La COVID ha afectado nuestra economía de manera incalculable y el impacto de esta crisis la seguiremos padeciendo en los próximos años. Si bien millones de californianos han sufrido por el desempleo durante casi un año, las comunidades de color y las comunidades de inmigrantes son las que han soportado la carga más pesada.

La persistente crisis económica ha sido particularmente aguda para los trabajadores de las industrias de la hospitalidad, el turismo y los servicios. Y los trabajadores inmigrantes y de color a menudo constituyen la gran mayoría de esa fuerza laboral.

Normalmente, el seguro de desempleo proporciona una red de seguridad crucial para ayudar a los trabajadores a capear la tormenta, pero los actuales desafíos en la agencia de desempleo de California han dificultado mucho la obtención de beneficios. Hemos visto un fraude desenfrenado y a millones de californianos luchando por obtener los beneficios que les corresponden. El Departamento de Desarrollo del Empleo (EDD, por sus siglas en inglés), la agencia responsable de distribuir el seguro de desempleo, no ha logrado satisfacer las necesidades de millones de californianos durante esta crisis económica. Si bien los problemas en ese departamento han existido durante décadas, han sido especialmente obvios y dolorosos durante este tiempo.

Obtener acceso a esos beneficios puede ser un proceso difícil y frustrante para cualquiera, pero estos problemas se agravan para los californianos monolingües cuya lengua materna no es el inglés. De hecho, los desafíos son tan importantes que el informe de un equipo asignado por el gobernador concluyó que los solicitantes del EDD que no hablan inglés enfrentan “barreras insuperables” para recibir beneficios. Si bien esa agencia ofrece algunos formularios y servicios en español, no son lo suficientemente completos para ser efectivos.

El año pasado, mi oficina ayudó a cientos de electores a navegar el proceso del seguro de desempleo, obtener actualizaciones críticas y garantizar que las personas obtengan los recursos necesarios para sobrevivir en este momento excepcionalmente difícil. Mi personal bilingüe ha ayudado a muchos electores cuyo primer idioma no es el inglés y que enfrentan desafíos extraordinarios al intentar acceder a los beneficios de desempleo que les corresponden legalmente. Muchos han intentado llamar a la línea telefónica en español, pero el EDD rara vez responde. Hemos visto a electores de habla hispana a los que no se les ha pagado en meses, que están al borde de perder su vivienda y que no pueden llevar comida a la mesa.

Normalmente, el seguro de desempleo proporciona una red de seguridad crucial para ayudar a los trabajadores a capear la tormenta, pero los actuales desafíos en la agencia de desempleo de California han dificultado mucho la obtención de beneficios.

Como hijo de inmigrantes y ex abogado de derechos civiles, me desconcierta ver cómo los servicios gubernamentales críticos no son accesibles para todos. Hay siete millones de californianos con dominio limitado del inglés que llaman hogar a California. En San Francisco, uno de cada diez hogares habla español y, de ellos, un tercio tiene un dominio limitado del inglés. En California y San Francisco, la necesidad de un acceso lingüístico culturalmente competente en los servicios públicos ha sido enorme, especialmente durante esta época de crisis. La falta de acceso al idioma en las agencias de servicio público ha exacerbado aún más las disparidades existentes que hemos visto a lo largo de la pandemia.

Por todas estas razones, mis colegas y yo presentamos recientemente un paquete de proyectos de ley para reformar el EDD. Para asegurar que todos los californianos tengan acceso a beneficios públicos cruciales. Estoy redactando el Proyecto de Ley de la Asamblea 401 para abordar el acceso al idioma en esa instancia, la cual le requeriría identificar de manera proactiva las necesidades lingüísticas del solicitante; proporcionar traducción ampliada de solicitudes, documentos vitales y avisos de esa agencia; comunicarse con los reclamantes en su idioma preferido de manera oportuna; aumentar el servicio de atención telefónica multilingüe; y establecer un proceso de revisión comunitaria de los esfuerzos de traducción del EDD para garantizar la accesibilidad. Estamos trabajando con una amplia coalición de defensores en este esfuerzo, incluidos Legal Aid at Work, Center for Workers Rights, Asian Americans Advancing Justice-California y Mixteco Indígena Community Organizing Project.

Los problemas en el EDD son vastos y requerirán una amplia revisión y aportes legislativos. Sin embargo, si la AB 401 se convierte en ley, funcionaría para llenar una brecha significativa en los servicios para los residentes de San Francisco y California con dominio limitado del inglés.

A menudo se dice que la medida de la grandeza de una sociedad depende de cómo se trata a los que menos tienen en nuestras comunidades. Tenemos la esperanza de que al aprobar la AB 401, nuestro estado avance para que todas las personas, independientemente de su cultura, herencia o capacidad lingüística, puedan confiar en que su gobierno ayudará en tiempos difíciles.

Mientras tanto, si necesita ayuda con el EDD, no dude en comunicarse a mi oficina de lunes a viernes de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. al 415-557-3013.