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En la madrugada del Día de Acción de Gracias, mientras la mayoría dormía, cientos de personas esperaban en el Muelle 33.

Durante esa madrugada fría y oscura, la gente esperaba formada en línea para abordar los barcos con destino a la Isla de Alcatraz y presenciar la reunión anual de indígenas en la ceremonia del amanecer.

Al llegar a Alcatraz, la gente empezó a reunirse en la parte superior de la isla, formando un gran círculo alrededor de una fogata. A pesar del intenso frío, el calor de la gente se sentía, un calor especial que ni la fogata podía replicar.

Había gente de todas partes de California, incluso un grupo de indígenas procedente de Alaska. Un grupo inició con una oración esta ceremonia para la cual no permitieron la toma de fotografías.

Después empezaron a danzar y cantar al interior del círculo rodeando la fogata, mientras los rayos del sol empezaban a iluminar el cielo de San Francisco. También los danzantes aztecas participaron en esta ceremonia, más de 100 de ellos, con penachos y vestimentas coloridas, rendían oraciones y danzaban al sonar de los tambores.

La ceremonia, que terminó alrededor de las 9 de la mañana, permitió por último que el resto de los asistentes pudieran orar junto a la fogata. Finalmente, los barcos regresaron a su punto de partida llenos de adultos y niños con miradas cansadas pero con una sonrisa en el rostro por haber presenciado esta simbólica ceremonia.