Multitudes de simpatizantes muestran los colores de sus partidos en El Salvador. Foto Courtesy cispes.org

Con las elecciones presidenciales en El Salvador acercándose rápidamente (el 2 de febrero), los activistas de toda el Área de la Bahía se están reuniendo para dar a conocer los problemas relacionados con las elecciones y el futuro de ese país.

Las encuestas actuales muestran una apretada pugna entre los candidatos izquierdistas del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) —Salvador Sánchez Cerén y Oscar Ortiz— y los candidatos de la extrema derecha, Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) —Norman Quijano y René Portillo Cuadra.

“Consideramos que se deben mantener los logros de la actual Administración (FMLN) que son de proporciones históricas y muy cruciales y fundamentales para la sociedad salvadoreña”, dijo el representante de la Red Nacional Salvadoreña en el Exterior (RENASE), Jorge Rivera. “Creemos que … es de vital importancia el fortalecimiento de los trabajadores de El Salvador. Que es nuestra misión como salvadoreños que viven en los EEUU”.

El FMLN llegó al poder como uno de los dos principales partidos políticos en las elecciones de 2009, luego de luchar durante años como un movimiento de resistencia revolucionaria. Para los partidarios del FMLN, las mejoras introducidas en el país, como las prestaciones sociales y los sistemas educativos, son cosas que creen que se perderían si la Alianza Republicana Nacionalista recuperara el poder.

Por ello gente como Jason Wallach, organizador del Centro de Educación Política, está trabajando para difundir el mensaje de FMLN en el Área de la Bahía, así como educando a la gente sobre porqué es importante viajar a El Salvador para ayudar en el proceso electoral. “La vigilancia electoral puede tener un efecto directo sobre los resultados electorales —Creo que la vigilancia electoral tuvo mucho que ver con la consecución de la victoria de Funes (candidato del FMLN en 2009)”, dijo.

Wallach continuó comentando sobre cómo la vigilancia electoral tendría un impacto en los EEUU.

“Para conocer de primera mano cómo los movimientos sociales construyen partidos políticos y para ver cómo esos partidos pueden luchar contra los programas neoliberales; desde el gobierno de los EEUU a las corporaciones descendiendo hasta el nivel local”, dijo Wallach. “Ese proceso de comprensión es inestimable”.

Además de la organización de base y con la ayuda de las organizaciones políticas locales, más salvadoreños que nunca podrán participar en las elecciones de 2014 desde el extranjero.

“Esta elección es monumental teniendo en cuenta que es la primera vez que los salvadoreños podrán emitir su voto desde el extranjero”, dijo Ana Valenzuela, Cónsul General del Consulado de El Salvador en San Francisco. “Más de 10.000 paquetes fueron enviados por correo directamente a los destinatarios votantes, asegurando que el proceso será justo y transparente”.

Luego de la derrota de ARENA en 2009, el partido de extrema derecha tomó medidas inmediatas para reinventar su imagen pública. Esto se refleja en la expulsión del ex presidente Antonio Saca —sin embargo, esto parece que se volvió en contra de ARENA, cuando Saca creó otro partido: GANA.

GANA se presenta ahora en coalición con otros pequeños partidos de extrema derecha como UNIDAD y se ha perfilado como la tercera fuerza por parte de los medios de comunicación.

Para los partidarios del FMLN, la división y la reacción violenta entre los miembros de los grupos de extrema derecha de El Salvador han ayudado a poner el énfasis sobre las deficiencias del partido ARENA.

“Además de su abandono histórico de la mayoría de la población salvadoreña, ARENA, como partido, está pasando por una crisis interna”, dijo Rivera. Pero tiene claro que no dejan de ser una amenaza. “Muchas de las reformas (de la Administración del FMLN) estarían en peligro si ARENA volviera a la presidencia”.

La representante de CISPES (Comité de Solidaridad con el Pueblo de El Salvador, en sus siglas en inglés), Emily Tricia López Marchena, está de acuerdo.

“El cambio social está y ha estado ocurriendo en El Salvador desde las elecciones de 2009”, dijo Marchena. “Lo más importante es que los partidos de extrema derecha se queden fuera del Gobierno para que estos (nuevos) programas sociales pueden seguir afianzándose”.

—Traducción Emilio Ramón