El Sindicato Internacional de Empleados de Servicios 1021 (SEIU, por sus siglas en inglés) y los Educadores Unidos de San Francisco (UESF, también por sus siglas en inglés) votarán a favor de ir a la huelga debido a lo que denominan prácticas laborales injustas por parte de su empleador, el Distrito Escolar Unificado de San Francisco (SFUSD).
La UESF votará el 11 de octubre, lo que conducirá a una posible segunda votación a finales de octubre para autorizar una huelga. Un abrumador 99.5 por ciento de los miembros del SEIU 1021 votaron a favor de autorizar una huelga contra el SFUSD el 3 de octubre. El sindicato representa a unos 900 empleados de limpieza, oficina y otros empleados en las escuelas públicas de San Francisco. Aproximadamente entre el 16 y el 25 por ciento de los trabajadores clasificados del SFUSD ganan menos que sus contrapartes.
El voto de huelga autoriza al equipo negociador sindical a declarar una huelga durante las negociaciones contractuales con el distrito escolar. También presionará a los representantes del distrito para que acuerden un contrato mejorado.
Rafael Picazo, presidente del capítulo de SEIU, dijo que no ha habido un acuerdo desde que su contrato expiró en 2020 y que están trabajando sin contrato: «En lo que estamos estancados es en la economía porque los miembros de nuestro sindicato son los peor pagados del distrito escolar, así como, en temas de salud y dotación de personal en el sitio», explicó vía telefónica y continuó, «es difícil para el distrito escolar retener a los trabajadores talentosos porque cuando entran y se transfieren al lado de la ciudad, obtienen un aumento salarial instantáneo del 20 por ciento».
Picazo dijo que los miembros no han recibido un aumento desde el comienzo de la pandemia y que cuando las escuelas reabrieron, los trabajadores de la cafetería y la conserjería —que son miembros de SEIU— se aseguraron de que los estudiantes recibieran alimentos y de que las escuelas estuvieran debidamente limpias y desinfectadas.
«Nuestros trabajadores han ido a trabajar todos los días durante los últimos cuatro años y no han recibido ningún aumento, ni por el coste de la vida. La escuela llora y se queja de que ‘tenemos poca asistencia’ bueno sí, muchos de nuestros trabajadores son padres que terminan yéndose de San Francisco porque es demasiado caro y con los salarios que ganan nuestros miembros, es difícil», dijo.
Por su parte, Christian Benitez, supervisor interino que supervisa 14 sitios, dijo que el SFUSD es «frívolo con su dinero»: «el SFUSD no está haciendo justicia por los niños, arreglando su infraestructura y manteniendo a su personal con un salario digno y eso va no sólo para los trabajadores clasificados, sino también para los no clasificados». Asimismo, informó que el departamento de conserjes tiene 300 trabajadores menos, lo que significa que cada persona está haciendo el trabajo de dos o tres personas.
Una de esas empleadas, Morena Amaya, que se encarga de la limpieza en la Escuela Primaria César Chávez, dijo que planea unirse a la huelga si se vota a favor de seguir adelante:»Nosotros los que limpiamos somos la cara de la entrada de las escuelas, desde que los padres entran a la escuela se fijan si está limpio o no para que tengan un ambiente agradable», dijo en español también vía telefónica.»Nuestro papel es muy importante también, por ejemplo en una escuela elementaria, hay niños que se hacen pipí y popó, vomitan ahorita que estamos en esta temporada de gripe y pasan muchas emergencias y pues claro tiene que haber alguien que lo cubra», agregó.
Picazo dijo que esto es lo peor que ha visto en el distrito en sus 40 años trabajando allí: «Es duro ver cómo han sido los últimos casi cinco años para nuestros afiliados y la falta de respeto. El distrito dice que quiere ser equitativo, pero yo no veo que lo sea. Los estudiantes son mi prioridad, son a los que quiero proteger. Ellos son los que nuestros miembros miran y nosotros apenas quisiéramos que nuestros administradores reconocieran la mano de obra que está haciendo el trabajo hacia fuera allí para cerciorarse de que nuestros cabritos están aprendiendo en un ambiente seguro, limpio y se están alimentando correctamente».
La UESF publicó un comunicado de prensa el 27 de septiembre, en el que su presidenta, Cassondra Curiel, declaraba: «Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para negociar un contrato que sea justo para los profesores y bueno para las y los estudiantes y evitar la huelga. Mientras negociamos con el SFUSD, siempre tenemos en mente las necesidades y el mejor interés de nuestras y nuestros estudiantes».
Frank Lara, vicepresidente ejecutivo de la UESF, dijo que hay un centenar de puestos para profesores y otra cantidad similar para educadores: «Todo esto se puede resolver acordando el contrato que hemos estado proponiendo, que hará de este un trabajo muy atractivo para los educadores», dijo Lara en una llamada telefónica. «Queremos que el público y las familias sepan que realmente estamos destacando este contrato para estabilizar las escuelas en beneficio de las familias y los estudiantes.»
Tom Anderson, que lleva nueve años en el distrito y es profesor de educación especial en la escuela primaria Dolores Huerta, dijo que el SFUSD no está proporcionando los recursos necesarios: «Usted tiene el equipo de negociación, donde no se siente como el distrito está negociando de buena fe, porque a sus contrapropuestas sobre los paquetes económicos, sólo están retrasando el mismo papel de ida y vuelta con sólo diferentes fechas y realmente no se siente como que están tratando de llegar a un consenso», dijo.
En julio de 2022, la Junta de Educación del SFUSD y el nuevo superintendente, Matt Wayne, iniciaron un proceso para reafirmar los objetivos del distrito, pero Anderson cree que las opiniones de los profesores no son del todo escuchadas: «Me gustaría que el doctor Wayne y su personal visitaran las escuelas, todavía no han venido a la Dolores Huerta para ver lo que las escuelas o los educadores necesitan porque desafortunadamente, creo que el distrito escucha más a los padres que a los educadores cuando se trata de las necesidades y deseos».
Anderson ayuda a los estudiantes que tienen un plan educativo individualizado. Es sólo él y un paraprofesional para 27 niños en toda la escuela primaria.
Por su parte, Elizabeth Kimballe, que ha estado en la educación durante 25 años y es profesora de danza en la Monroe Elementary, dijo que no hay suficiente personal de apoyo, «especialmente los trabajadores sociales y ahora más que nunca los niños vienen con muchos problemas que afectan a la forma en que se comportan en las escuelas y tenemos que ser capaces de proporcionarles el apoyo que necesitan».
Dijo que no debería ser necesaria una huelga, pero las circunstancias no han dejado otra opción: «Nadie quiere ir a la huelga, ese es el peor escenario para nuestros estudiantes que nos necesitan. Pero si el SFUSD no va a trabajar con nosotros y tratar de hacer una situación razonable para los educadores para vivir y trabajar en la ciudad, entonces tenemos que tomar medidas extremas», dijo Kimballe.