Descendientes de Rosario Anaya aceptando el Premio del Salón de Fama de la NEN (de izquierda a derecha): Menée Soliz Hill (sobrina), Monica Montoya (sobrina) y Carlota Soliz (hermana). Foto Amanda Trescott

La difunta Rosario Anaya, ex directora ejecutiva del Mission Language and Vocacional School (MLVS), fue una de los líderes reconocidas durante los Premios NEN, organizada por la Red de Empoderamiento de la Comunidad (NEN, por sus siglas en inglés).

La NEN es un colaborativa compuesta por organizaciones comunitarias, agencias de la ciudad, organizaciones no lucrativas e instituciones académicas. Estos premios honran a quienes han demostrado su dedicación a mejorar las comunidades de San Francisco haciéndolas más seguras, limpias, verdes y saludables para vivir, trabajar y formar una familia. La ceremonia fue emotiva, llena de aplausos, sonrisas, incluso lágrimas.

Rosario Anaya. Courtesía The Greenlining Institute

Anaya fue instalada en el Salón de la Fama de la NEN. El premio reconoce a estos líderes y sus contribuciones que impactan de manera positiva en nuestras vidas.

Desde 1973 y hasta su muerte el 5 de agosto de 2015 a la edad de 70 años, Anaya dirigió el MLVS, un centro educativo dedicado a la enseñanza del inglés como segunda lengua y a la capacitación técnica y vocacional de la comunidad latinoamericana, formada en su mayoría por nuevos inmigrantes.

En 1978, Anaya fue asignada por el alcalde George Moscone, miembro de la Junta de Educación de la Ciudad de San Francisco. En 1982 y 1986, fue elegida presidenta de la Junta de Educación por gran mayoría de votos durante dos gestiones consecutivas, convirtiéndose en la primera mujer latinoamericana en ser elegida para un cargo directivo público en San Francisco.

Cambiando las vidas de muchos, Anaya siempre apoyó causas y movimientos importantes para los latinos, como la educación bilingüe, y proveyéndoles en el MLVS clases gratuitas de inglés, entrenamiento vocacional y trabajo en su vocación.

La vocación de Anaya era empoderar a los más necesitados, los nuevos inmigrantes latinoamericanos.

“Anaya se volvió líder de la Misión porque creía en exactamente las mismas cosas que ahora nosotros buscamos realizar —educación, inserción laboral, inversión en la comunidad”, dijo el alcalde Ed Lee.

“Hay un par de personas en mi vida que son responsables de hacerme llegar hasta donde estoy”, dijo el Supervisor del Distrito 9, David Campos. “Rosario fue esa persona para miles de personas. Su instalación eleva este Salón de la Fama”.

Según sus descendientes, son cuatro las lecciones de vida que ella inculcó en su familia: “No dejes que nadie te maltrate; exige siempre lo mejor; la educación es fundamental y, ayuda a los demás siempre que puedas”.