Como parte de la designación de la Calle 24 como distrito cultural latino, se realizó una ceremonia de corte de listón en la intersección de las calles 24 y Harrison. Foto Mabel Jimenez

Comerciantes, activistas, oficiales de la ciudad y miembros de la comunidad de todas las edades se reunieron en la bulliciosa esquina de las calles 24 y Harrison la tarde del 23 de mayo para celebrar la victoria en la lucha por preservar las raíces de la cultura latina en San Francisco.

La conferencia de prensa al aire libre y la ceremonia de inauguración llegaron en la vigilia de un voto unánime de la Junta de Supervisores sobre la resolución de declarar la Calle 24 —la cual es el centro de la expresión artística y el baluarte latino— como la ‘Calle 24’ y el oficial distrito cultural latino.

Un esfuerzo conjunto entre la Sociedad Histórica Latina de San Francisco, los Comerciantes de la Calle 24 y la Asociación de Vecinos, Herencia San Francisco, y líderes locales, esperan que esta declaración no solo ayude a mantener la cultura viva y la historia del vecindario, sino que también de realce, espíritu empresarial y bienestar a la comunidad latina.

“La Calle 24 presenta una vitalidad que pensamos es incomparable en toda la ciudad y el condado de San Francisco”, dijo el Supervisor David Campos a la multitud. “[Esta calle] es el corazón de la Misión, y reconocer a la Calle 24 como el distrito cultural latino es el primer paso hacia un proceso largo y más grande para preservar la integridad de todo el vecindario”.

El corredor de la Calle 24 se extiende por catorce cuadras, desde la Calle Valencia hasta la Calle Potrero, y es hogar de más de 200 pequeños negocios y organizaciones comunitarias. El corredor ha actuado como plataforma para activistas latinos y movimientos artísticos y sociales desde los años cuarenta.

“En los 60, al igual que gran parte de la ciudad, los centros urbanos fueron abandonados y empezó el éxodo hacia los suburbios”, dijo Ana Cervantes, fundadora de la Sociedad Histórica Latina. “Las comunidades étnicas se reconstruyeron y reorganizaron para mejorar la calidad de vida aquí. Pudieron convertir el vecindario en algo único, algo que es valorado. La contribución de latinos a la ciudad ahora es documentada con [esta] resolución”.

La conferencia fue íntima mientras que vecinos, artistas, educadores, abogados y líderes de la ciudad se codeaban —algunos habían vivido o trabajado juntos en la comunidad de la Misión por tanto tiempo que se consideran unos a otros como familia.

Erick Argüello, director de la Asociación de Comerciantes de la Calle 24, se dirige al público durante la ceremonia de designación de la Calle 24 como distrito cultural latino. Foto Mabel Jimenez

“No hace mucho que había partes de esta ciudad en las que nos hacían de menos aquí en la Misión —nuestros servidores públicos y nuestro gobierno local no nos ponían atención”, dijo Miguel Bustos, residente por tres generaciones de la Misión y activista comunitario. En esta pequeña esquina de San Francisco, la ‘familia’ se apoya unos a otros. Nos ayudamos a reparar goteras de los techos —algunos dicen que esas son cosas del pasado, pero no es cierto. Al tener un distrito cultural dedicado a nosotros, estamos poniendo una línea en la arena para que las personas sepan que estamos aquí, siempre hemos estado aquí y siempre estaremos”.

Muchos de los asistentes han luchado por mucho tiempo contra el aburguesamiento para mantener las raíces culturales y un sentido de comunidad intacto, mientras que son testigos de los rápidos cambios que han afectado a la ciudad. La resolución llega como una respuesta a la crisis de vivienda accesible que ha trastornado a varias comunidades étnicas de San Francisco.

Algunos tomaron la oportunidad para hablar en contra de los promotores que han buscado agresivamente tomar posesión de partes de la Misión para beneficio económico, desalojando a familias, pequeños negocios y a la clase trabajadora.

“En este momento, hay condominios programados para construirse en las [calles] 24 y Folsom —volteo y veo nuevos desarrollos— que van a cambiar nuestra cultura”, dijo el destacado artista René Yáñez. “Todo va a ser para los turistas culturales, no queda nada para nosotros. Google y Facebook [son] un estruendo lejano, pero nosotros estamos aquí, fuertes y constantes. Ellos deberían estar aquí para escuchar cómo nos están afectando”.

Yáñez, quien ha vivido en la Misión por 40 años y contribuido al esplendor artístico de San Francisco, en parte como co-
fundador de Galería de la Raza, fue desalojado recientemente de su casa. Es uno de los muchos que creen que la ciudad debe tomar más responsabilidad protegiendo su diversa clase trabajadora.

“Era probable que la Misión se convirtiera en un querido animal de peluche al que le sacan todos sus dentros si no hacíamos algo para asegurarnos de que la verdadera cultura permaneciera aquí”, dijo Brooke Oliver, abogada de la firma 50 Balmy Law. “El concepto de distrito cultural es inusual —hay distritos históricos, distritos prominentes, pero uno enfocado a preservar el arte, cultura y presentaciones es inusual— esta es una legislación sobresaliente”.

El Fondo de Preservación Histórica de San Francisco y la Oficina de Economía y Desarrollo de Fuerza Laboral de la ciudad han contribuido con fondos para continuar un estudio por toda la ciudad sobre la herencia latina titulado Nuestra Historia, el cual proveerá “un mecanismo para construir archivos históricos” y será utilizado por personas que toman las decisiones locales para “evaluar y preservar la herencia y los recursos latinos”, dijo Desiree Smith, gerente del proyecto Herencia SF.

Como otro paso importante, Campos prometió empezar “un proceso abierto, transparente, público y comunitario”, en el cual la comunidad decidirá las prioridades en términos de preservar instituciones en el vecindario y llevar esas demandas ante el ayuntamiento.

—Traducción Carmen Ruiz