Deena Abdelwahhab, Estela García, de Road Map y Phoebe Vanderhorst, fueron galardonadas durante la ceremonia de los Peacemaker Awards 2017. Foto: Jim Norrena

El activismo local y quienes luchan por un cambio significativo en la comunidad fueron el foco central durante la reciente ceremonia de los Peacemaker Awards, organizada por la Junta Comunitaria de Liderazgo y el Club de la Ciudad.

“Queríamos crear un espacio donde se reconozca a los que hacen la paz”, dijo Darlene Weide, directora ejecutiva de la Junta Comunitaria de Liderazgo, el mayor y más antiguo centro comunitario de resolución de conflictos en el país.

Según Weide, estos premios comenzaron en 2010 con el objetivo de crear “una oportunidad de redigir la atención que tenía la tecnología corporativa”.

Los ganadores de este año incluyeron a Deena Abdelwahhab, Phoebe Vanderhorst y Roadmap to Peace.

El premio llamado Gail Sadalla Rising Peacemaker Award, que reconoce a un joven pacifista, se le concedió a Abdelwahhab, una joven musulmana de 17 años graduada recientemente de Balboa High School. Se le reconoció por su trabajo en la escuela como líder entre sus compañeros, además por fungir como mediadora de conflictos.  Abdelwahhab, quien además es miembro de Arab Resouce and Organizing Center (AROC), fue mediadora en 15 casos de conflictos, dirigió talleres sobre Islamofobia y ayudó a crear acceso para el idioma árabe en el Distrito Escolar de San Francisco.

“Típicamente no es común ver a las mujeres musulmanas expresarse en público”, dijo Abdelwahhab, quien explicó que a los musulmanes se les estereotipa en la prensa, lo cual la inspiró para sumarse a AROC. “Quería darle voz a los que no la tienen”.

Deena Abdelwahhab habla en el Eric Quezada Center for Culture and Politics sobre ser musulmán en los EEUU, sobre la islamofobia y de qué manera contrarrestarlos. Cortesía: Deena Abdelwahhab

Abdelwahhab asistirá la Universidad Estatal en San Francisco en agosto, donde quisiera iniciar una carrera en enfermería y al mismo tiempo continuar con su activismo.

El premio Raymond Shonholtz Visionary Peacemaker le fue concedido a Vanderhorst, que fundó y apoyó a Way-Pass: Women Aftercare Program and Supportive Services. Un programa del City College de San Francisco (CCSF) que ayuda a las mujeres (y hombres también) que han salido de la prisión recientemente.

Vanderhorst explicó cómo estas mujeres a las cuales se les ha puesto en libertad sufren de condiciones de salud terribles, y carecen del apoyo para volver a estudiar y para encontrar vivienda.

“He pasado por las mismas. Me siento obligada en muchas formas a utilizar esta experiencia para ayudar a la gente”, dijo Vanderhorst, ex adicta a la heroína por 30 años y quien ha sido encarcelada en varias ocasiones desde 1972. “Nuestros objetivos son la solidaridad y el amor”. El semestre pasado, Way-Pass ayudó a 53 estudiantes del CCSF.

El premio de la Junta Comunitaria de Liderazgo se le concedió a Roadmap to Peace, un proyecto no lucrativo del Instituto Familiar de la Raza el cual comenzó en 2012, tras una serie de muertes ocurridas en la Misión.

“Roberto Hernández hizo un llamado a la acción para que la gente se uniera”, dijo Gloria Romero, directora de Roadmap for Peace.

Con una colaboración entre aquellos que proveen servicios a las familias, y a la comunidad, Roadmap for Peace se asoció con: Mission Peace Collaborative, CARECEN de San Francisco, el Centro Comunitario de Salud de la Misión, los Centros Comunitarios  de la Misión, el Instituto Cesar Chávez, Bay Area Community Resources (CHALK), Five Keys Charter School, Horizons, Inc., y la Universidad de California Clinical Translational Science Institute para proveer servicios tales como salud, apoyo para la educación, entrenamiento vocacional, apoyo familiar, apoyo a los jóvenes, y eventos comunitarios.

El proyecto enseña a jóvenes de entre 13 y 24 años de edad a ser autosuficientes y aspirar a la educación superior, entrenamiento laboral y trabajo, a fin de que puedan ganar un salario que les permita vivir.

Los ganadores de los premios fueron elegidos por medio de un proceso de nominación, que comenzó en enero e incluyó de entre 20 a 25 nominados.

“Buscamos a aquellas personas que han tenido un impacto en sus barrios y a su manera”, dijo Weide.