La artista y activista Juana Alicia en el Mission Cultural Center el 19 de abril de 2019. Foto: Elissa Jiménez

No podría haber conocido a la artista, activista y educadora Juana Alicia en un lugar más apropiado. Nos sentamos en medio de la exhibición de Rebozos Mexicanos en el Centro Cultural de Artes Latinas de la Misión, una cálida mañana de viernes. El rebozo es un símbolo cultural de las historias entremezcladas de resiliencia y belleza femeninas; me pareció perfectamente casual que ahora me sentara aquí hablando de la personificación de lo que representan estas obras de arte.

Juana Alicia ha pasado la mayor parte de su vida rodeada de arte. Crecer cerca de los murales del Detroit industrial de Diego Rivera en el Instituto de Arte de Detroit tuvo una gran influencia en cómo Alicia pasaba su tiempo: “Probablemente pasé más tiempo allí que en la escuela secundaria”, se rió.

Sin embargo, su vocación de arte y activismo realmente despegó cuando conoció al líder sindical César Chávez en una de sus giras nacionales y fue reclutada para ir a Salinas y trabajar para el sindicato United Farm Workers (UFW) en la década de 1970. Los carteles que ella creó para el boicot de la uva serían algunas de sus primeras piezas políticas.

Sus contribuciones para el UFW hablan de su perspectiva sobre el papel intrínseco de un artista en el mundo. Cuando se le pregunta sobre las responsabilidades de un artista en la sociedad actual, continúa citando a otra notable artivista de nuestro tiempo: Nina Simone: “El deber de un artista, en lo que a mí respecta, es reflejar los tiempos. En este momento crucial de nuestras vidas, cuando todo está tan desesperado, cuando todos los días son una cuestión de supervivencia, no creo que puedas ayudar sin estar involucrado”.

Habiendo sido también fuertemente influenciada por el Movimiento Muralista Mexicano, en el cual las representaciones a gran escala de identidad cultural, historia y eventos actuales se hicieron accesibles a una población que de otra manera no tenía los medios para costearse la educación convencional. Las artes siempre han estado orientadas hacia el servicio social, la conciencia y la responsabilidad.

Si bien los temas destacados de Alicia son muchos, se asegura de enfatizar la severidad de la negligencia y maltrato de la humanidad de nuestra propia clase, así como de nuestro medio ambiente.

“Creo que lo más apremiante en este momento es la condición de la tierra y trabajar para cambiar la forma en que vivimos en ella para que podamos seguir siendo una especie viable y no arrastrar tantas otras especies al olvido como lo estamos haciendo actualmente”. Dijo Alicia. “Envuelto en nuestro maltrato a la tierra está nuestro maltrato mutuo, nuestro maltrato a las mujeres, nuestro maltrato a las personas de color, al sur global, a nuestros hermanos y hermanas, a nuestros hijos y a nuestros mayores”.

Un ejemplo perfecto de cómo estos temas se entrecruzan se puede encontrar en la esquina de las calles 24 y York en el Distrito Misión de San Francisco. El mural de Alicia ‘Las aguas sagradas de La Llorona’ teje las historias de mujeres en Bolivia, India y en la frontera de los EEUU con México. El mural muestra a manifestantes en Cochabamba, Bolivia, reunidos contra la Corporación Bechtel que compra los derechos de agua en su país; trabajadores agrícolas en el valle de Narmada, India, protestando en sus hogares inundados contra los proyectos destructivos de represas de su gobierno; y las protestas de indignación por los asesinatos no resueltos de mujeres en Juárez, México a la sombra del río Bravo y las maquiladoras.

‘Las aguas sagradas de La Llorona’ es uno de los favoritos del barrio y también es una de las obras en solitario más satisfactorias que Alicia ha hecho hasta ahora. “Es una especie de ‘Guernica’ en términos de la paleta limitada, la urgencia del mensaje, la condena de la violencia y la exposición de la crueldad y la valentía al mismo tiempo”, refiere Alicia.

El mural ‘Cenote de Sueños’ creado por Juana Alicia en colaboración con sus estudiantes de la Escuela Superior de Arte (ESAY). La obra, que celebra la historia indígena maya de Yucatán, actualmente ha sido cubierta por un muro que fue colocado por el director de dicha institución para ofrecer un espacio efímero para proyectos de pintura de otros estudiantes. Cortesía: Juana Alicia

Sin embargo, no todo el mundo se sorprende tan fácilmente con el talento obvio de Juana Alicia. Actualmente se encuentra en medio de una controversia en Yucatán, México sobre un mural colaborativo realizado por ella y sus alumnos en la Escuela Superior de Arte (ESAY).

El mural titulado ‘Cenote de Sueños’ celebra la historia maya indígena de Yucatán, pero actualmente está cubierto por una pared improvisada, que el nuevo director de arte de ESAY había erigido para proporcionar un espacio para proyectos estudiantiles efímeros. Yucatán ha tenido una larga historia de defender un sistema de castas obsoleto, lo que en última instancia aclara la controversia en curso sobre el mural de Alicia que destaca la resistencia de los indígenas. Sin embargo, continúa luchando contra la censura con el apoyo de la comunidad en Yucatán y más allá.

En los EEUU, Alicia está ocupada preparando su próxima exposición en Alley Cat Books en el 3036 de la calle 24, ‘The X’tabay: A Contemporary Vision’. La muestra presentará sus ilustraciones más recientes en las que ha estado trabajando para un libro que su esposo ha escrito. El libro es un proyecto de colaboración que representará un relato ecofeminista sobre el mito maya yucateco, La Xtabay.

En general, queda claro que el legado de 40 años de artivismo de Juana Alicia ha mantenido su feroz impulso y no muestra signos de desaceleración. Su participación comunitaria tanto a nivel local como a través de las fronteras habla mucho de su compromiso de difundir su mensaje de ilustración y empoderamiento de las poblaciones marginadas. Y con su ilimitada resiliencia y compasión, es seguro de que ese mensaje nunca será silenciado.

‘The X’tabay: A Contemporary Vision’ se inaugurará el 1 de junio de 2019 en la Alley Cat Books, 3036 24th St, San Francisco.