Por J. Scott Weaver

Muchos arrendadores están sacando provecho al alto valor que el mercado de rentas está adquiriendo ya que estos, en calidad de propietarios, están desalojando a muchos de sus inquilinos. Algunos recurren a las amenazas para llevar a cabo el desalojo, otros, a mentiras, intimidación y acoso; otros más, ofrecen el pago de determinada cantidad de dinero para que el inquilino desaloje la vivienda. Estos propietarios y sus abogados no quieren que usted sepa cuáles son sus derechos, pero estos son algunos de ellos:

1. No tiene que desalojar su vivienda solo porque su arrendador lo dice.
Existen leyes que protegen a los inquilinos de acosos, amenazas y desalojo. Bajo la Ordenanza de Renta de San Francisco, un propietario debe tener una “causa justa” para poder forzar un desalojo. Hay organizaciones comunitarias que pueden ayudarlo a proteger sus derechos, entre las que se encuentran: Causa Justa, (415) 487-9022; Housing Rights Committee, (415) 703-8644 y San Francisco Tenants’ Union, (415) 282-6622.

2. El propietario de su vivienda no puede desalojarlo mientras no exista una orden de la corte.
Esto significa que no pueden sacar sus pertenencias ni dejarlo en la calle o acosarlo para que se vaya. Un propietario tiene que recurrir a un proceso legal de desalojo. En caso de que eso ocurra, el inquilino tiene derecho a defenderse y exigir sus derechos bajo leyes locales y estatales. Nuevamente, las organizaciones listadas anteriormente pueden ayudarlo.

3. Es ilegal que el propietario llame al ICE o lo amenace con hacerlo.
Las leyes locales y estatales prohíben cualquier tipo de discriminación por nacionalidad o estatus migratorio. Varios activistas que se enfocan en este tema han confirmado que ICE (anteriormente llamado INS) no ha detenido a inquilinos por haber recibido una llamada de algún propietario.

4. Los arrendadores no siempre dicen la verdad.
Otra táctica usada por los propietarios es simplemente la mentira, por ejemplo, un propietario puede recurrir a varios tipos de amenaza: con el desalojo bajo el Ellis Act; diciéndole que se mudará a su unidad o, simplemente, con que tiene el derecho a desalojarlo. Por un lado, lo amenaza para luego ofrecerle dinero si acepta desalojar “voluntariamente”. Estos tratos son siempre perjudiciales para los inquilinos y, nuevamente, es siempre importante estar familiarizado con sus derechos.

5. Un acuerdo de compra no lo pondrá en una mejor posición financiera.
Los propietarios suelen hacer creer a los inquilinos que el dinero obtenido por un acuerdo de compra será dinero caído del cielo. Rara vez ocurre así, aun cuando el propietario le pague decenas de miles de dólares, si considera el aumento en el costo de la vivienda, los gastos requeridos para mudarse, más el incremento del transporte público requerido para trasladarse fuera de la ciudad, si así ocurriera, esa cantidad recibida por tal acuerdo no será suficiente y se agotará en unos cuantos años.

6. Puede rescindir un acuerdo de compra si considera que fue una mala decisión.
Una nueva ley en San Francisco le permite al inquilino rescindir (cancelar) un acuerdo de compra dentro de un plazo de 45 días desde momento de su firma. Los inquilinos suelen sentir presión para aceptar un acuerdo de compra y luego, darse cuenta que no fue una buena decisión. Bajo esta nueva ley, un inquilino puede rescindir el acuerdo por cualquier razón si lo hace dentro de ese periodo. Cualquier acuerdo de compra ya liquidado, luego de su rescisión, obliga al inquilino a reembolsar el pago.

Un apartamento con control de renta es una propiedad valiosa y el inquilino puede proteger sus derechos aprovechando los recursos disponibles en la comunidad.

J. Scott Weaver es un activista pro vivienda e inquilinos y abogado. Trabaja en la Plaza 16 Coalition y en San Francisco Tenants Union. Es miembro de la Junta Directiva de Acción Latina.
 
— Traducción Laura Guardia