Manifestantes marchan en las sedes de las compañías de tecnología en San Francisco que tienen contratos con ICE y la Patrulla Fronteriza. Foto: Izzy Alvarez

Bajo la sombra de Cupid’s Span en el Parque Rincon se reunieron simpatizantes y organizaciones locales de justicia social. La Coalition to Close the Concentration Camps (CCCC) organizó la asamblea para comenzar la caminata de humillación en contra de las compañías tecnológicas de San Francisco. Varios llevaban carteles rojos con las caras de Jeff Bezos, el CEO of Amazon, Sundar Pichai, el CEO de Google y el CEO de Salesforce, Marc Benioff.

Cerca de Embarcadero se encuentran las oficinas de las principales corporaciones tecnológicas. Sus edificios altos miran sobre la vista panorámica de la área de la bahía.

Amazon, Google y Salesforce prosperan en la ciudad conocida por sus opiniones liberales y progresivas. Su influencia tecnológica es universal, pero su impacto aquí en los EEUU es más importante. Las tres compañías tecnológicas tiene contactos gubernamentales con Immigration and Customs Enforcement (ICE) y Customs and Border Protection (CBP) para usar sus respectivos software. Organizadores  y activistas de la comunidad llevaron a cabo su marcha el 14 de octubre, con el apoyo de algunos empleados de las tres compañías que se oponen a que su trabajo se utilice para la separación de familias en la frontera. En honor al Día de los Pueblos Indígenas, marcharon por el centro para exigir a estas entidades poner fin a sus contratos con el gobierno de Trump.

Antes de la marcha, se pagó el reconocimiento de la tierra al honrar a las naciones indígenas que aún residen en los territorios ocupados de Ramaytush Ohlone. Miembros de diversas organizaciones hablaron sobre su lucha constante por la justicia social en comunidades de inmigrantes y pueblos indígenas. Maria De Los Ángeles, representando a las Mujeres Unidas Y Activas, fue una de varios manifestantes que hablaron en contra de esas corporaciones.

“Estas corporaciones tienen la oportunidad de cambiar para que estos lugares no existan porque crean sufrimiento a personitas inocentes que solo quieren estar con sus papás”, dijo De los Ángeles a traves del micrófono.

Manifestantes sostienen una manta y protestan contra las compañías de tecnología en San Francisco que tienen contratos con ICE y la Patrulla Fronteriza el 14 de octubre de 2019. Foto: Izzy Alvarez

Las coaliciones colectivas marcharon al unísono mientras se detenía el tráfico para despejar las calles para los manifestantes. “¡Dilo en voz alta, dilo claro, qué vergüenza para los especuladores de la prisión!” los grupos se hicieron eco en el centro mientras mostraban una enorme bandera roja que leía ABOLISH ICE.

La primera parada de la manifestación fue en las oficinas del centro de Google. Empleados de esta empresa hablaron afuera denunciando las ganancias de la compañía por la crisis humanitaria en la frontera sur. Algunos de estos trabajadores firmaron una petición rechazando la asociación de Google con U.S. Citizenship and Immigration Services (USCIS) antes de que se diera a conocer al público. USCIS utiliza el servicio de cloud de Google y, por miedo a las represalias, un empleado de Google habló con la condición del anonimato.

“La responsabilidad recae en nosotros como trabajadores”, dijo el empleado de Google. “Debemos organizarnos y tomar el poder desde abajo y hacer que los líderes rindan cuentas, y esa es la única manera en que podemos tener cualquier tipo de sociedad moral”.

Los empleados han tenido dificultad expresando su desacuerdo contras las corporaciones poderosas a las que sirven. La mayoría de estas corporaciones no tienen sindicatos que protegen su empleo. El grupo Tech Workers Coalition está cambiando la manera en que la gente percibe al personal tecnológico y está acumulando su poder desde adentro. Greg McGarry, un ex empleado que dejó su trabajo para ser maestro en Mission High School, demostró su apoyo a los muchos empleados de las corporaciones tecnológicas que trabajan con temor.

“Esta es un lucha existencial para todos nosotros, pero solamente es parte de la lucha”, McGarry, 36, dijo, “Yo entiendo que la precariedad económica obliga a la gente a hacer muchas concesiones morales que normalmente no haría”.

Después de que anunciaron las asociación de Google con la detención y deportación de niños, los miembros marcharon por la sede central de la corporación e hicieron una lista de demandas para la empresa. Luego siguió a pocas cuadras del edificio de Amazon. Allí, los oficiales del SFPD estaban haciendo guardia cerca de sus puertas. Una animada multitud ganó animados adeptos para unirse a su marcha contra Salesforce. En presencia de las oficinas de Salesforce cerca del edificio Embarcadero, los manifestantes compartieron el número de teléfono celular de Benioff para llamarle. Muchos dejaron correos de voz exigiendo que Benioff cortara lazos con el CBP.

La policía siguió y escoltó a los activistas a su destino final, la oficina central del ICE en San Francisco en el 630 de la calle Sansome. La ciudad colocó barricadas cerca del edificio. El final de la línea llevó a los ciudadanos preocupados a participar en una torrente de emociones y pensamientos sobre el tema. El Dr. Hae Min Cho,  co-presidente de las elecciones para Democratic Socialists of America and Progressive Democrats of America, caminó la milla y media para avergonzar públicamente a estos conglomerados tecnológicos.

“Ya no pueden pretender que son progresivos o liberales cuando sus tecnologías permiten la tortura y disolución de las familias y en muchos casos, la muerte”, dijo Cho.