Yolanda López en su casa en la Misión de la cual ha sido desalojada. Yolanda Lopez at the Mission home from which she is being evicted.
Photo Shane Menez

En el distrito de Misión, la Zona Cero de San Francisco para desalojos, los artistas del barrio están usando sus talentos para resistir creativamente el aburguesamiento que ha desplazado a sus amigos, sus vecinos y sus compañeros de trabajo. Pero en lugar de piquetes y peticiones, estos artistas convertidos en activistas están armados con pinceles y poemas.

“Poner pinta en la pared es algo muy básico”, dijo Christopher Statton, uno de los principales organizadores del proyecto de Clarion Alley Mural, el cual transformó una calle llena de drogas en el Corazón de la Misión, en una series de murales vibrantes.

Situado entre las calles 17 y Sycamore, la unión de las calles Misión y Valencia muestra arte del tema anticapitalista y otro con temas políticos de una manera imaginativa, aunque simple, que llama atención a las fuerzas del aburguesamiento y desplazamiento, explica Megan Wilson, una de las otras organizadoras del proyecto.

“Siendo organizadoras del proyecto, una de las cosas que ha sido importante para nosotros es distribuir mensajes que tienen una conciencia social y política”, dijo Wilson, quien vive con Statton en el distrito Haight.

Su mural más reciente, ‘La pared de Vergüenza y Soluciones’ es una pared de mensajes que está directamente enfatizando los problemas de la ciudad. El mural muestra una lista de ‘vergüenzas’ incluso ‘la epidémica del desalojo en San Francisco’ y ‘regalos de ingresos corporativos’ además de ‘soluciones’, incluso ‘terminar con los subsidios corporativos’ y ‘poner impuestos y hacer que ellos paguen su parte’.

El arte de la protesta
Entre 2009 y 2013, los precios de vivir han subido 30% en la Misión, donde 71 desalojos del acto Ellis han ocurrido, según un estudio hecho por el analista de presupuestos de la ciudad, distribuido el último noviembre.

Las comunidades de bajo sueldo han sido desplazadas poco a poco, mientras los individuos de sueldo alto —típicamente los trabajadores jóvenes de la industria de tecnología— están mudándose a la ciudad. Las compañías Google, Facebook, y Twitter recientemente distribuyeron estadísticas de diversidad en sus ambientes de trabajo, las que mostraron que sus empleados son mayormente hombres anglosajones, sin gran cantidad de mujeres, afroamericanos, ni latinos.

Los artistas están luchando para mantener la rica cultura latina de la Misión mientras están siendo echados de un barrio en el que el precio de vivir sigue aumentando. Para Yolanda López, una mujer de 71 años que también es una artista bien conocida y una luchadora para la justicia social, la realidad del desplazamiento le afecta profundamente. El 12 de julio, fue desplazada de su casa en la que había vivido por 40 años. En respuesta, organizó ‘Accesorios de un desalojo’, una venta de garaje y exhibición visual que mostraba los papeles legales de su propietario y los bienes que no pudo guardar por una cuestión de carencia de dinero.

“Ser un buen artista requiere que te involucres en bastante riesgo y hay el elemento de echar afuera tanto mi nombre como el de mi propietario”, dijo López, quien actualmente está luchando contra su desalojo. “Pero todo está basado en los hechos… solo voy a echarlos para afuera. No hay nada de vergüenza por mi parte. Esta es lo que tengo que enfrentar”.

Alejandro Murguía recites a poem during the inauguration of the Calle24 Cultural District. Alejandro Murguía recita un poema durante la inauguración del Distrito Cultural Calle24.
Photo Mabel Jimenez

El aburguesamiento y la cultura
Alejandro Murguía, residente de la Misión y el Poeta Laureado de San Francisco, refiere a esta ola como la “más agresiva y despiadada” en su comunidad. Cuando llegó a San Francisco durante los años setenta, alquiló un lugar grande por 150 dólares al mes. Ahora, el mismo lugar se renta por 2,600 dólares, según un mapa de Zumper, un sitio web creado para buscar alquileres de apartamento.

“La gran contribución que atrae a la gente hacia la Misión es su cultura, sus murales, su ambiente”, dijo Murguía, quien a menudo compone leyendas poéticas sobre la comunidad. “Pero de hecho, esta es la primera cosa que está siendo destruida —cuadra por cuadra, evicción por evicción. Es parte de la contradicción que está ocurriendo en el distrito de la Misión.”

Según Murguía, los artistas desempeñan un papel importante en el movimiento de lucha contra los desalojos, sea al capturar la lucha de la comunidad por medio del arte abstracto o al documentar a su gente por medio de la literatura.

“La labor recae en las manos de los artistas, los poetas, los muralistas, la gente creativa porque son los temas de nuestra época”, dijo Murguía. “Creo que muchos poetas, autores, mucha gente creativa está intentando por medio de su participación y su involucramiento, destacar algunos de los temas que los medios no abordan”.

Haciendo arte de la vida
El arte es personal, explica Murguía, y suele reflexionar las experiencias íntimas de las que la crean. Así, la venta de garaje de López no solo llamó la atención a los cambios rápidos que están ocurriendo en la Misión, sino que ayudó a que ella se enfrentará con sus dificultades en cuanto al desalojo.

“Creo que esta es una manera de conectar una comunidad: cuando compartimos nuestras historias y vemos la una en la otra”, dijo López. “El arte siempre da un modo a la gente para hablar de lo que está pasando… hace que un desalojo sea real. No solo representa esta cosa en una forma amorfa y nefario”.

Aunque un cuadro o una foto no sean solución definitiva para terminar con el aburguesamiento y la crisis de viviendas económicas, los artistas locales insisten en que la cultura sea de tanta importancia que no podamos perderla.

“Pensar que un poeta o un poema puede resolver estos temas es ingenuo, pero pensar que estos temas pueden ser resueltos sin la poesía o sin un poeta es igualmente ingenuo”, dijo Murguía. “Por cierto hay un papel que tenemos que desempeñar”, concluyó.

—Traducción Eleni Stephanides