Arnold Chacón en la estación de radio WVUM siendo entrevistado por una estudiante de la Universidad de Miami. Courtesía Foto

Arnold A. Chacón —director general del Servicio Exterior del Departamento de Estado y ex embajador en Guatemala— visitará varias universidades del área de la bahía entre el 23 y 24 de mayo con la intención de reclutar candidatos al programa de becarios consulares, que se centra en la contratación de personas con habilidades lingüísticas excepcionales que presten servicios en embajadas y consulados estadounidenses en el extranjero.

Chacón decidió venir a la zona de la bahía dada la tradición en avance tecnológico que le distingue.

“Durante los últimos treinta años, el área de la bahía ha sido la incubadora de tecnología de punta y creadora de los emprendedores e innovadores más importantes”, reconoció Chacón. “Mi trabajo como director general es construir una fuerza laboral diversa, talentosa y ágil”.

Chacón, que estudió relaciones internacionales en la Universidad de Colorado en Boulder, ha servido como diplomático en muchos países de Centro y Suramérica, así como en Europa.

Inicialmente estudió medicina con la esperanza de hacer una diferencia a través de ese campo de acción, pero se encontró ante un nuevo camino después de trabajar como voluntario en países latinoamericanos.

Arnold Chacón sentado en la fila de enfrente (en la extrema izquierda) de su clase A-100 1981. Courtesía foto

“[La gente] sufriendo la delincuencia organizada y los problemas de pobreza, la seguridad alimentaria, temas de inclusión social con la gran población indígena”, refiere los asuntos que abordó durante su gestión como embajador en Guatemala. “[Nosotros hemos] ayudado a reconstruir su institución y la justicia indígena, que permita la generación de oportunidades para que las personas no tengan que salir a buscar la vida en otros lados”.

Chacón fue embajador de los EEUU en Guatemala en 2011, después que el ex dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt fue llevado a juicio por genocidio de los pueblos indígenas y por crímenes contra la humanidad.

“Uno tiene que ser un buen generalista”, comentó sobre su papel como embajador. “[Alguien dijo] es como tener un título de maestría todo el tiempo, aprendiendo de cada país, su cultura e historia”.

Chacón se encuentra visitando específicamente la Universidad de Stanford y la U.C. Berkeley, con la esperanza de contratar personas.

“El programa inició con un enfoque en hablantes de mandarín, chino y portugués, dada la gran demanda de los visados de China y Brasil”, explicó Chacón.

En 2008, el Departamento de Estado percibió la demanda de hablantes de español ante la alta demanda de visas de México.

Alrededor de diez millones de visados se solicitan al año para negocios, de estudiante o para otros fines, y un millón de esos visados provienen de México, informó.

Debido a esta alta demanda, el Consular Fellows Program cuenta con ciertos incentivos para los participantes.

El programa dura de tres a cinco años y paga a sus trabajadores el diez por ciento del sueldo base. También ofrece a los estudiantes un programa que les permite pagar algunos de sus préstamos escolares mientras trabajen en dicho programa.

Entre otras cualidades necesarias para ser elegible, los candidatos deben contar con título de licenciatura, hablar un idioma extranjero y ser ciudadanos de los EEUU. El proceso de contratación consiste en el llenado de una aplicación, un panel de evaluación, un examen vía telefónica, una prueba oral sobre el dominio de la lengua, así como exámenes médicos y de seguridad.

El programa está en proceso de expansión para incluir otros idiomas como el ruso, francés y árabe, según informó Chacón, quien además agregó que, trabajar como embajador va más allá de la palabra sino también, cómo a través de ésta se puede lograr un impacto.

“Queremos las mismas cosas”, dijo Chacón. “Todo el mundo quiere la oportunidad de tener una vida digna, realizar un trabajo significativo, proveer a sus familias, permitir que nuestros hijos se logren mejor que nosotros y tener un gobierno democrático y sensible que brinde seguridad y un campo acción justo que proporcione oportunidades. Eso no cambia en ningún país”.