Altar para Alex Nieto, durante un evento de recaudación de fondos destinados a la construcción de su memorial, llevado a cabo en la Panadería La Reyna. Foto: Gabriela Alemán

Dicen que se necesita un pueblo para criar a un niño. Lo que no se dice es algo que las comunidades de color conocen muy bien: también se requiere un pueblo —el poder colectivo de la comunidad— para asegurar que las vidas injustamente tomadas por la policía no se olviden.

El 21 de marzo de 2014, cuatro oficiales del SFPD dispararon 59 veces en contra de Alejandro ‘Alex’ Nieto, de 28 años. Murió bajo esa lluvia de disparos.

Ahora el vecindario de Alex se ha reunido para continuar celebrando su vida.

El 24 de junio, Louie Gutiérrez, copropietaria de la Panadería La Reyna, y Elvira y Refugio Nieto, los padres de Alex, trabajaron en coalición con tres empresas locales  —La Reyna, Adobe Bookstore y el restaurante Sunrise— para llevar a cabo una recaudación de fondos, los cuales se destinarán para el International Amor por Alex Nieto Memorial.

Aprobado 9 a 1 en 2016 por la Junta de Supervisores de San Francisco, el monumento será ubicado en Bernal Heights Park, cerca de donde Alex fue asesinado. Elvira y Refugio, que visitan regularmente el lugar en Bernal Hill, están trabajando con los miembros de la comunidad para recaudar los $40 requeridos para el terreno.

“No conocía a Alex personalmente pero no necesitas una relación personal para que algo te afecte”, dijo Reina Tello, quien asistió al evento. “Podría haber sido mi hermano o mi hijo”, aseguró.

Tello colocó incienso encima de la bandera mexicana cuidadosamente colocada sobre una mesa adornada con rosas rosa y rojas que se vendieron durante la noche. El copal ardiente dibujó a niños y adultos por igual que observaban a Tello bendecir las rosas y el espacio entre la panadería La Reyna y Sunrise Restaurant. Ellos, como Alex, y muchos de los presentes, son hijos de la Misión que se reunieron para conmemorar su vida.

En Adobe Books, Martin Herrera, cuyo nombre artístico es MC Pauze, fue anfitrión de un espectáculo en el que interpretó varias de sus canciones, muchas de las cuales denunciaron la brutalidad policial y llamaron la atención sobre la necesidad de un trabajo comunitario e intersectorial. Entre sus canciones y mensajes de esperanza él, junto con Cathy Arrellano y una artista llamada Nickel, compartieron su poesía. Fue un espacio lleno de artistas, vecinos y familias comprometidos con el legado de Alex.

Alex pasó su infancia en Bernal Heights y la Misión. Cuatro años trabajó como consejero juvenil en el Bernal Heights Neighborhood Center y dos años en la Liga de Actividades Policiales de San Francisco. Se graduó del City College de San Francisco, con estudios en justicia penal. Era un guardia de seguridad autorizado. Practicaba el budismo.

Aun cuando Alex no hubiera contado con formación académica o sido un organizador comunitario, empleado o pacifista, su vida, como la de muchos otros que fueron arrebatadas por el estado, importaba.

Alex Nieto era un hijo de la Misión. Y ahora, el pueblo que lo vio crecer, compartirá su historia y se asegurará que su vida no sea olvidada.

Para contribuir y donar al Fondo Internacional Amor para Alex Nieto, visite www.gofundme.com/amor4alexnieto