México: Manifestantes exigen la renuncia de Peña Nieto

Un día antes de la celebración del Día de la Independencia de México, miles de manifestantes salieron a las calles de la Ciudad de México exigiendo al presidente Enrique Peña Nieto renunciar a su cargo.

La manipulación de los homicidios, la guerra contra las drogas, la educación, la economía y la corrupción, entre otras cosas, hacen de Nieto el presidente más impopular en un cuarto de siglo, según el New York Times. La reciente reunión a puerta cerrada que el mandatario tuvo con el candidato presidencial republicano Donald Trump, solo añadió más leña al fuego.

Brasil: Ex presidente acusado de corrupción

Fiscales federales brasileños presentaron cargos por lavado de dinero y corrupción en contra del ex presidente de Brasil, Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, contra su mujer y otras seis personas, el 14 de septiembre. Lula ha sido acusado de estar implicado en un escándalo de corrupción multimillonaria con el gigante petrolero Petrobras. Una investigación de dos años ha demostrado cómo el Partido de los Trabajadores de Lula y sus aliados cedieron contratos caros a cambio de sobornos y financiación ilegal. Aunque Lula ha negado todas las acusaciones, los fiscales también le han acusado de recibir $1.1 millones en sobornos y un apartamento frente al mar en Sao Paulo por parte de O.A.S., una de las empresas de construcción que se encuentra en el centro del escándalo. Sea o no que Lula vaya a juicio será decido por Sergio Moro, el juez que supervisa el escándalo.

Colombia: Se logra acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han llegado a un acuerdo después de cuatro años de negociaciones con el presidente Juan Manuel Santos. El “acuerdo completo y definitivo final” se produce después de una guerra de 52 años, que ha costado un estimado de 260 mil vidas y el desplazamiento de millones de personas. Los colombianos votarán en un referéndum el 2 de octubre que de aprobarse, pondría a las FARC de izquierda bajo la supervisión de las Naciones Unidas. El acuerdo obliga a los guerrilleros a renunciar a sus armas, a cambio de ello, se les permitirá regresar a la vida civil.