Fire victims, from top left: Alex F. Ghassan, Alex Vega, Amanda Kershaw (Allen), Ara Christina Jo, Barrett Clark, Benjamin Runnels, Billy Dixon, Brandon Chase Wittenauer, Cash Askew, Chelsea Dolan, David Cline, Donna Kellogg, Draven McGill, Edmond Lapine, Em Bohlka, Griffin Madden, Hanna Ruax, Jason McCarty, Jennifer Kiyomi Tanouye, Jennifer Mendiola, Jennifer Morris, Johnny Igaz, Jonathan Bernbaum, Joseph Matlock, Micah Danemayer, Michela Gregory, Michele Sylvan, Nicholas Walrath, Nicolas Gomez-Hall, Nicole Siegrist, Peter Wadsworth, Riley Fritz, Sara Hoda, Travis Hough, Vanessa Plotkin, Wolfgang Renner.

El viernes 2 de diciembre, pese a los incansables esfuerzos de los bomberos, el almacén convertido en espacio para artistas conocido como Ghost Ship se convirtió en un cementerio para 36 personas.

Los bomberos describieron al almacén como un “laberinto abarrotado con objetos descartados, incluso con tarimas de madera utilizadas como escaleras y estructuras precarias con materiales altamente inflamables”. Residentes anteriores también confirmaron la versión de los hechos que los bomberos ofrecieron, recordando cómo el gerente del edificio y fundador de Ghost Ship, Derick Ion Almena, fue citado en repetidas ocasiones. Almena regularmente se negó a conseguir los permisos necesarios y las inspecciones para los eventos que tuvieron lugar en el espacio de 10 mil pies cuadrados. Publicaciones que los residentes anteriores hicieron en las redes sociales muestran que el sitio estuvo lleno, hasta el techo, con materiales inflamables.

La horrible tarea tener que escudriñar entre los escombros del almacén deteriorado ha sido completado por los investigadores quienes han recuperado e identificado cada uno de los 36 cuerpos. La última tarea para la ciudad será concluir su investigación para poder determinar la causa del incendio.

Aunque la causa inicial todavía no queda clara, testimonios de primera mano han revelado que las condiciones peligrosas al interior del almacén básicamente son las que se encargaron de que el incendio terminara en tragedia.

El lugar ha sido descrito tanto como zona de vivienda no permitida como un espacio de eventos y almacén operado ilegalmente, siendo una construcción peligrosa carente de permisos y en violación de varios códigos (de edificio, estructura y contra incendios). La activista y artistica local Favianna Rodriguez dijo en entrevista exclusiva para KPFA que Almena fue conocido en la comunidad de Fruitvale como un individuo problemático con antecedentes criminales y un historial de comportamiento inestable.

Muchos individuos empezaron a vivir en la comunidad de Ghost Ship debido al fenomeno de desalojo resultado del incremento en la renta y el aburguesamiento que existe en el área de la bahía haciendo a la vivienda cada vez más inasequible, junto con la necesidad para un espacio para el ensayo y la actuación artistica. Eso plantea la pregunta: ¿la falta de acceso a vivienda asequible justifica la indiferencia —tanto de los gerentes como de los residentes— hacia preocupaciones básicas respecto de la seguridad de vivienda?

Mientras que los oficiales todavía no saben qué provocó el incendio, muchos se preguntan si la ciudad pudo haber hecho más para prevenirlo, y si tanto los informes como las quejas de las violaciones fueron investigados apropiadamente. Pero una cosa es cierta, el edificio no contaba con los permisos necesarios para ser una vivienda, ni siquiera Almena tenía los permisos requeridos para realizar el concierto.

El departamento de inmuebles del condado de Alameda mandó a un inspector al almacén el 17 de noviembre, tres días después de que se presentó la queja por construcción ilegal, pero el inspector no pudo entrar. Un oficial del departamento de bomberos dijo que usualmente se inspeccionan los edificios cada uno o dos años, y que durante la visita más reciente, tampoco pudieron acceder a la propiedad. Oficiales de Oakland dijeron que la ciudad toma muy en serio la vivienda ilegal, pero hay tantos lugares en tales condiciones que los inspectores de edificios, los bomberos y la policía están rebasados. Las leyes en California estipulan que un inspector no puede entrar a menos que el dueño o residente lo admita, y los oficiales dicen que sus habitantes a menudo niegan el acceso a los inspectores, temiendo el desalojo. Muchos residentes anteriores del edificio preguntan si un inspector siquiera intentó una inspección.

Ghost Ship fue alguna vez un lugar seguro para la comunidad creativa alterna, la cual fue traicionada por administradores y propietarios que explotaron su espacio por avaricia. Nosotros como activistas expresamos preocupación por los espacios amenazados en los que los artistas sobreviven y donde la cultura DIY existe a un nivel tanto local como nacional. Sólo con la organizacion de un colectivo de líderes que puedan hacer cambios mediante el esfuerzo local y nacional, y sólo como artistas y mediante testimonios podremos corregir los errores cometidos en Ghost Ship.

Los precios de renta en Oakland están entre los más caros en los EEUU, muchos ciudadanos viven en condiciones inseguras y muchos están sin hogar en las calles. La vivienda es un derecho inalienable, no un lujo para sólo algunos. Esta es una elección que nadie debería ser forzado a hacer. Nadie debería de elegir entre la seguridad, la asequibilidad o sus vidas.

—Traducido por Eleni Stephanides