La entrada principal del Edificio de las Mujeres está manchada con grafiti y se pueden ver grietas en la pared del mural. La restauración comenzará este mes. Photo Shane Menez

El Edificio de las Mujeres recibió fondos en julio provenientes de SF Beautiful y del alcalde Ed Lee por un total de $60.000—casi la mitad de los $130.000 requeridos para la restauración del gigantesco mural “Obra Maestra” que adorna su fachada.

Las tentativas de dicha restauración comenzaron años atrás, luego de que éste se viera afectado por el paso del tiempo y de que artistas de grafiti lo desfiguraran, dijo Tatjana Loh, directora de desarrollo del Edificio de las Mujeres.

Las “Siete de San Francisco”—siete artistas mujeres que hace diecinueve años completaron el mural—utilizarán andamios para restaurar los rojos y amarillos vibrantes y sellar su pintura; asegurarán, además, su permanencia para futuras décadas, usando una laca acriloide que lo preserve de la decoloración causada por el paso del tiempo y el clima.

El icónico edificio de tres plantas, ubicado en la Calle 18, entre las calles de Guerrero y Valencia, también contará con nuevos enseres fijos en las ventanas y base de hormigón que encuadren apropiadamente la pieza, cuyo costo original en 1994 fue de $43.000.

“Está expuesto a la comunidad donde todo el mundo puede verlo, evidenciarlo e interpretarlo en su propio mundo y en sus propias vidas”, dijo Loh.

Con imágenes de la artista Georgia O’Keefe y del Nobel de 1993, Rigoberta Menchú, entre una docena de divinidades aztecas y chinas, el mural, de una superficie de 10.400 pies cuadrados, conjura la introspección de la comunidad.

A las “Siete de San Francisco” se les pagará la misma o menor cantidad que se les pagó originariamente, informa la artista y co-fundadora de Precita Eyes, Susan Cervantes, quien está coordinando el trabajo y quien no quiso revelar la cantidad exacta a pagarles.

“No se les pagó suficiente, en primer lugar”, dice Loh, al referirse al presupuesto que se tenía para la construcción del mural, el cual sólo era una tercera parte del presupuesto destinado para la restauración del edificio.

El mural aún es de relevancia para la comunidad, en su inclusión étnica refleja una población heterogénea que utiliza los servicios del edificio, el cual contiene un convenio sobre la restricción y los derechos de los inmigrantes. Un estimado de 20.000 mujeres y sus familias ingresan anualmente a sus instalaciones.

“Creo que hacía mucho que se necesitaba. Si lo hubiéramos hecho hace 10 años, podríamos haber conservado mucho del color”, dijo Cervantes.

Cervantes conceptualizó en esta obra a una diosa de erótica naturaleza que es mostrada con senos desnudos y piernas abiertas, a manera de “personificación de la luz y energía del alumbramiento”, según la artista; sin embargo, esto desató controversia entre el Comité del Consejo Histórico de San Francisco que en su momento amenazó con recortar fondos municipales para el proyecto.

La instalación de andamios, el asentar pavimentos, reemplazar ventanas, pagar a los artistas, proveer de materiales y sellar la obra, entre otros gastos, costará unos $123.000, de los cuales, $7.000 se destinarán a la creación de una página web que permita informar a un mayor público de la reforma, dijo Loh.

Las artistas están trabajando contra reloj—tres de ellas ya no pueden subir a los andamios que rodearán al edificio al final del verano, por lo que tendrá que negociarse el momento que resulte más conveniente para todos.

La lluvia es otra de las preocupaciones de Loh si el tiempo sigue pasando.

La restauración está programada para comenzar a mediados de agosto y concluir a mediados de octubre.

—Traducción Yolanda Soler