Miembros del grupo de teatro Social Irruption Theatre, actuaron durante una de las escenas finales de “Aquí No Pasa Nada” en el Centro Cultural de la Misión.

Los pasados días 9, 10 y 11 de septiembre, se presentó en el Centro Cultural de la Misión el grupo de teatro Social Irruption Theatre con la obra “¡Aquí no pasa nada!”. Los miembros del grupo formado recientemente por actores veteranos del Área de la Bahía —procedentes de Alemania, Guatemala y México— pretenden ser, según sus propias palabras, “una piedra en el zapato”. Dicho de otra manera, “un teatro incómodo que rete la realidad y sacuda conciencias (…) Es nuestro deseo el reavivar el espíritu combativo del teatro en español para inspirar reflexión en nuestra realidad social e inspirar la acción por un cambio”.

Hay que resaltar que Social Irruption Theatre escribe colectivamente sus obras y hace uso de diversas técnicas y recursos teatrales que van, conforme a sus propias palabras, desde la Commedia dell’arte y el teatro guerrilla, pasando por el avant garde, la multimedia y hasta el teatro callejero. Es importante destacar que es de los pocos, sino el único, grupo de teatro en español en San Francisco, lo cuál es encomiable.

La obra representada se divide en tres actos y un epílogo. Algunas de las escenas de los tres actos tienen títulos sugerentes como ‘El caos y la rutina’, ‘Las Torres-Multimedia Show’, ‘La Nada’,’El show de Nadalilia’, ‘Entrevista de guerra-multimedia’, ‘Personajes de guerra y la conciencia’ o ‘¿Y el resto del mundo?-Multimedia’. La obra termina con un epílogo titulado ‘¡A mi no me vengan con… yo no hice nada!’

Resumir la trama resulta complicado al tratarse de una mezcla, a modo de collage de escenas teatrales y diferentes lenguajes expresivos. Pasamos, sin solución de continuidad, de “mímica” a un “show televisivo” con personajes caricaturizados hasta el ridículo; de impactantes imágenes proyectadas en una pantalla sobre el “11-S”, al desastre de la fuga de petróleo del Golfo de México; de la guerra de Irak, a la frontera de Arizona o entrevistas a gente de la calle, o con otras escenas teatrales que no dan respiro al espectador en los escasos 50 minutos que dura el montaje. Sin olvidar la música en vivo que juega un papel fundamental.

Si el objetivo máximo de la obra y todo lo que lleva consigo era “sacudir conciencias”, creemos que ello se consigue sólo en parte. El magnifico trabajo multimedia de imágenes impactantes de una fuerza y hechura excelentes domina demasiado sobre el trabajo actoral, y la puesta en escena queda en un nivel un poco inferior. De todos modos nos preguntamos cuál es el mensaje: ¿el fanatismo del ataque del 11-S?, ¿el antibelicista de la guerra de Irak?, ¿el ecologista del desastre del Golfo de México?, ¿el racismo y la inmigración en Arizona?, ¿la crisis?… ¿No son demasiados mensajes para tan poco tiempo de montaje? No obstante la actuación adquiere momentos brillantes de humor negro y feroz crítica social en escenas como la parodia del show de Nadalilia por ejemplo.

Como toda obra “inacabada”, esperamos y deseamos que a partir del estreno el montaje crezca en coherencia y logre pulir los aspectos menos consistentes del mismo. En algún momento nos preguntamos: ¿Asistimos a una concatenación de escenas a veces inconexas o, por el contrario, existe un hilo conductor que las une a todas ellas?

La respuesta no es fácil y por ello abogamos por una reflexión en profundidad que aclare algunos aspectos confusos. La excesiva condensación que implica contar tanto en tan poco tiempo, creo que al final pasa factura al montaje. Con menos ingredientes es muy posible que el resultado final hubiera salido más elaborado.

Pero al margen de estos pequeños detalles, apoyamos definitivamente el esfuerzo del grupo Social Irruption Theatre por presentar un teatro en español del que estamos tan necesitados en nuestra comunidad. Las reacciones del público en el estreno de la obra fueron de aprobación total, premiando con abundantes aplausos el esfuerzo colectivo de los actores.

Lo dicho, a crecer y seguir deleitándonos con más obras en español en un futuro que deseamos sea de lo más fructífero.