Nota:

Claudia Boyd-Barrett es reportera de California Health Report. Este artículo se ha producido en colaboración con California Healthline, California Health Report y El Tímpano.

OAKLAND, California – Durante tres años, Bertha Embriz, de San Francisco, ha vivido sin seguro de salud, saltándose revisiones anuales y ahora, evitando masticar de un lado para evitar el dolor de una muela rota. Como inmigrante, esta cuidadora no remunerada de 58 años de edad, sabía que el programa de Medicaid de California no era para ella.

Pero eso cambió en mayo, cuando California amplió Medi-Cal, su programa de Medicaid para personas de bajos ingresos, a adultos de 50 años en adelante, independientemente de su estatus migratorio. El problema fue que Embriz no se dio cuenta que podía ser elegible hasta que fue a una reunión comunitaria en San Francisco: «Escuché que estaban dando Medi-Cal a las personas mayores de 50 años, pero no sabía que no tenías que estar» en el país legalmente, dijo mientras espera a que su solicitud sea procesada. «Gracias a Dios no he tenido emergencias».

Bertha Embriz solicitó Medi-Cal medio año después de que este servicio expandiera la cobertura de su programa Medicaid para personas, como ella, mayores de 50 años que no tienen residencia legal. Ahora espera poder arreglarse una muela rota. Foto: Ximena Natera con El Tímpano

Hasta octubre, el mes más reciente para el que hay disponibles datos, más de 300 mil adultos mayores inmigrantes que no tienen residencia legal se habían inscrito en el Medi-Cal completo, un 30% más que la proyección original del estado. 

Funcionarios estatales de salud, que habían basado su estimado en el número de personas inscritas en una forma limitada de Medi-Cal cuya cobertura es solo para servicios médicos de emergencia, no saben cuántos californianos mayores adicionales son candidatos a recibirla, informó Tony Cava, vocero del Departamento de Servicios de Atención Médica del Estado.

Ahora, algunos condados han contratado a un pequeño ejército de trabajadores comunitarios y educadores de salud para inscribir a tantos adultos mayores inmigrantes como sea posible. Visitan centros para personas mayores, iglesias, clases de inglés, oficinas de inmigración, mercados y eventos comunitarios, con la esperanza de encontrar a personas como Embriz, que no estén enteradas que son candidatas a recibirla.

En el condado de Alameda, Juan Ventanilla, experto en el programa Medi-Cal, dijo que la agencia de servicios sociales está utilizando subvenciones estatales para asociarse con ocho organizaciones comunitarias para ayudar a correr la voz y a las personas a inscribirse. Dijo que los trabajadores se especializan en «ayudar a los más vulnerables del condado a obtener acceso a atención médica».

Entre ellos están Ana Hernández y Bertha Ortega, de Casa Che, un centro de educación de salud comunitaria en el vecindario Fruitvale de Oakland, operado por La Clínica de la Raza. Ambas comentaron que la mayoría de las personas que conocen están ansiosas por inscribirse en Medi-Cal, pero no saben por dónde empezar. Muchas no hablan inglés, tienen una alfabetización limitada, y batallan con el uso de la computadora. Los formularios están disponibles en doce idiomas, pero hay usuarios que pudieran no encontrar su idioma, como la lengua maya indígena mam.

La educadora de salud Ana Hernández (izquierda) trabaja con María Esther Jiménez, una clienta, en el Centro para Personas Mayores de Fruitvale-San Antonio en Oakland, California. Hernández, que trabaja para La Clínica de la Raza, visita con frecuencia ese centro para ayudarles con la inscripción en Medi-Cal, el programa estatal de Medicaid. Foto: Claudia Boyd-Barrett con California Health Report

«El sistema parece amigable si tienes mucha experiencia usando una computadora», dijo Ortega, pero ese no es el caso para la mayoría de los adultos mayores a los que ayuda. «Vienen aquí y tenemos que arreglar todo».

Los californianos sin estatus legal constituyen la mayor parte de los residentes sin seguro del estado, un estimado de 3 millones, según el UC Berkeley Labor Center. Para que muchos de ellos obtengan cobertura médica, los legisladores estatales han expandido Medi-Cal a los inmigrantes sin papeles que viven en California, implementando la cobertura en etapas: primero, en 2016, a los niños; en 2020, a los adultos jóvenes de hasta 26 años de edad y, el año pasado, a personas mayores. 

El próximo año, la cobertura completa de Medi-Cal estará disponible para todos los californianos que califiquen, independientemente de su edad o estatus migratorio. Cuando esto suceda, se espera que se inscriban cerca de 700 mil personas adicionales de 26 a 49 años de edad, que no son ciudadanas, según la oficina del gobernador Gavin Newsom.

Entre todos los cambios, el de la expansión del programa a los adultos mayores puede haber sido el más trascendental. No solo tienden a necesitar más atención, sino que también es más probable que tengan afecciones crónicas como hipertensión y diabetes. Muchos no buscan atención médica o servicios sociales de manera regular, una tendencia que aumentó con la pandemia.

Un mural en el distrito Fruitvale de Oakland, California, un área predominantemente hispana, donde personal médico bilingüe ha estado tratando de encontrar inmigrantes mayores sin residencia legal que puedan inscribirse en Medi-Cal. Foto: Ximena Natera con El Tímpano

California será el primer estado en expandir la cobertura de Medicaid a todos los inmigrantes. Illinois y Oregon también han ampliado la cobertura financiada por el estado a los adultos mayores inmigrantes, y Nueva York planea hacerlo en 2024.

A pesar de que Medicaid es un programa conjunto federal-estatal, en el caso de las personas sin estatus legal, el gobierno federal interviene solo para cobertura relacionada con emergencias y con el embarazo. Esto significa que los contribuyentes de California pagan la mayor parte del costo de proporcionar cobertura, estimada en $878 millones para personas mayores inmigrantes el primer año, según funcionarios de presupuesto estatales.

Cuando se lanzó en mayo la expansión para las personas mayores, las de 50 años en adelante que ya estaban inscritas en la forma limitada de Medi-Cal fueron transferidas automáticamente a la versión completa, que ofrece tratamientos médicos, dentales, de visión y cuidado de largo plazo sin costo para la mayoría de los afiliados. 

Algunos condados del Área de la Bahía, incluidos Alameda, Contra Costa y San Francisco, estuvieron en ventaja para identificar a las personas elegibles porque administran programas de atención médica para residentes sin estatus legal.

En los últimos meses, defensores de salud de la comunidad se han concentrado en encontrar personas mayores elegibles que aún no estén enterados de esta expansión. Algunos han aparecido en los programas locales de noticias de televisión y radio para hacer correr la voz.

Una clínica dental en Fruitvale de Oakland, California, dirigida por La Clínica de la Raza. Esta clínica coordina las clínicas en el área este de la bahía que atienden a residentes de bajos ingresos y sin seguro. El personal médico también ayuda a los pacientes candidatos a inscribirse en Medi-Cal y en los programas de salud locales. A dental clinic in Oakland, California’s Fruitvale district run by La Clínica de la Raza. Foto: Ximena Natera con El Tímpano

«Sabemos que hay más que son elegibles pero que no están inscritos», dijo Seciah Aquino, directora ejecutiva interina de Latino Coalition for a Healthy California. «Estamos trabajando para asegurarnos que los números puedan continuar creciendo y que todos los que ahora tienen el privilegio de acceder a este beneficio puedan inscribirse».

Un estudio de grupo focal llevado a cabo el verano pasado, financiado por la California Health Care Foundation , encontró que aproximadamente la mitad de los encuestados hispanos no sabían del cambio. Una proporción aún menor de asiáticos mayores inmigrantes lo sabía. Los asiáticos constituyen el segundo grupo más grande de inmigrantes de California después de los hispanos, que representan casi el 40% de los inmigrantes del estado.

Algunas de las personas que permanecen sin inscribirse son difíciles de persuadir porque temen revelar su estatus migratorio a un programa gubernamental, informan los trabajadores de salud comunitarios. Los que solicitan Medi-Cal deben divulgar su estatus en la solicitud, pero los funcionarios estatales dicen que la ley exige que la información se mantenga privada y no se comparta con las autoridades de inmigración. Esas garantías a menudo se reciben con escepticismo.

También, muchos adultos mayores elegibles señalan la política de «carga pública» promovida durante la administración Trump, que hizo que la inscripción en Medicaid fuera una razón posible para denegar la residencia legal en el país. Aunque esa política fue revocada en diciembre, el temor persiste.

Bertha Embriz emigró a los EEUU desde la Ciudad de México hace 30 años. A los 58 años, se enteró de que el estado amplió su programa de Medicaid para residentes de bajos ingresos mayores de 50 años, independientemente de su estatus migratorio. Foto: Ximena Natera con El Tímpano

Embriz, que tuvo la cobertura limitada de Medi-Cal durante muchos años, dijo que la dejó en 2020 debido a la política de carga pública. No quería que su inscripción en Medi-Cal arruinara sus posibilidades de obtener la tarjeta verde. Pero una vez que supo que registrarse no afectaría su solicitud de residencia permanente, estuvo de acuerdo: «Haría una gran diferencia», dijo respecto a obtener revisiones médicas de rutina nuevamente. «Tengo muchas esperanzas».

Para algunos inmigrantes mayores que se han inscrito, la capacidad de obtener cobertura total ha sido un regalo del cielo. Maria Rodríguez, de 56 años, de Hayward, supo en septiembre que era elegible mientras visitaba la Tiburcio Vásquez Health Center, una clínica local que atiende a pacientes sin seguro médico. Una trabajadora social la ayudó a completar la solicitud en línea después que un médico le diagnosticara hipertensión y diabetes. «Es como si Medi-Cal cayera del cielo», dijo Rodríguez. «Es muy beneficioso para mi salud».

Claudia Boyd-Barrett es reportera de California Health Report. Este artículo se ha producido en colaboración con California Healthline, California Health Report y El Tímpano.

Inscríbase a Medi-Cal

Los residentes de California de bajos ingresos y que tengan 50 años de edad o más, pueden solicitar todos los beneficios de Medi-Cal, sin importar su estatus migratorio. Estas son algunas opciones para solicitar este servicio de cobertura médica: 

  • Covered California: https://www.coveredca.com. En la parte inferior de esta página encontrará traducciones disponibles en varios idiomas. Para comunicarse por teléfono llame al número 800-300-1506 para que le atiendan en inglés, o al 800-300-0213 para hablar con una operadora en español. Los formularios para aplicar a Medi-Cal están disponibles en 12 idiomas, listos para imprimirse.

https://www.dhcs.ca.gov/services/medi-cal/eligibility/Pages/SingleStreamApps.aspx

Envíe por correo el formulario completo y firmado a:

Covered California

P.O. Box 989725

West Sacramento, CA 95798-9725

  • CalWIN: https://www.mybenefitscalwin.org. Esta página web está disponible para que los residentes de 18 condados soliciten beneficios públicos a diversos programas; la lista incluye los condados de Alameda, Contra Costa, San Francisco, Solano y Sonoma.
  • Para encontrar otras agencias de servicios sociales por condado:

https://www.dhcs.ca.gov/services/medi-cal/Pages/CountyOffices.aspx

  • HealthyAC: https://healthyac.org. Solo para residentes del condado de Alameda. Este sitio web incluye una lista de organizaciones, ordenadas por código postal, que ofrecen asistencia con el proceso de solicitud. Llame al número 510-272-3663 para tramitar su inscripción por teléfono o para pedir un formulario de inscripción. 
  • Casa CHE: Manejado por La Clínica de la Raza (https://laclinica.org/), Casa Che brinda asistencia para inscribirse a seguros médicos en los condados de Alameda, Contra Costa y Solano. Llame al 855-494-4658 para programar una cita.