivera, miembros de la compañía de danza brasileña ganadora del carnaval y percusión Fogo Na Roupa, reúne a hombres y mujeres de diversas edades y comunidades a participar de estas danzas folclóricas, populares y de la calle al estilo brasileño.

Durante los últimos 25 años, hemos creado una familia de carnavalescos», dijo Henríquez. Muchos niños crecen con nosotros —el Carnaval ha sido parte de mi vida durante los últimos 14 años».

Alrededor de esta época del año, muchos grupos de Carnaval, como Fogo Na Roupa comienzan el proceso de preparación para la reunión anual de dos días de duración de un festival que combina desfile, música, comida y la creatividad, en una experiencia cultural única.

Si bien durante todo el año los preparativos del Carnaval forman un estilo de vida para muchos de los contingentes, las noticias de los problemas financieros han dejado a los participantes y organizadores temerosos sobre el estado que guarda esta fiesta que tiene 35 años de historia en el Distrito de la Misión.

La deuda acumulada, los requisitos organizativos y financieros cada vez más estrictos impuestos por el Ayuntamiento, así como la falta de comunicación entre los organizadores y los grupos del Carnaval, ha creado incertidumbre acerca de su realización para este año.

Vamos con retraso», dijo Jim Sowers, Presidente de Artes Culturales Tradicionales de San Francisco (SFCAT, por sus siglas en inglés), el organismo encargado de montar el Carnaval durante los últimos tres años. Estamos pensando en continuar pero enfrentamos algunos retos en estos momentos».

Mientras Sowers se negó a comentar sobre el presupuesto del Carnaval y las dificultades financieras, las demás partes que intervienen refieren varios acontecimientos que han puesto al evento cultural en peligro en los últimos años.

Por lo que parece, (los organizadores) se quedaron cortos al hacer algunos de los trabajos que debían hacer», dijo Roberto Hernández, un activista de la comunidad que ha estado involucrado con el Carnaval desde su comienzo en 1979. Hay que sacarle el jugo a cada centavo.

Según Hernández, los principales ingresos para este festival, que en su mayoría es manejado por voluntarios, incluye patrocinios, donativos, pago a vendedores y una donación para las artes que ofrece la ciudad. La planificación, dijo Hernández, es un factor crucial para proporcionar estabilidad financiera al festival.

“Me siento como un bombero”, dijo Hernández, quien fue contactado por SFCAT para ayudar a asegurar que el festival se lleve a cabo. “Estaban hablando sobre la cancelación del festival. Ha sido parte de mi vida —no se cancela la Navidad y no puedes cancelar el Carnaval”.

Una reunión con la comunidad del Carnaval está prevista se celebre el 19 de marzo a las 7pm en el Teatro Brava, para conocer su opinión, conseguir nuevos patrocinadores y voluntarios y explorar otras opciones en un esfuerzo para salvar este evento tradicional.

“En este momento estamos tratando de averiguar la infraestructura necesaria y la forma de hacer esto a menos de 81 días”, añadió Hernández. “En términos de nuestra comunidad, estamos hablando de medio millón de personas que vienen a la misión —que beneficia tanto a nuestras madres como a las tiendas pop, y promueve los negocios de la comunidad, además de que nos educa acerca de nuestras culturas —el Carnaval tiene que llevarse a cabo.”

Isabel Barraza, una antigua miembro del Consejo del SFCAT, estima que el costo total del Carnaval es de  aproximadamente $400.000. Aunque los organizadores están haciendo todo lo posible para mantener la fiesta viva, Barraza cree que las dificultades financieras actuales se derivan parcialmente del menor apoyo prestado por la ciudad.

“Creo que es muy difícil poner y recaudar fondos para un evento con una organización basada en el voluntariado y eso es mal percibido por personas que no participan o no entienden las tradiciones”, dijo Barraza. San Francisco ha cambiado bastante y no hay mucho aprecio por la diversidad étnica —es más fácil conseguir financiamiento para otros eventos en lugar de eventos latinos. La ciudad se ha vuelto más demandante para cualquier persona que esté involucrada en el Carnaval”.

Henríquez y Rivera están de acuerdo en que los cambios demográficos han puesto en peligro los valores culturales y tradicionales del Distrito de la Misión, y que una caída en la participación del Carnaval y “diferencias en la multitud” son reflejo del aburguesamiento de la zona.

“Hay una gran cantidad de fallas en la organización, pero también es una cuestión que va más allá en relación con los nuevos residentes de la Misión y el aburguesamiento que está sucediendo en ella”, dijo Henríquez. “Está afectando a las festividades culturales de la ciudad en general.”

 

—Traducción Emilio Ramón