El oficial del alguacil, Scott Osha, después de agredir a la fotógrafa Natasha Dangond en el ayuntamiento de la ciudad el 6 de mayo de 2016. Foto: Natasha Dangond

Ha transcurrido más de un año desde que Natasha Dangond fue violentamente empujada y golpeada en la cabeza con una porra, por Scott Osha, oficial del alguacil, mientras ella cubría una protesta el 6 de mayo de 216 en el ayuntamiento, incidente que fue capturado en video y difundido en las redes sociales. Pero eso se volvió más difícil cuando a ella se le informó que su demanda por el uso excesivo de fuerza utilizada en su contra fue desestimada.

Tras estos hechos, nuestra periodista presentó una demanda y luego recibió una carta de la Oficina del Alguacil en la cual se le comunica que: “Después de una revisión completa del caso, la denuncia en contra del funcionario no es sostenible”.

La misma carta fue enviada a las fotógrafas de El Tecolote, Gabriella Angotti-Jones y Joel Angel Juárez, así como a la periodista de 48Hills, Sana Saleem. Portando a la vista sus credenciales de prensa, Angotti-Jones fue agarrada y arrastrada por el oficial, mientras que Juárez fue aventado hacia unos peldaños de mármol.  Y si bien en El Tecolote no nos sorprendió la respuesta de la Oficina del Alguacil, la noticia de que otra agencia encargada de hacer cumplir la ley se negara a responsabilizar a cualquiera de sus oficiales por sus malas acciones es irritante e inaceptable.

La fotógrafa de The Guardsman, Natasha Dangond, recibe atención médica luego de ser golpeada en la cabeza por el ayudante del alguacil de apellido Osha. Dangond cubría la protesta en el ayuntamiento el 6 de mayo cuando fue golpeada con una porra. Foto courtesía de Natasha Dangond

“No siento que de ninguna manera haya sido culpable de nada. No creo que eso me haya pasado a mí”, dijo Dangond a El Tecolote. Nunca me habían agredido. Y ser agredida por alguien que supuestamente está allí para hacerte sentir segura, eso fue definitivamente una experiencia realmente traumática”.

En el Código de Ética de las Fuerzas Policiales, que se difunde de manera destacada en el sitio web de la Asociación de Alguaciles de San Francisco, se lee: “Como Oficial del Cumplimiento de la Ley, mi deber fundamental es servir a la humanidad; salvaguardar vidas y bienes; proteger a los inocentes contra el engaño, a los débiles contra la opresión o la intimidación, y la paz contra la violencia o el desorden; y respetar los derechos constitucionales de todos los hombres de libertad, igualdad y justicia”.

Parece que Osha se olvidó de eso. O tal vez este hombre acusado de disparar en contra de alguien durante una disputa de tráfico el 28 de diciembre de 2015, que luego se postuló como tesorero de la Asociación de Alguaciles en 2013 y ganó, nunca aprendió.

“Después de todo lo que pasamos, estar en esa oficina y ser interrogados [por los oficiales] sobre algo que nos sucedió; el tiempo y la energía que nos tomó para conseguir una carta que dice básicamente lo que te pasó no es lo suficientemente importante para que podamos hacer algo al respecto, eso es definitivamente decepcionante”, dijo Dangond a El Tecolote.

Decepcionante es poco. Como periodistas, cuando nos equivocamos, nos hacemos responsables y, como ciudadanos, exigimos que la policía haga lo mismo.