Un simpatizante de Trump (a la izquierda) es confrontado por opositores en el Centro Cívico MLK, en Berkeley. Foto: Mabel Jimenez

A pesar de la cancelación de dos manifestaciones de extrema derecha, que se llevarían a cabo durante el fin de semana del 26 agosto en San Francisco y Berkeley, miles de apasionados contra-manifestantes salieron e hicieron fuerza para oponerse a la presencia e ideología de aquella.

Los dos eventos —el primero organizado por Joey Gibson de ‘Patriot Prayer’, a realizarse en Crissy Field, San Francisco el 26 de agosto y el otro auspiciado por Amber Cummings en Berkeley el 27 de agosto— fueron objeto de un extremo escrutinio de políticos locales y miembros de la comunidad, dados los recientes acontecimientos en Charlottesville.

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Berkeley, 26 de agosto

Miles de miembros de la comunidad, líderes religiosos y activistas anti-odio, se adjudicaron la victoria el domingo 27 de agosto en Berkeley después del evento ‘No al marxismo en América’ ​​que se suponía debía celebrarse en el Centro Cívico Martin Luther King Jr. Park, el cual no se materializó.

El 24 de agosto, el subdirector municipal Jovan Grogan negó la solicitud de permiso para la manifestación, aludiendo a un error por parte de la organizadora, Amber Cummings (apodada ‘patriota transexual’ por algunos derechistas), al omitir información requerida sobre aspectos de seguridad y servicios médicos de emergencia.

Sin embargo, el mitin antimarxista siguió ganando terreno en diversos medios sociales alt-right, con varios grupos de derecha como Patriot Prayer, prometiendo hacer una aparición en Berkeley el domingo.

El alcalde de Berkeley, Jesse Arreguin, aconsejó a la comunidad evitar asistir al parque el domingo: “La mejor manera de silenciar a los nacionalistas blancos es dando la espalda a su mensaje”, se lee en una declaración de la oficina del alcalde.

Pero anticipando un enfrentamiento entre los manifestantes anti-odio y los de la derecha, la ciudad de Berkeley desplegó oficiales antidisturbios.

En última instancia, sólo una docena de los que planearon asistir al evento de Cummings acudieron al parque en todo el día, quienes fueron recibidos por una horda de contra manifestantes, que en número ascendieron hasta los cuatro mil.

Los enfrentamientos físicos fueron rápidamente controlados por la policía de Berkeley, que protegió el evento anti-marxista, protegiéndolo y escoltándolo fuera del parque.

Alrededor del mediodía, los participantes en una segunda protesta, el Rally Against Hate, que comenzó en U.C. Berkeley Crescent Lawn temprano en la mañana, se unió a las manifestaciones en MLK Civic Center Park.

Dicha marcha, en su mayoría pacífica, se unió a unos 200 manifestantes antifa también conocidos como Black block. Vestidos de negro, los rostros cubiertos y armados con escudos, el contingente de antifa subió por los límites que habían sido establecidos por la policía de Berkeley, pasando por encima de los puestos de control destinados a mantener las armas fuera de la zona de manifestación.

A la llega de los antifa, varios partidarios de Trump fueron atacados. En un caso, cuatro miembros del bloque negro estaban pateando y golpeando a un manifestante, y sólo pararon hasta cuando el reportero de Reveal, Al Letson (que es negro) se puso frente al grupo, protegiendo al manifestante.

Joey Gibson, el organizador de Patriot Prayer, hizo una breve aparición mientras la manifestación estaba en su apogeo. Se acercó a la multitud acompañado por al menos uno de sus aliados. Los antifa rápidamente atacaron con mazos y palos. Gibson huyó hacia un área con fuerte presencia policial y voluntariamente puso sus manos en la espalda de este modo la policía lo detuvo (la policía de Berkeley aclaró más tarde que Gibson no fue arrestado, sino detenido temporalmente para su protección).

En total, se realizaron aproximadamente quince arrestos, principalmente por delitos relacionados con la introducción de objetos prohibidos en la zona cercada por la ciudad de Berkeley.

La manifestación atrajo gente de toda el área de la Bahía y del ámbito político. Fue abrumadoramente pacífica, con algunos incidentes aislados, con asistentes cantando ‘We Shall Not Be Moved’ del movimiento Black Lives Matter.

Squiggy Rubio, quien acudió a la manifestación contra la supremacía blanca se alegró de que “todo el mundo saliera y abrumara a los neonazis, nacionalistas blancos, mostrándoles que están superados en número”.

Lily Fahsi-Haskell, de Oakland, dijo creer que es deber de la comunidad presentarse “en cualquier lugar donde los fascistas traten de seguir propagando el miedo, el odio y la opresión, especialmente contra las personas de color, los queer y las mujeres”.

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San Francisco, 26 de agosto

Un día antes, una escena similar se vio con grandes multitudes en San Francisco, lo que llevó a la cancelación del evento previsto en Crissy Field.

En la víspera del evento, no estaba claro si el Servicio de Parques Nacionales otorgaría al grupo conservador el permiso para su manifestación de ‘Libertad de expresión’. El permiso finalmente fue concedido pese a la oposición de muchos, entre ellos, el alcalde Ed Lee, la líder de la minoría de la Cámara Nancy Pelosi y el senador Scott Wiener.

Pero Gibson canceló el evento el día anterior, diciendo que en su lugar habría una conferencia de prensa en Alamo Square. Pero sin los permisos adecuados, Gibson no pudo acudir a ese sitio y decidió celebrar la conferencia en Pacífica.

“Tuvimos que cancelar la manifestación”, dijo Gibson a periodistas a través de un video desde una ubicación remota en Pacífica. “Decidimos que era lo mejor para la ciudad, porque por la forma como se formó, mucha gente inocente iba a salir herida, eso es un hecho. Un puñado de partidarios, un puñado de comunistas de ANTIFA, liberales se habrían mezclado, habría sido un enorme disturbio y un desastre”

Miles de manifestantes pacíficos rodearon el parque Alamo Square, mientras la policía bloqueaba las calles por seguridad. Finalmente, los manifestantes marcharon hacia la Misión cantando ‘Lo decimos fuerte, lo decimos claro, los fascistas no son bienvenidos aquí’ y otros cantos.

“La gente salió hoy a enfrentarse a Patriot Prayer y su manifestación por la supremacía blanca”, dijo Shane, un hombre que llevaba un pañuelo sobre la cara. “Salimos a resistir los eventos que ocurrieron —como en Charlottesville, como en Boston— y mostrar que como comunidad somos más fuertes que el odio”.

De acuerdo con el San Francisco Examiner, Gibson y Patriot Prayer eventualmente se dirigieron a Crissy Field alrededor de las 4 pm, pero fueron recibidos por un hombre que llevaba dos megáfonos, que ahogaron el discurso de Gibson. Una hora más tarde, Gibson se marchó.

Las protestas del sábado encarnaron la diversidad de la que se enorgullece San Francisco, con personas de toda forma de vida, raza y antecedentes, uniéndose para defender sus creencias comunes.